Pablo Granados muy íntimo


Fue figura de Videomatch. habla sobre su carrera como músico y humorista, y de su vida… está divorciado y muy enamorado, pero no piensa casarse más

nunca le gustó la noche, ni antes ni ahora, y afirma que si le dan a elegir prefiere tocar a las 21:00 y no a las 4:00

Alejado de los excesos nunca le gustó la noche, ni antes ni ahora, y afirma que si le dan a elegir prefiere tocar a las 21:00 y no a las 4:00

Pablo Granados Beltrán, el reconocido cantante, compositor, humorista y actor argentino, tenía un apellido de peso en los medios porque su padre, Raúl, era un notable periodista y conductor de televisión; sin embargo, él decidió comenzar desde abajo en la música. Con su primera banda, Efe Eme, tocaba y cantaba en los pubs de Rosario (Argentina).
Así lo hizo hasta que la fama le llegó con su nueva agrupación Macaferri y Asociados, que es la que tiene hasta hoy y lo hizo conocer en los medios rosarinos. Nunca pensó llegar a la tele. Un ‘error’ de su padre al que le pidió un micrófono y le regaló una filmadora, lo llevó a producir su primer programa Propuesta joven que conducía junto con su compañero José María, ‘Pachu’, Peña.



En 1993 dio el salto a la televisión nacional cuando ingresó al programa que lo lanzó a la fama, Videomatch, de Marcelo Tinelli, como humorista, formando el recordado dúo Pachu y Pablo, en el que estuvo 10 años vigente, para luego abrir sus alas y volar más alto.
Fue así que realizó varios programas de humor, hizo dos películas, Bañeros 3 y 4, y exportó su talento a Ecuador, donde realizó tres temporadas del programa Granados en pijamas, del 2010 al 2013. Le gustó tanto y lo trataron tan bien en ese país, que lleva tatuada en su brazo izquierdo la bandera ecuatoriana, junto a la de Argentina.
Hace tres años que Pablo conduce, junto con su hijo, Miguel, y Pachu, el programa Peligro: Sin codificar, por Telefe.
Su tercera película, Lusers, una amistad sin fronteras, acaba de estrenarse en Perú, Chile y ahora en Bolivia. Pablo llegó a Santa Cruz para promocionarla.

Son las 11:35 y en medio de una ventosa y soleada mañana, nos recibe un sonriente Pablo en el comedor del jardín del Hotel Toborochi. Durante los 45 minutos que dura la entrevista entre risas repite que vamos a salir volando del lugar con semejante viento.
Su delgada y no muy espigada figura viste pantalones jeans, polera y zapatillas negras. En su cuello lleva colgado un rosario de madera, como amuleto. ¿Es muy devoto? Le pregunto y afirma que es muy creyente en Dios, aclarando que no es muy religioso ni participante activo, ya que sus años en un colegio salesiano lo acobardaron al punto de que desde que se graduó no quiso saber de ir a misa.
“Toda mi vida en un colegio donde me ‘bancaba’ dos misas semanales, ¿vos crees que después de que salí iba a querer ir más? Naaaaa… nunca más”, dice Pablo, mientras hace muecas y esboza una amplia sonrisa que deja ver sus hoyuelos aunque un poco camuflados en una hirsuta barba que vislumbra algunas canas, como en su cabello.

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Se casó en dos oportunidades y se divorció. Tiene dos hijos, uno con cada una de sus exesposas: Miguel y María Granados. Hace cuatro años que enamora con Mayra, una joven productora con la que no tiene pensado casarse. No porque no la ame, aclara, sino porque cree que el amor está más allá de los papeles legales.

Las arrugas que ya le surcan la frente y el rostro, marcan sus 50 años. Sin embargo, pese a las cinco décadas que acaba de cumplir el 13 de septiembre, él se siente lleno de vida y con muchas ganas de seguir entregando su humor, su arte y su talento musical.

Trabajo y humor

_¿Después de Lusers qué viene?
Promocionar la película y abocarme a mi trabajo en Peligro: Sin codificar, de Telefe. Trato siempre de vivir el ahora y el presente, aunque quiero un programa de radio en 2016. Tengo, además, mucho trabajo hasta fin de año con mi compañero de siempre.

_¿Cómo llegaste a la música, a la televisión y a la actuación?
La música me acompaña desde mis 12 años. A mis 18 formé mi banda Efe Eme y a los 25 nació Macaferri y Asociados que es con la que sacamos un disco que funcionó bien en Argentina y eso me ligó a los medios en Buenos Aires y así empecé a tocar y a vivir de la música y paralelamente tenía un programa de humor en Rosario. Le mostré el material a Tinelli, le gustó y me contrató. Mientras desarrollaba mi faceta musical, también actuaba. Desde el 90 hago televisión. Mi papá era un hombre muy importante en los medios de Rosario, así que era normal en la tele. Nunca fue un sueño trabajar con Marcelo, pero se dio y estuve con él 10 años. Fue una linda época y una buena plataforma para darme a conocer. Nos desvinculamos con Pachu para crecer y así fue, nos superamos, al punto que hicimos varios programas con los que ganamos premios, como el Martín Fierro.

_¿Siempre con humor?
Sí. No me veo actuando de otra forma, de hecho en Lusers hay escenas que son románticas, pero con el humor me muevo muy cómodo. No tengo necesidad de explorar otras facetas para ser feliz, esto me llena.

_¿Músico o actor?
Soy artista. Eso incluye todas las facetas. Pero mi primer contacto con el arte fue la música, es lo que me eriza la piel. Es mi pasión.

_¿Hay amistad con Tinelli?
No. En realidad nunca fuimos amigos, pero siempre nos llevamos bien y tuvimos buen diálogo. Es difícil ser amigo de tu jefe, ¿no? Es complicado para el patrón, porque después el empleado se toma otras confianzas. Marcelo fue un gran patrón. Pero eso fue ya hace muchos años. Imaginate del 2002 a esta parte hice tres películas, cuatro programas de televisión, gané el Martín Fierro, hice radio, de todo…

La edad parece  que la lleva en  el corazón Aunque acaba de cumplir 50 años, Pablo tiene el aspecto de un joven. Eso gracias a que hace deportes y se cuida en las comidas.

La edad parece que la lleva en el corazónAunque acaba de cumplir 50 años, Pablo tiene el aspecto de un joven. Eso gracias a que hace deportes y se cuida en las comidas.

_Siempre con Pachu…
Sí. Hacemos cosas por separado, en Lusers no está pero siempre volvemos a juntarnos porque es nuestro trabajo, la pasamos bien.
Son un dúo dinámico…

Tenemos mucha dinámica. Es nuestro negocio estar juntos. Somos como hermanos, nos conocemos mucho, con una mirada nos comunicamos. Somos diferentes en todo, pero a la hora de crear y de hacer algo, tenemos química.

_También sos compositor… ¿En qué te inspirás?
Las mujeres siempre son una fuente muy importante de inspiración. Los mejores momentos para componer son cuando te enamorás, te separás o cuando te recuperás y superás el duelo. En medio de la relación no componés nada (risas).

_Has hecho muchas cosas locas en tus programas…
Comí gusanos vivos en la selva ecuatoriana. Me pusieron 70 kilos de víboras en el cuello, recorrí mucho el país y me aventuré. Estuve por lugares que nunca pensé visitar, desde Galápagos hasta la selva. Presenté un programa disfrazado con el traje de una etnia y dijeron que ya era chamán. Hice una apuesta, me pelaron en vivo y luego dijeron que ya era hare krishna (risas).

_¿Qué es lo más arriesgado que has hecho?
En el programa Fuera de foco, en el que hacíamos periodismo de investigación, hice cosas muy arriesgada y sin fumarme nada, lo juro. Me tiré al río Uruguay, cuando Argentina tenía un conflicto con la papelera Botnia. Salvé la vida de milagro al hacer un despacho arriba de un camión en la autopista y casi me llevo el puente por delante. Me metí a lugares bravos de ‘narcos’. Mis hijos me querían matar, porque no medía las cosas, pero ya me tranquilicé.

_¿Cómo ves el humor?
En mi país cada vez son menos los programas de humor. Existen más realitys, como en toda América, o gente cantando en los canales, se han puesto de moda, porque son más sencillos, fáciles y baratos. Hacer programas de humor es más complicado. Hay que contratar actores, prepararlos, ver vestuario y maquillaje. Disfruto mucho los domingos haciendo Sin codificar, que es uno de los pocos programas de humor que quedan en Argentina.

_¿Tienden a desaparecer?
No creo. Son épocas.

_¿A qué humoristas admirás?
Algunos de los que admiraba ya se han muerto, como Alberto Olmedo. Ahora me gusta Antonio Gasalla. Mi hijo es un buen humorista, de la nueva generación. De afuera uno cae en los clásicos como Chaplin y Los tres chiflados. Me encanta el humor de situaciones, no tanto así los chistes.

_¿Es difícil ahora hacer humor con la política?
Sí. No sé si los canales están casados con algún político, tienen alguna línea editorial o no se quieren comprometer mucho para que no le levanten la pauta publicitaria. En la época de Videomatch, cuando estaba Menem, si había que reventarlo por algo lo hacíamos, no había censura. Ahora en Argentina hay muchísima actualidad política como para ponerle humor y no se la explota. Antes había más libertad. Después de 2000 cambió todo.

_¿Qué ha sido lo más difícil de tu trabajo?
Hacer humor cuando no estás de humor. Cuando se prende la cámara para actuar tenés que pensar en que debés hacer rír a la gente sin importar si estás con ganas, si estás triste, te peleaste con tu pareja o si tu padre se está por morir, debés hacerlo igual.

_¿Se puede vivir del humor?
No sé si todos, yo sí puedo, tampoco es que uno se haga millonario y que marque una gran diferencia, tampoco la exijo. Soy feliz con lo que tengo y lo que hago.

_¿Qué da más dinero… la música o el humor?
Es circunstancial. Por ahí ahora pega una canción y al año ninguna. Hasta ahora sigo cobrando derechos de autor por las canciones El oficio de ser mamá y Bombacha veloz. Cuando acordás tenés en tu cuenta de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (Sadaic) algunos dólares porque una radio pasó una de mis composiciones. Eso es lo bueno de haber hecho una obra que se sigue escuchando. El artista vive de eso también. Otras veces en lugar de recibir te toca depositar dinero para obras sociales.

En la intimidad

Esta lo hizo  conocido en el mundo de la  televisión  Es un hombre apasionado por la música, a la que considera como su cable a tierra y con la que ha ganado buen dinero.

Esta lo hizo conocido en el mundo de la televisión Es un hombre apasionado por la música, a la que considera como su cable a tierra y con la que ha ganado buen dinero.

_¿Cómo es un día en tu vida?
Son muy distintos. El domingo hice Sin codificar, salí de ahí, me tomé un avión y me fui a un show a Córdoba. Me levanté a las 4:00, volví a Buenos Aires y de ahí me vine a Santa Cruz. Llegué y me fui a un programa de televisión y al otro día hice siete notas. No paré. Pero no siempre es así, puede ser que mañana esté más tranquilo y libre. Tengo días muy intensos o muy relajados. A veces grabo o escribo para el programa. No tengo una agenda ni horarios definidos. Me acomodo.

_¿Qué te gusta hacer en tus días libres?
Suelo irme a mi casa de campo, comprar árboles y plantarlos. Allá tengo el piano. En otros momentos me gusta también no hacer nada. No hacer nada es nada. Solo es cargar mi termo y el mate y caminar descalso por el pasto y disfrutar de la naturaleza.

_¿Te gustan las plantas?
Me encantan. Me gusta convertirme en jardinero y cuidar de mis plantas, que las tengo de todo tipo.

_¿Qué ha sido lo más triste que te ha sucedido en la vida?
Tienen que ver con duelo, como la muerte de mi viejo y con mis dos divorcios. Pero dentro de todo, soy un agradecido con Dios porque he tenido una vida feliz y tranquila. Tengo hijos sanos, talentosos e independientes. Tengo trabajo, mi casa, una novia que me ama y a la que amo. Tengo buenos amigos, viajo por el mundo haciendo cosas y proyectos. Me han llamado para actuar en la película Lusers a mis 50 años y eso es porque valoran mi talento. Estoy muy contento con la vida que Dios me ha regalado.

_¿Qué buenos recuerdos tenés de tu infancia?
Me crié en un lugar que se llama Funes, en Rosario, arriba de los árboles, pescando ranas, casando pajaritos y leyendo mucho, porque mi papá me compraba libros de aventuras. Tengo en mi cabeza recuerdos muy gratos jugando con amigos al fútbol en canchas de tierra, del ‘cole’ al que no me gustaba ir nunca y tuve que hacerlo, y de mis primeros acordes en un órgano que me regalaron a mis 12 años, que fue lo que me hizo volcarme a la música. Antes solo tocaba flauta y si encontraba un piano en algún lado con una mano lo tocaba de oído. Luego mi viejo me regaló un piano y de ahí me dediqué más a eso.

_¿Te apoyaron tus padres?
Cuando le dije a mi viejo papá quiero ser músico, se agarró la cabeza y me dijo: nooo… ¿estás seguro? Le dije que sí y al ver que era lo mío, me apoyó, al igual que mi mamá, Delia Beltrán, gracias a Dios. Mi primer banda la formé a los 18 y la que tengo ahora a los 25. Hubo muchos años que no tocamos pero luego nos juntamos y seguimos. Ahora vuelvo y tengo un show en Argentina. Cuento con una banda llena de sonido y con músicos de gran nivel.

“mi mayor éxito y mi más grande orgullo es ser padre de esos dos talentosos que tengo como hijos... ellos son lo mejor y lo más hermoso que tengo en la vida...”

“Mi mayor éxito y mi más grande orgullo es ser padre de esos dos talentosos que tengo como hijos… ellos son lo mejor y lo más hermoso que tengo en la vida…”

_¿Cómo fue tu adolescencia?
Como todos, una c… Era bien fregado y rebelde, como suele ser esa etapa pero nada malo, he sido muy sano. Nunca fumé ni me emborraché, eso sí, hice cosas muy locas. Cuando uno es padre dice: cómo le hice esto a mis viejos.

_¿Alguna vez sufriste por amor?
Siempre se sufre por amor, si no es que nunca te has enamorado. Desde los cinco años que tuve mi primera novia en preescolar, sufrí. Después en cuarto grado me reenamoré de una chica que no me tiraba un peso de bola. Me iba frente a su casa esperando que salga solo para verla. Después me casé dos veces y me divorcié y también sufrí. Ahora estoy bien, muy enamorado de mi novia Mayra, con la que vivimos juntos.

_¿Te volverías a casar?
Definitivamente, no.

_¿No crees en el matrimonio?
No es que no crea en el matrimonio, sino que no creo que sea importante la parte legal. Veo que está por demás porque la gente se casa y se separa muy rápido, no hay la paciencia que tenían nuestros padres que se casaban para toda la vida. Ahora se vive solo el presente. Eso sí, creo en la pareja y en el amor.

_¿Qué es lo más loco que has hecho por amor?
Creo que la mayor locura que hice fue casarme (risas).

_¿Has llorado alguna vez?
Soy un llorón tremendo. Me hace llorar cualquier cosa buena, como la música, soy muy sensible a las interpretaciones. El cine también me hace llorar.

_¿Cómo te definís?
No puedo hablar bien de mí, eso lo debe hacer la gente que me rodea. Pero te puedo decir lo malo. Soy excesivamente pasional, cosa que no está bien, porque trae problemas demostrar que te gustan mucho ciertas cosas. Eso para las negociaciones es muy malo. Soy muy severo con el trabajo. Podría serlo menos y disfrutarlo más. Quisiera ser un poco más maduro.

_¿Sos de contar tus cosas y desahogarte con tus amigos? ¿Con Pachu por ejemplo?
Yo soy más abierto con él. Pachu es más cerrado. Mis amigos creo que me han visto la cara, me cuentan todo y se desahogan conmigo cuando me junto con ellos. Me han tomado de sicólogo, se la pasan hablando y no me preguntan nunca cómo estoy. Estoy pensando ya en cobrar la sesión (rsias). Tengo buenos amigos, no me puedo quejar.

_¿A las cosas negativas siempre le buscás el lado bueno?
Es que uno no aprende de las cosas positivas, sino de los fracasos, estos ayudan a crecer. Bielsa dice que de los éxitos no se aprende absolutamente nada, sino de los fracasos y es una de mis filosofías de vida.

_¿Cuál es tu mayor éxito?
Ser padre de esos dos talentosos que tengo como hijos, Miguel y María. Sin ninguna duda, ese es mi mayor éxito y mi más grande orgullo. Ellos son lo mejor y lo más hermoso que tengo en la vida.

Se le ilumina la cara cuando habla de su hija María ha cantado junto con su padre, y también con su hermano, algunas canciones. Es una talentosa cantante, asegura Pablo.

Se le ilumina la cara cuando habla de su hijaMaría ha cantado junto con su padre, y también con su hermano, algunas canciones. Es una talentosa cantante, asegura Pablo.

_¿Y tu mayor fracaso?
No sé… He hecho de todo, cosas buenas y otras intrascendentes, los fracasos no me parecen tan fracasos, porque uno aprende.

_¿Te gusta la noche?
No soy salidor, nunca lo fui. Me gusta ir a comer, pero no a trasnocharme. He sido muy tranquilo y disfruto más de la vida familiar.

_¿Te cuidás en las comidas?
Trato de cuidarme siempre. No tomo alcohol. En Argentina como más pollito y ensalada. Cuando viajo me doy mis gustos y pruebo de todo, como ahora que mi amigo Sergio Mier y su esposa me han hecho probar cosas ricas.

_¿Practicás deporte?
Me encanta el fútbol, juego todos los martes y si puedo, otros días también. Trato de ir al ‘gym o de salir a correr y caminar.
Sos hincha de Newells… ¿Vas al estadio a apoyar a tu equipo?
Iba antes, pero el fútbol en Argentino está agresivo. En el momento que te meten un gol, te miran con una cara como diciendo: ¡nunca venís y ahora que venís perdemos, andate yeta!

_Si no fueras músico y humorista, ¿a qué te hubieses dedicado?

Sería futbolista

Fuente: eldeber.com.bo