Tras su furibunda reacción contra las denuncias de la Conferencia Episcopal, que advirtió sobre la “penetración del narcotráfico en esferas estatales”, el régimen evista intentó fallidamente aplicar el “divide e impera”, condecorando a dos sacerdotes jesuitas que Evo Morales considera “del pueblo”.Sin embargo, el mandatario parece haber salido trasquilado, toda vez que durante el acto de entrega del Cóndor de los Andes uno de los homenajeados, el padre Xavier Albó, le pidió que no se presente a una nueva reelección (inconstitucional, ilegal e ilegítima) en el año 2019.“Déjalo al David (canciller) y después puedes volver tú”, le dijo Albó al caudillo cocalero. Lástima que el aludido ministro, David Choquehuanca, mostró que podría ser “para peor la mejoría” al pedir a los sacerdotes condecorados que “no le den comida a los que no estén con el proceso de cambio”.Tampoco debe haber caído muy bien en Palacio el nuevo mandamiento indígena sugerido por Albó a los masistas: ama llunku (no seas adulón), cruda alusión al sistema verticalista imperante en el partido de gobierno…[email protected]