Cochabamba. Omar (hermano de las víctimas) y Alejandra purgarán 30 años de cárcel por el doble asesinato de Gloria y Peggy Adriázola. Un tribunal de justicia de Cochabamba condenó ayer a Omar A. y Alejandra S. a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el asesinato de las hermanas Adriázola. El juicio oral, etapa final del proceso, comenzó el 22 de febrero y concluyó hoy con la lectura de la sentencia contra Omar y Alejandra. El 14 de mayo de 2015, las hermanas Gloria (23) y Peggy (32) Adriázola Bustamante fueron asesinadas con 29 puñaladas (20 en el cuerpo de Gloria y 9 en el de Peggy) OPINIÓN.
Condenan a 30 años de cárcel a Omar y Alejandra por doble asesinato
Los Tiempos / Cochabamba
Omar Adriázola B. (20) condenado a 30 años de cárcel por el asesinato de sus hermanas. | Ana Flores
Alejandra Saavedra B. (20) sentenciada a 30 años, ayer. | Ana Flores
El peso de la justicia cayó sobre Omar Adriázola Bustamante (20) condenado ayer a 30 años de cárcel en El Abra por el asesinato de sus hermanas, Gloria (23) y Peggy (32). Su exenamorada, Alejandra Saavedra Barrozo (20), también recibió la máxima pena a cumplirse en el penal de San Sebastián por disposición del juez Jesús Gonzáles del Tribunal Sexto de Sentencia.La Fiscalía presentó más de 40 pruebas en contra de los sospechosos y testificaron 48 personas. En el último día del juicio la madre de las víctimas intentó convencer al tribunal de la inocencia de su hijo y responsabilizó a la joven del doble asesinato. “Es mi hijo, yo los planee a los tres y los tuve (…) No puedo creer lo que dicen de mi hijo”, dijo la madre, Gloria Bustamante.Asimismo, recordó lo que representaron sus tres hijos para ella. Sin embargo, dijo que el 14 de mayo pasado le destrozaron a su familia. Señaló que desde la tragedia es ridiculizada y amenazada por la familia de Alejandra. “No me siento segura”, expresó ante el tribunal.Contó que Alejandra vivía pendiente de Omar de una forma “desesperada”. Pero, ahora, tiene otro novio en la cárcel y una empleada, vive bien.El tribunal le dio la última oportunidad de hablar a Omar pero éste no la utilizó y se mantuvo en silencio. Al final de proceso se mostró indiferente y no reaccionó a los reiterados pedidos de Alejandra para que cuente la verdad.Finalmente, habló Alejandra. Alterada por el llanto acusó a Omar de ser un “cobarde” por no admitir la verdad. Asimismo, desmintió lo que la madre y los abogados de Omar dijeron. “Cómo podría tener novio después de lo que me hizo el hombre que más amé. No tengo ninguna empleada, me gano el pan del día vendiendo comida. No vivo bien, porque no es mi hogar”, dijo.Finalmente, después de tres horas de deliberación el tribunal dio lectura a la sentencia. Alejandra, al igual que su familia, lloró. Por otro lado, Omar se mantuvo callado y su madre marchó sin dar declaraciones.Los abogados que defienden a Omar señalaron que se trató de un juicio ilegal, por la forma de presentación de pruebas, y anunciaron que presentarán una apelación.Por otro lado, el abogado de Alejandra, Jhasmany Torrico, indicó que su defendida llegó “sólo con su verdad, sin pruebas ni testigos”. También apelará la decisión, pues sostiene que es cómplice y no así autora.La fiscal asignada a la causa, Ana Balderrama, señaló estar conforme con la decisión del tribunal, pues “se hizo justicia para las dos hermanas”.El juicio se respaldó en pruebas científicas como muestras de ADN para identificar a los sospechosos en la escena del crimen.UN CRIMEN PLANIFICADO POR ENVIDIA Y UNA HERENCIA El 14 de mayo, las hermanas Gloria y Peggy fueron brutalmente asesinadas en su casa de Villa Busch. La investigación reveló que Omar y Alejandra planificaron las muertes durante dos meses. Una semana antes compraron somníferos para dopar a las víctimas y a su padre. En un inicio la intención era eliminar a toda la familia para quedarse con una herencia.Omar, además, actuó movido por la envidia hacia su hermana Gloria, mejor que él en el taekwondo y la única campeona boliviana que representaría al país en los Juegos Panamericanos en Canadá, en 2015. Tampoco reparó junto con Alejandra en deshacerse de Peggy, una mujer desvalida a causa de una parálisis cerebral, según lo expuesto en el juicio.La noche del 14 de mayo, la familia, menos la madre, se reunió a cenar una tasa de chocolate mezclada con somníferos por los acusados. El sedante hizo efecto primero en el padre. Su esposa, Gloria y Omar lo llevaron al hospital. En ese lapso Peggy fue asesinada. Gloria perdió la vida al retornar a su casa junto con su hermano. La madre halló a sus dos hijas muertas y a Alejandra en la escena del crimen cuando retornó a recoger un papel.