
2. CALMA A TU TROLL INTERIORPuede parecer más fácil decirlo que hacerlo, pero cambiar la manera en que nos vemos a nosotras mismas es menos complicado de lo que crees, y tiene mucho que ver con lo que nos decimos a nosotras mismas sobre quiénes somos, y con esa voz horrible y crítica dentro de nuestra cabeza.La próxima vez que salgas de la ducha y tu mezquino troll interior diga: “Caramba, qué muslos te cargas”, dile con voz fuerte: “No, troll. Mis muslos son fantásticos. Son fuertes y curvos y perfectos. Son hermosos porque forman parte de mí, así que ¿por qué no te callas la boca?»Puede parecer tonto, pero confrontar esa voz negativa realmente empezará a erosionar los horribles mensajes que alimentan nuestra insatisfacción. Es un simple ejercicio mental que es sorprendentemente efectivo: dilo las veces que sean necesarias y empezarás a creerlo.La verdad, vivir lamentándose por tener un cuerpo que no corresponde a las imágenes que los medios de comunicación nos dicen acerca de lo que es “perfecto” es un monumental desperdicio de tiempo y energía que podría ser aprovechado para perseguir metas, lograr cosas sorprendentes y divertirse.Sabemos que cerca de 5% de las mujeres tiene el tipo de cuerpo que algunos medios publican como “normal” –como el de Barbie, de 1.76 m de estatura y 58 kg de peso–.La estatura promedio para las mujeres es de 1.67 m, y el peso medio es cercano a los 70 kg. Eso significa que 95% no somos precisamente altas y que, en definitiva, somos voluptuosas. ¡Y así es exactamente como a los hombres les gusta!3. LO EXUBERANTE ES SEXYHelen Goldberg, entrenadora personal, ha detectado lo que los hombres buscan en una mujer. “Las mujeres tratan de mantener un nivel de grasa corporal lo más bajo posible, pero las chicas voluptuosas es lo que los clientes masculinos encuentran sexy”, comenta.“Se fijan en las mujeres con curvas. Que las modelos usen alta costura no significa que la estética sea más atractiva o que ellas se vean mejor desnudas. Cada una está construida de una manera diferente. Imagina un mundo en el que todas las mujeres tuvieran la misma figura y talla, ¡qué aburrido sería! Necesitamos ignorar la báscula y concentrarnos en estar en forma, saludables y felices siendo nosotras mismas”.Otro truco es dejar de comprar ropa de talla más pequeña “para cuando pierdas cinco kilos”’, o guardar ropa que adquiriste para esas vacaciones en Tulum, cuando estabas matándote de hambre para verte más delgada y no has podido usar desde entonces.Cada vez te encuentras interiorizando un mensaje negativo sobre ti mis- ma –que eres gorda, floja y no tienes autocontrol–, lo cual no es realmente lo que eres.“Necesitas recordar que lo que ves en el espejo es en gran medida gracias a tu estado de ánimo, actitud, creencias y estado de felicidad o infelicidad en determinado día”, explica Du Randt. “En otras palabras, lo que ves no refleja la verdad, sino una imagen distorsionada por nuestra mente y nuestros pensamientos”.Si quieres “alivianarte”, un buen ejercicio es hacer una lista de cualidades que las otras personas dicen o han dicho sobre ti, y ponerla en algún lado donde puedas verla todos los días: cosas lindas, reconocimientos de tus fortalezas y competencias, y cumplidos acerca de tu apariencia… porque eso es realmente lo que eres.No eres un número o una medida o un estómago que se rehúsa a ser cóncavo, sino un ser humano único y multidimensional con mucho, pero mucho qué ofrecer.“Sé realista respecto al cuerpo que tienes”, dice Goldberg. “Mantente sana, activa y en forma –pero no persigas un estereotipo que es imposible o sumamente difícil de lograr–”. Sólo estarías predisponiéndote a fallar y ¿para qué?Dona la ropa demasiado pequeña; convéncete a ti misma de que no necesitas ser la persona delgada que nunca has sido, y de que no te interesa todo ese duro trabajo que implica llegar a serlo, ni la inevitable sensación de autodesprecio que sobreviene cuando vuelves a subir de peso. Toma la decisión hoy, y cíñete a ella. Es tan simple como hacerlo.Fuente: Cosmopolitan
