Ética y moral… ¿ataque o desenmascaramiento?

valverde2Carlos Valverde BravoGarcía Linera (Álvaro Marcelo) tiene muchas cosas para criticarle, pero no es tonto, aunque seguramente no es “tan” inteligente como logró hacer creer a gran parte de la población, pero no es tonto, de manera que lo que sabe le da para entender cuándo la cosa se va a poner mal y, fundamentalmente, de qué lado van a llegar críticas y acusaciones, consecuentemente, comienza a abrir el paraguas anticipándose a lo que va a llegar.Tal cual, don Álvaro García Linera acaba de advertir que el “nuevo ataque de la derecha se centrará en buscar debilitar al gobierno en lo ético moral, porque no pudo debilitarlo en lo económico ni en lo político”.A ver, es interesante que García Linera asuma que el gobierno tiene un problema ÉTICO-MORAL y, en los casos que voy a poner en consideración del lector, el Vicepresidente se escuda en el “nosotros” buscando ser uno más del montón, cuando en realidad al primero al que se va a mirar por sus faltas éticas e inmoralidades, va a ser a él.Aseguro que es una absoluta falta de ética haberse presentado como “sociólogo y matemático” (2 títulos universitarios que validan el haber estado en las aulas universitarias y vencido el pénsum de cada una de ellas, y vencido la tesis o el examen de grado).El Vicepresidente aseguró en televisión (programa Pentágono -Mario Espinoza-) que era socialista (eso está en discusión con los socialistas) pero se definió como “matemático y sociólogo” y no sólo eso, en su cédula de identidad e incluso en su certificado de matrimonio consignó esa profesión; claro, ahora dice que la profesión no interesa sino su conocimiento, pero lo concreto es que, en documentos del Estado, esos que validan los estudios superiores de una persona, sigue impostando, sigue asegurando que es matemático cuando es un hecho que no lo es.Por supuesto que, en lo ético, don Álvaro Marcelo sale perdiendo, porque si bien es cierto que nadie vale por el título que tiene, el título es la constancia de que alguien pasó por un aula y se capacitó y que el Estado avala tal situación, de manera que en ese como en otros temas, lo ético le juega en contra al Vicepresidente.Vamos a lo Moral.En el caso de Gabriela Zapata el Vicepresidente, que ahora dice que ese asunto les ganó el referéndum (cosa más absurda no se ha visto; la gente votó NO a la continuidad de un gobierno sin respuestas a sus problemas), se da el lujo de decir que aquello fue una mentira armada desde fuera, cuando no sólo el Presidente aceptó el hecho, sino que él fue mucho más allá, cuando mintió frente a las cámaras de No Mentirás que el Presidente les dijo que había visto al niño y que le proporcionó facilidades para que se cure; hoy, el Vicepresidente no se refiere a ello porque y casi pudiéramos decir que agradece que no se lo pregunten, porque es un hecho que no podría justificar semejante mentira dicha frente a una gran cantidad de personas que lo vieron y escucharon; no hay equivocación en los ciudadanos receptores, hay memoria, simplemente eso.Debe ser muy grave no tener aval moral para ponerse de pie frente a la ciudadanía e intentar una disculpa o explicación coherente; es tan grave que se decide seguir con la mentira desde el rol de víctima; el Vicepresidente García Linera sabe que tiene pies de barro y por eso abre el paraguas frente a lo que se viene asegurando: «Van a querer debilitarnos con el tema ético político, ético moral, es decir, con la confianza, con la credibilidad, y ahí mis hermanos, nuestra respuesta tiene que ser siempre la verdad».Y aquí cabe preguntarse:¿Cuál verdad va a ser la respuesta de “verdad” del Vicepresidente cuando ya sabemos dónde están sus mentiras? El relato político se construye de esa manera, usando antivalores como si fueran valores, asumiendo condición de víctima, cuando el país conoce a sus victimarios, cuando el país es consciente de lo que está ocurriendo, pero, por si acaso no lo tenemos muy claro… No está demás escribir estas líneas y recordarles a nuestros compatriotas de lo que se trata esto. 

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