Tras el recuento, se informó que Tinelli y Segura tenían 38 votos cada uno, porque en alguno de los sobres había dos sufragios. Marcelo Tinelli se agarraba la cabeza, no podía creer lo que le contaban. El anuncio, minutos después, le dio claridad a la incertidumbre: habían votado 75 asambleístas pero de los sobres habían salido 76 votos, 38 para el vicepresidente de San Lorenzo y 38 para Luis Segura, actual presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).Todo se desarrollaba con normalidad y televisado por la AFA en su canal de YouTube. Incluso, luego de pasar los 75 asambleístas, la elección se cerró con un aplauso cerrado. Entonces, se sacaron los sobres, mostraron la urna vacía, comenzaron a abrirlos y a sacar los votos y a contarlos. Una, otra, y otra vez. Nadie entendía que pasaba. Había señas de Daniel Angelici, presidente de Boca, y de Claudio Tapia indicando que había un voto de diferencia. Nadie imaginaba lo que vendría después.Tras el recuento de votos el resultado dio un empate 38 a 38. Insólito, sobró un voto. Uno a uno pasaron los 75 asambleístas que elegían en el salón de futsal del predio de Ezeiza entre Luis Segura y Marcelo Tinelli. Pero no hubo ganadores ni perdedores. Tras el recuento de votos tomó la palabra Daniel Angelici, presidente de Boca: «Somos hombres de bien», dijo y propuso votar a mano alzada. Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán, pidió la palabra y se refirió a los dirigentes de los clubes del interior que tuvieron que abandonar la asamblea para regresar a sus provincias. Enseguida, Pascual Caiella, vice tercero de Estudiantes, sugirió un cuarto intermedio para resolver la situación. Y por último, Jorge Brito, vice primero de River, apeló al estatuto: «Si no están todos los asambleístas, debemos postergar la elección». La asamblea no finalizó y pasó a cuarto intermedio.Clarín – Buenos Aires