¿Cómo empezó la búsqueda?
En 1846 el astrónomo francés Urbain LeVerrier observó perturbaciones inexplicables en la órbita de Urano, que resultó que se debían al efecto gravitatorio de otro planeta. Fue entonces cuando, gracias a LeVerrier, se descubrió Neptuno, recuerda Gizmodo.Pasados unos años, perturbaciones parecidas fueron detectadas en la órbita de Neptuno, y se pensó que también podía tratarse del efecto de un planeta.El término Planeta X fue usado por primera vez por Percival Lowell, millonario de EE.UU. y entusiasta del espacio, que murió sin lograr su objetivo.
¿Fue hallado en 1930?
En 1930 Clyde William Tombaugh localizó un objeto celeste que, según creía, explicaba las perturbaciones en la órbita de Neptuno. Se trataba de Plutón.Sin embargo, en 1992, nuevos datos aportados por la sonda Voyager sirvieron para recalcular la masa de Neptuno a la baja y, de paso, explicar las perturbaciones.
Las teorías
Pese a todo, la búsqueda del Planeta X siguió dando pie a todo tipo de teorías, muchas de las cuales forman parte de la pseudociencia.Según una idea denominada ‘hipótesis Némesis’, el supuesto planeta, que se encuentra más allá de Plutón, es una estrella oscura que orbita a la altura de la nube de Oort, lo que convertiría a nuestro Sistema Solar, caso de existir, en un sistema binario, explica Gizmodo. No obstante, esta hipótesis ya ha sido descartada por astrónomos. Otra teoría del científico John Matese apunta a que podría tratarse no tanto de un planeta, sino de un gigante gaseoso denominado Tyche.
Fuente: actualidad.rt.com
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