El politólogo Diego Ayo, columnista de medios nacionales e internacionales y director de la Fundación Vicente Pazos Kanki, pone en conocimiento de la opinión pública y organismos internacionales la decisión de rechazar y denunciar la “conminación” inconstitucional que le hace la liquidadora del Fondo Indígena, doctora Lariza Fuentes.En esa nota conmina a Ayo a tomar como la verdad pura y absoluta la información que produce su despacho sobre el Fondo Indígena, también le pide retractarse públicamente, retirar de las librerías el libro “La verdad sobre el Fondo Indígena”, retractarse en presentación masiva, en medios de comunicación, foros universitarios sobre el resultado de la investigación que revela al país indicios serios de malversación de fondos públicos con el consecuente perjuicio a la sociedad boliviana.El investigador social Diego Ayo subraya que el estudio está sustentado en datos oficiales, confirmaciones de denunciantes y en visitas de campo. Y se reitera la denuncia sobre el Fondo Indígena.Al reafirmarse en el carácter inconstitucional de la nota de Fuentes, Ayo recurre a la normativa contemplada en la Carta Magna, en su artículo 21 inciso 6 en el que nítidamente se establece: “los bolivianos y bolivianas tienen el derecho de acceder a la información, interpretarla, analizarla y comunicarla libremente de manera individual y colectivamente”.Asimismo en el artículo 242 incisos 6 y 8 dice así: “conocer y pronunciarse sobre los informes de gestión de los órganos y funciones del Estado”. “Denunciar ante las instituciones correspondientes para la investigación y procesamiento, en los casos que se consideren convenientes”.“Si la sociedad boliviana acepta esta conminatoria, desde hoy, ningún ciudadano podrá cuestionar al poder, y deberá vivir bajo la sospecha de ser hereje, señala Ayo. Es el medioevo del siglo 21, donde la verdad del gobierno es incuestionable. Esto es un temible retroceso que arriesga la democracia porque, mañana, ningún ciudadano, periodista o investigador podrá indagar y contradecir la verdad del poder”.Fuente: Fundación Pazos Kanki