Un equipo de científicos ha identificado un coral fósil del Jurásico que ofrece pistas sobre cómo se recuperan las especies tras los cambios globales.
Hace unos 200 millones de años se produjo una gran extinción masiva que afectó a más de la mitad las especies que habitaban nuestro planeta. Durante este evento desaparecieron anfibios, reptiles y un buen número de animales marinos. Aunque no se conocen a ciencia cierta las causas de este colapso de la biodiversidad, producido a finales del periodo Triásico, los registros geológicos y paleontológicos apuntan a un cambio del clima global.
Los corales son organismos muy vulnerables a estas grandes variaciones en las condiciones ambientales. Al igual que las colonias actuales se encuentran gravemente amenazadas por el cambio climático, durante la extinción masiva del Triásico-Jurásico los arrecifes fueron golpeados duramente por las fluctuaciones en la temperatura y acidez del océano. Después de esta gran extinción, a los corales les llevó más de 20 millones de años recuperarse.
Un equipo de la Universidad de Montana, en EEUU, estudia precisamente esta recuperación. Para ello analizan los fósiles encontrados en las rocas del cañón de New York, en Nevada. Esta zona del desierto es rica en rocas sedimentarias que se fueron depositando en el límite del Triásico-Jurásico, y ofrece por tanto un entorno perfecto para encontrar más pistas que permitan a los científicos desvelar los misterios de la extinción masiva de especies que se produjo en este periodo.
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Los primeros supervivientes
Los investigadores, que publican sus resultados en la revista GSA Today, de la Sociedad Geológica de América, han encontrado en esta región los primeros fósiles de coral que aparecieron después del evento de extinción masiva del Triásico-Jurásico. Dichos corales pertenecen a la familia Stylophyllidae y, según explican los autores del trabajo, “son solitarios y suelen vivir bajo barro espeso,característica que pudo haber ayudado en su supervivencia durante esta época tan tumultuosa. Otra posibilidad es que hubieran migrado desde otras zonas de Pangea”. En cualquier caso, ellos fueron los primeros representantes a partir de los cuales los corales pudieron recuperarse y diversificarse a lo largo de millones de años.
Además de los corales, el equipo menciona en su trabajo a otras especies de bivalvos, gasterópodos y amonites que completan la descripción del panorama de la fauna después de la extinción masiva. Un estudio que no solo ayudará a comprender lo que sucedió en ese momento, sino que “también ofrece una valiosa información para comprender el peligro al que se enfrentan los arrecifes de coral actuales”, han matizado los investigadores.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/