El exmagistrado, conocido en el mundo jurídico con ese apelativo, habló con Página Siete de la impunidad, la retardación de justicia y la prescripción de delitos.Gabriel Díez Lacunza / La Paz
Gherardo Colombo es un exjuez italiano, natural de Milán, nacido un año después del fin de la Segunda Guerra Mundial. Hoy, a sus 70 años, y tras casi una década después de su retiro de los juzgados, el exmagistrado Manos Limpias, conocido por luchar contra la mafia y la corrupción en su país, habla desde Bolivia sobre la impunidad, la retardación de justicia y la prescripción del delito.De cabellos plateados, escasos y ensortijados, Colombo es recordado en el ámbito jurídico internacional por llevar adelante el caso «Manos limpias, en el que a principios de la década de los 90 se procesó a más de 1.000 personas entre políticos y empresarios italianos vinculados con el soborno. En su momento llegó a realizar investigaciones sobre el polémico expresidente italiano Silvio Berlusconi.Página Siete conversó con el exjurista el pasado jueves 14 de enero, en instalaciones de la Vicepresidencia del Estado. Colombo llegó a Bolivia invitado para brindar una conferencia sobre sus conocimientos y experiencias en su área -actividad que realiza desde 2007, cuando cesó su rol activo de juez-, y compartió con este medio algunos criterios relacionados con la práctica jurídica.»Un juez no debe equivocarse en ningún caso. He resuelto muchos casos de corrupción en Italia, de mafia, pero todos son importantes en el mismo nivel, responde cuando se le pregunta sobre el caso más duro que le tocó llevar.Una de sus técnicas de investigación preferidas es seguir la pista del dinero. A partir de ello -considera- es importante cruzar datos e información, desde cualquier documento de recibo o facturación hasta un contrato de alquiler; de esa manera, afirma, es posible llegar a dar con lo que se busca en una investigación.Por su aporte al sistema legal de su país se lo conoce en el ámbito de las leyes como el juez Manos limpias, a propósito de uno de los casos que lo llevó a la cumbre del área judicial italiana, con la consigna por delante siempre de tener una conducta intachable e incorruptible.Tras nueve años de dedicarse a las charlas, conversatorios y conferencias en distintos países del mundo, su paso por Bolivia atrajo a más de un estudiante de Derecho y de gente que conoce su trayectoria jurídica. A pesar del cansancio del viaje, responde a los requerimientos de sus interlocutores -en un italiano comprensible pero junto a su traductora-, y al hacerlo parece ser un consultorio ético y conductual viviente.¿Qué opina de la prescripción de los delitos?, se le pregunta. «Después de un cierto número de años se puede cerrar un caso pero debe ser un número justo de años, no puede ser de la noche a la mañana, contesta firme.Con anteojos de marco anaranjado, casi transparente, su mirada se posa fija sobre uno al entablar conversación; da la impresión de que su esencia de juez no desaparece con el paso del tiempo. Como autoridad en materia judicial, Colombo tiene en su haber varias publicaciones en el área.Títulos como La legislación de la mafia, colección de leyes contra la mafia o Carta a un hijo de «Manos Limpias son algunos de los textos en los que recupera su experiencia como juez y teoriza sobre la temática penal que se aplica en distintos escenarios, pero sobre todo en los casos de corrupción, sobornos, malos manejos y mafia.»La impunidad es una palabra que no me gusta. Yo no creo en la punición, creo que es necesario pensar en alternativas a la punición. Pienso que es necesario pensar en la educación y en la responsabilidad de enseñar a la comunidad. No debe existir el enfoque punitivo, sino de educación legal, afirma.En la actualidad, Bolivia es el país de América Latina con más presos sin sentencia. En un reportaje de 2014, este medio informó de un estudio en el que se revela que el 83% de las personas encarceladas están en los centros penitenciarios bajo la figura de detención preventiva y no así sentenciados.Sobre este aspecto, Colombo es taxativo al afirmar que «hay que cuidar que no demore tanto lo preventivo. «En Italia hay muchos menos casos que en Bolivia, un porcentaje inferior pero existen. En Italia, el sistema penal prevé que exista un término de la custodia cautelar; si no se demuestra la culpabilidad en un período de tiempo, (el acusado) debe ser liberado, sostiene.Para no desentonar con la labor de casi una década desde su alejamiento de los juzgados y de los tentáculos de la mafia, el exjuez Gherardo Colombo continuará brindando charlas y conferencias a jóvenes estudiantes de Derecho y al público que esté interesado en cómo actuar para darle «un revés a quienes incumplen la ley.
Fuente: paginasiete.bo