Los amores del Kjarkas


Elmer Hermosa habla de la importancia que han tenido las mujeres en su vida

una familia  muy unida elmer  aprovecha  su tiempo libre para  compartir con sus hijos, ahora viaja  acompañado de la menor, killa

Una familia muy unida Elmer aprovecha su tiempo libre para compartir con sus hijos, ahora viaja acompañado de la menor, Killa

Jilguero flores es una canción que los Kjarkas dedican a los hombres seductores que son dulces, y a la vez peligrosos, para las mujeres. A raíz de eso se tejió la versión de que el tema fue compuesto por los hermanos Hermosa inspirado en la vida del benjamín de la familia, Elmer, aunque él se empeña en afirmar que no tiene nada de picaflor y más bien se considera tímido.



En sus relaciones ha sido de durar y le ha gustado tener una pareja y cuidarla, pero llega un momento en el camino en el que cambiaba de enamorada y por eso lo estereotiparon como el jilguero flores.
Sea verdad o no, lo cierto es que las mujeres han jugado un rol muy importante en la vida de Elmer, comenzando por su madre, Elvira Gonzales y continuando por sus hijas Wayra y Killa, sus hermanas, Rosa y Margarita, además de su exesposa, Christina Andresen, con quien estuvo casado durante casi tres décadas y es madre de Wayra (23) y Jonathan (22).

El pasado viernes 13, Elmer, que nació en la población de Capinota (Cochabamba), cumplió 55 años, pero al verlo vestido muy al estilo Justin Bieber, como nos recibió para la entrevista, aparenta tener menos años. Su serenata la pasó en Santa Cruz en un concierto que ofrecieron Los Kjarkas junto con Ch’ila Jatun, mientras que su cumpleaños lo celebró en otro recital, pero ya en Sucre.

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Su trato es muy galante, cordial y amable, lo que quizá algunas pueden confundir con coqueterío y causarle más de un inconveniente al kjarka, que hace cinco años está soltero, luego de la separación de su esposa. Asegura que hoy por hoy está solo y sin más amor que el de sus hermanos y de sus hijos, dedicado a la música y a recuperar el tiempo perdido con ellos.

¿Se dice que es un picaflor que vuela de rama en rama? Le consultamos, a lo que sonriente responde que no es así y que más bien le gustan las relaciones largas, no por nada su matrimonio duró casi 30 años, pero resalta que fue más porque Cristina, a la que considera que ha sido su gran amor, aguantó mucho su vida de artista

Acaba de cumplir  55 años Por su estilo de vestir, su potente voz y su carácter superjovial, Elmer aparenta tener menos años de los que tiene.

Acaba de cumplir 55 añosPor su estilo de vestir, su potente voz y su carácter superjovial, Elmer aparenta tener menos años de los que tiene.

“No soy para nada seductor. Soy más bien un poco tímido”, manifiesta. No obstante, su hija Killa, entre risas lo desmiente. “¿Tímido? ¡Qué va, para nada! Es un gran coqueto. Uno puede darse cuenta de ello hasta cuando está en el escenario, esos ojitos se le van mirando a las chicas. Es todo un picaflor”, asevera la surrapa de Elmer.

Matriarca de los Hermosa
Picaflor o no, lo cierto es que su primer gran amor fue su madre, doña Elvira, que se fue de este mundo en octubre de 2013, casi a la edad de 101 años. Con ella Elmer mantenía una excelente relación y siempre que podía estaba a su lado. La cuidó hasta lo último y sufrió mucho con su partida. Era tanto el amor que su progenitora sentía por su surrapo que prácticamente murió en sus brazos.

Esperó que llegara Elmer de una gira que tenía la agrupación. Luego de darle un abrazo y un beso a su retoño, doña Elvira dijo que estaba cansada y que quería descansar. Al rato dejó de respirar. “Elmer era su adoración, su adulado. Era el hijo que no esperaba y que le llegó cuando ella ya estaba prácticamente en la menopausia”, según cuenta Margarita, la penúltima de los hermanos Hermosa.

Elmer dice que su madre fue el pilar fundamental de su familia. Gracias a ella casi todos sus hermanos, excepto él y Ulises, salieron profesionales, que se dedicaron completamente a la música desde pequeños. “Doña Elvira hizo mucho por nosotros, tuvimos una madre muy amorosa y cariñosa, aunque en un principio se opuso a que seamos músicos porque en aquel tiempo no eran muy bien vistos los cantantes y se pensaba que solo se dedicaban a las borracheras y a las mujeres, al final era nuestra fanática número uno”, rememora la voz de Los Kjarkas.

Agrega que su progenitora fue una mujer con buenos valores y principios, muy fuerte, sana y llena de energía. No por nada vivió más de 100 años. Se convirtió también en la principal fuente de inspiración para la composición de varios de los éxitos musicales del grupo folclórico. Acompañó a sus hijos hasta lo último y los adiestró para sobresalir en la vida e incluso les enseñó a prepararse sus propias comidas.

Doña Elvira Gonzales de Hermosa Elmer fue el último regalo inesperado que Dios le envió, decía la mamá de los Hermosa. Era su adulado y fue quien estuvo a su lado en los últimos momento de  su vida.

Doña Elvira Gonzales de HermosaElmer fue el último regalo inesperado que Dios le envió, decía la mamá de los Hermosa. Era su adulado y fue quien estuvo a su lado en los últimos momento de su vida.

“Mi madre, mis hijas, mis hermanas y mi exesposa influyeron mucho en mi vida. Ellas me han hecho ser la persona sensible que soy hasta ahora. El contacto y la mano femenina hace que uno se vuelva más romántico y más delicado para ver y disfrutar los pequeños detalles de la vida y amar la naturaleza, las flores y las plantas. Mi mamá, en especial, me transmitió todos los valores humanos que tengo”, señala el cantante.

La luz de sus ojos
Para Elmer, Wayra y Killa son la niña y la luz de sus ojos. Son las más hermosas flores de su jardín. La relación que ambas dicen tener con su progenitor es de mejores amigos, porque se cuentan todo, tienen mucha confianza y saben que con su padre pueden contar siempre, en cualquier situación y pase lo que pase.

Las dos lo apoyan en todo, en especial Killa, que es con la que ahora comparte más tiempo porque viajan juntos, ya que la jovencita que acaba de cumplir 21 años, estudiante de Comunicación Social y modelo, desde hace poco más de un año y medio forma parte del cuerpo de baile de Los Kjarkas.

Según el jilguero de los Andes, como lo presentan en Los Kjarkas en sus conciertos, su primogénita Wayra (23) es más tímida y no quiere mostrar que tiene talento para cantar. Cree que se lo tiene bien escondido. De bailar ni qué se diga. Ella se parece mucho a su madre, ya que Christina nunca bailaba con él, ni siquiera en las reuniones familiares y mucho menos en las discotecas.

“Mi papá es mi mejor amigo. A pesar de que no ha estado en todos los momentos de mi vida y que mi mamá tuvo que batírselas muchas veces sola conmigo y mi hermano, cuando llegaba de sus viajes se dedicaba a nosotros y compartía mucho. Es un hombre cariñoso, con mucha chispa y, sobre todo, muy confiable”, expresa Wayra, una joven azafata de BOA, que vive con su madre y que hace cinco años se convirtió en mamá de Joshua.

Bailarina de Los Kjarkas
Killa, la menor de los hijos y fruto de una relación de Elmer con Mónica Aguilar, una exbailarina de Los Kjarkas, es la confidente y compañera incondicional de su padre. Vive con él y su hermano Jonathan desde hace más de cinco años. Se parecen mucho en todo. Tienen el mismo carácter y los mismos gustos. Ellos, según los Hermosa, son los locos del grupo folclórico.

Killa, la bailarina Su pasión por el baile está por encima de su gusto por la música. Es modelo y estudiante de Comunicación social.

Killa, la bailarinaSu pasión por el baile está por encima de su gusto por la música. Es modelo y estudiante de Comunicación social.

El baile es su pasión. Nació para moverse al son de la música. Cuenta que desde pequeñita le ponían las canciones de su papá y de inmediato comenzaba a agitarse y a saltar. Aunque canta, pero no profesionalmente, asegura que lo suyo es la danza, al igual que en su juventud lo fue de su madre. Desde bien chiquitita pasó clases de ballet, por lo que a iniciativa de su padre comenzó a bailar con Los Kjarkas y en poco tiempo ha llegado a conocer varios países.

Sobre su relación con el kjarka, afirma que no es de padre e hija, es más bien de mejores amigos. Ellos se cuentan todo y si bien durante su infancia y adolescencia por sus constantes viajes no compartieron mucho y tiene pocos, pero lindos recuerdos, con su progenitor, ahora que viven, trabajan y viajan juntos, están recuperando el tiempo perdido.

“Me cuida y se preocupa por mí en todo. Es mi superhéroe y mi protector. Él me dice ‘su monstrito’, porque me parezco demasiado a él y eso le da miedo, porque él es un tiro al aire. Somos los loquillos de Los Kjarkas, siempre estamos riendo y molestando a los demás. Nunca se enoja y más bien nos aguanta mucho, en especial a mí y a mi hermano que vivimos con él”, indica, luego de precisar que cuando su padre volvía de sus viajes trataba de que los pocos momentos que dedicaba a su familia, sean inolvidables.

Dos hermanas Hermosa
Sus hermanas Rosa, la mayor de las mujeres y Margarita, que era melliza de Ulises, también han sido muy importantes en la vida de Elmer, en especial la segunda que era la que lo antecedía y que acompañaba a sus hermanos a cantar pero solo en algunas ocasiones, dado que en criterio de su madre, ese ambiente no era propicio ni siquiera para los varones, peor lo iba a ser para las mujeres.

Así que Rosa y ella se abocaron a estudiar, formándose en Literatura y dedicándose durante algunos años a la docencia. Ahora Margarita es subdirectora de Educación Especial en la Dirección Departamental de Cochabamba, mientras que Rosa estudió Trabajo social.

Margarita recuerda a su hermano siempre cantando y reuniendo a sus amigos del barrio en la puerta de su casa para hacer dúos y tríos. “Creo que nació cantando. La música la lleva en el alma. No me imagino a Elmer haciendo otra cosa”, insiste.

Describe al benjamín de los Hermosa como un hombre muy sensible, amoroso, solidario, amiguero, muy galante y, sobre todo, amante de su familia.

Sobre el calificativo de picaflor que se le ha impuesto a su hermano, argumenta que, como todo artista, se debe a sus fans, por lo que siempre le ha tocado compartir con las chicas. Añade que como Elmer es una persona amable y galante, entonces eso muchas veces se presta a malas interpretaciones y las mujeres confunden esas situaciones.
“Su vida privada es de él. No nos metemos en nada, aunque chicas nunca le ha faltado, porque las fans siempre están al acecho”, resalta.

Sus grandes amores
El jilguero de los Andes era muy enamoradizo y dice que como todo artista que gana fama, pasaron muchas mujeres por su vida, pero solo una dejó huellas bien profundas en su vida: su exesposa, ella fue la musa a la que le compuso y dedicó muchísimas canciones, en especial, las más románticas. Una de ellas y la que más le gusta es El cielo es así.
Su primer amor, Marianela, era una jovencita que lo impactó, pero que también lo hizo sufrir porque hirió sus sentimientos. A raíz de ello, sus hermanos le compusieron una canción, Pequeño amor.

Son muy  parecidos en todo aspecto En Los Kjarkas a Elmer, la voz principal, y a Killa, bailarina, los conocen como los locos del grupo folclórico. Siempre están molestando o contando chistes a sus compañeros. Son muy queridos.

SURRAPA Y CONFIDENTE DE ELMER
Son muy parecidos en todo aspectoEn Los Kjarkas a Elmer, la voz principal, y a Killa, bailarina, los conocen como los locos del grupo folclórico. Siempre están molestando o contando chistes a sus compañeros. Son muy queridos.

Mónica Aguilar, la madre de Killa, también fue importante en la vida de Elmer. La hija cuenta que esa relación surgió en una etapa en la que Christina y su padre estaban separados. “Mi madre no iba a aguantar la vida de mi papá siempre de viaje y dando poco tiempo a su familia. La única que lo hizo fue mi mamá Cristina, una gran mujer a la que conozco desde pequeñita y a la que quiero mucho porque me aceptó como una hija más”, manifiesta Killa.

¿Se volverá a casar?
Elmer considera que para un artista es muy difícil mantener una relación estable, porque no está siempre en el mismo lugar, como sucedió con su vida. Casi nunca estaba en su casa. Reafirma que es muy complicado que una mujer pueda aguantar la vida de un cantante y en eso se escuda al hablar de su fracaso matrimonial después de tantos años.
Viajaba demasiado, acota, un día estaba en Cochabamba, al siguiente en Argentina, luego en Ecuador, Chile y después Estados Unidos, volvía, hacía maletas y se iba nuevamente a Europa. Así transcurrió su vida, lo que ni siquiera permitió que pueda darles el amor que necesitaban sus hijos y su esposa

La mamá de Wayra y Jonathan Christina Andresen dejó su vida en Alemania. Al terminar su bachillerato se vino a Bolivia y se casó con Elmer. Después de casi 30 años, hace un lustro se divorciaron.

La mamá de Wayra y JonathanChristina Andresen dejó su vida en Alemania. Al terminar su bachillerato se vino a Bolivia y se casó con Elmer. Después de casi 30 años, hace un lustro se divorciaron.

“Más bien Christina soportó 30 años de esa vida y por eso siempre decía y soñaba con que le iba a hacer un monumento, pero como todo en la vida cansa, a ella también le llegó el límite y finalmente nos divorciamos”, cuenta, aunque no por eso ha dejado de creer en el matrimonio.

Al hablar de Christina, lo hace de una manera muy especial y con mucho cariño y agradecimiento, por lo que le preguntamos la posibilidad de retomar la relación. Pero Elmer cree que es muy difícil, aunque tal vez podría darse si la voz principal de Los Kjarkas dejara de cantar, lo cual no es muy factible. “Por lo pronto creo que cada uno debe buscar su vida, su destino y un nuevo horizonte para sus sentimientos y para su corazón”, insiste.

Hace hincapié en que si bien se divorció no le cierra las puertas al matrimonio, siempre y cuando vuelva a encontrar el amor. “Tal vez me toque pronto o quizás sea en el ocaso de mi vida, pero cuando eso suceda, creo que será para siempre y trataré de darle todo lo que quise y no pude a la mujer de mis sueños”, concluye el Jilguero de los Andes

La primera  de sus hijos Wayra es la primogénita de Elmer y uno de sus más grandes orgullos. Ella ya lo hizo abuelo.

La primera de sus hijosWayra es la primogénita de Elmer y uno de sus más grandes orgullos. Ella ya lo hizo abuelo.

Fuente: eldeber.com.bo


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