Todo está bien en el mejor de los mundos posibles. La frase de Leibniz podría resumir el País de las Maravillas expuesto por el presidente Evo Morales en una entrevista reciente, donde no asoma el menor atisbo de autocrítica.“Todos los resultados en lo político, económico y social están en récord”, dice el mandatario, para quien el gigantesco desvío de recursos en el Fondioc es sólo “microcorrupción”.Para el caudillo cocalero, cualquier cuestionamiento o disidencia es parte de una campaña siniestra orquestada desde los Estados Unidos, confirmando su visión maniquea y antipluralista.Todo apunta a que el “Jefazo” está encerrado en una burbuja de irrealidad creada por la camarilla palaciega, la manipulación de cifras oficiales, el aparato de propaganda estatal y el culto a la personalidad.Como al presidente argentino Hipólito Yrigoyen, a quien su entorno le imprimía un diario falso para hacerle creer que todo iba correctamente mientras su país se hundía en la crisis, es posible que a Morales también le estén pasando un “diario de Yrigoyen”…[email protected]