6D: el desafío de la comunidad internacional


venezuelaFinalmente, llega el día clave de votación en Venezuela, que definirá una nueva composición de su Asamblea Nacional y que podría sentar las bases para un proceso de transición a una democracia real.Aunque la responsabilidad mayor está en manos de los propios venezolanos, la comunidad internacional no puede permanecer indiferente, sino hacer un estrecho seguimiento y presión para que los comicios se lleven a cabo con toda la normalidad posible, sabiendo que la anormalidad y la asimetría son las reglas en el híbrido chavista.Tanto los organismos internacionales (la rectificada OEA de Almagro y otros) como la prensa y los partidos democráticos de la región, tendrán que estar atentos a cualquier conato de fraude electoral, tanto de uno maximalista (que le dé el triunfo al PSUV) como de uno minimalista (que restinja la victoria opositora a una mayoría simple, a corta distancia del chavismo).Pero probablemente esto no sea suficiente. Como bien señala el analista Andrés Oppenheimer, el truco de Maduro puede estar reservado para varios días o semanas después del sufragio, cuando la atención internacional se haya desviado hacia otros focos de tensión.La jugada bien podría consistir en crear un poder paralelo al de la AN, una especie de Asamblea Popular a la que se transfieran parte de las funciones del Legislativo. Por descabellada que suene la idea, Maduro ya lo hizo con la alcaldía de Caracas, cuando tras la victoria del opositor Antonio Ledezma el régimen creó un “Distrito Capital” al que se dotó con la infraestructura y el presupuesto que correspondían a la comuna.Así que el seguimiento crítico internacional deberá sostenerse en el tiempo…[email protected]