Un reportaje de CNN sobre el mega-escándalo de corrupción en el Fondo Indígena motivó la furia del régimen, incluido el caudillo Evo Morales y varios de sus acólitos, como los ministros Marianela Paco y Carlos Romero (este último llegó a perder los estribos en contacto con la citada cadena).Morales dijo que CNN no informa ni hace entrevistas sino que genera “debate político”, y acusó al al medio de representar al “imperio norteamericano”.Esto merece algunos comentarios: para empezar, el producir debate político es lo normal en una democracia, pero por lo visto el mandatario cocalero prefiere el pensamiento único y la propaganda hegemónica.Por otro lado, la cadena en cuestión suele representar la opinión de la centroizquierda norteamericana, con lo cual la estigmatización derechista intentada por personeros gubernamentales cae francamente en el ridículo.Por último, un gobierno que ha convertido a todos los medios públicos de comunicación en simples órganos de propaganda y guerra sucia, tiene poca y ninguna moral para criticar cualquier sesgo periodístico.En vez de enojarse con el mensajero, la administración evista debería promover el procesamiento de los principales responsables por los manejos irregulares en el Fondioc, lo que incluye a ex ministros y otros en funciones…[email protected]