La hermana de Lena Dunham debería ser la más famosa de las dos


Activista, poeta, y en sus ratos libres, actriz y modelo. Grace fluctúa entre el lujo y la marginalidad, aunque no es por eso por lo que debemos tenerla en cuenta

Grace y Lena, en un estreno de Lena en 2010.Grace nació en el seno de una familia privilegiada. En 1992, sus padres, Laurie Simmons y Carroll Dunham, ya llevaban años exponiendo sus obras en museos como el Metropolitan y el MoMA. Y su hermana mayor, Lena, que en aquel momento solo tenía seis años, se convertiría dos décadas más tarde en un icono para millones de jóvenes que se sienten identificados con las preocupaciones existenciales que se narran en Girls.

Es evidente que el hecho de que tus padres y tu hermana sean personalidades reconocidas no solo abre las puertas adecuadas y vende más revistas, sino que también influye de manera decisiva en tu producción artística: Grace ha protagonizado los trabajos audiovisuales de su hermana desde sus inicios, en el año 2006, y también ha compartido cartel con Meryl Streep en el musical The Music of Regret, dirigido por su madre. Pero ser una celebridad también te puede complicar mucho vida. Sobre todo si decides luchar por unas ideas que rechazan el establishment de la Gran Manzana. Y ser una chica de clase media alta, blanca, y nacida en Long Island tampoco facilita las cosas.Los indiscutibles privilegios de los que disfrutan las hermanas Dunham han sido fuente de criticas desde los inicios de Girls. Muchas voces han señalado que la razón del éxito de Lena y sus compañeras de reparto no era otro que ser hijas de personalidades influyentes. Por cierto, una recriminación que la industria jamás se ha molestado en hacerles a sus compañeros varones. Otro de los reproches recurrentes tiene que ver con la escasa representación racial que se observa en la serie, de lo que Lena se zafa alegando que su círculo de amistades se compone de gente caucásica y que fingir lo contrario sería deshonesto.Quizás para ponerse a salvo de las críticas, o como un intento por evitar esa obstinada culpabilidad tan propia de la burguesía, Grace ha optado por desmarcarse del camino habitual en estos casos. Porque, aunque alguna gente se escandalice con la desnudez de Lena y sus irreverentes kilos de más, lo cierto es que el panorama indie tiene un hueco asegurado para ella. Por el contrario, todo parece indicar que a su hermana el discurso políticamente correcto de los demócratas estadounidenses se le queda corto.



RUTAS DIVERGENTES

A pesar de que en la actualidad las Dunham son uña y carne, las hermanas atravesaron tiempos peores. Uno de los sucesos más peliagudos tuvo lugar cuando Lena les dijo a sus padres que su hermana era lesbiana. Esta aún no estaba decidida a contárselo y no encajó la noticia demasiado bien. Como consecuencia, su relación se enfrió durante casi dos años.

La familia Dunham al completo.

En una entrevista que concedió a la revista Time, Lena habló sobre este trance. “Que mi hermana Grace saliese del armario a los 17 años fue un acontecimiento decisivo para mí a la hora de entender las cuestiones relacionadas con el colectivo LGBTQ. Nos criamos en la zona más arty del bajo Manhattan, y allí nadie escondía su orientación sexual”.

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“COMO QUEER, ESTOY DE ACUERDO CON QUE LA GENTE NARRE SUS PROPIAS EXPERIENCIAS COMO LAS HA VIVIDO Y QUE CADA CUAL CONSIDERE SI PARA ELLOS HAN RESULTADO NOCIVAS O NO”.

Otro episodio espinoso entre las dos mujeres –en este caso con final feliz– tuvo lugar cuando Lena publicó el libro autobiográfico No soy ese tipo de chica. En uno de los pasajes la autora relata cómo “experimentó” con la vagina de su hermana cuando esta tenía un año. “Un día, estaba sentada en la entrada de nuestra casa en Long Island jugando con bloques y cubos, y no pude controlar la curiosidad que sentí. Grace estaba balbuceando y sonriendo, y yo me situé debajo de ella, y con cuidado miré dentro de sus genitales”.

Las alarmas se dispararon y los lectores cuestionaron el comportamiento infantil de Lena que, por aquel entonces, solo tenía siete años. Algunos incluso llegaron más lejos y la acusaron de pedófila. Sin embargo, la aludida publicó varios tweets al respecto en los que disculpaba a su hermana. “Como queer, estoy de acuerdo con que la gente narre sus propias experiencias como las ha vivido y que cada cual considere si para ellos han resultado nocivas o no”.

Grace, en plan artista.

La trascendencia del asunto llegó tan lejos que Lena se vio obligada a expresar su completa repulsa hacia cualquier tipo de abuso a través de la revista Time, en donde también explicó los motivos por los que se decidió a hablar sobre ello. “Grace es mi mejor amiga, y todo lo que he escrito sobre ella ha sido publicado con su aprobación”.

DESDE LOS MÁRGENES

En la actualidad, las dos hermanas se respetan y trabajan juntas de forma habitual a pesar de tener personalidades muy diferentes. La joven se encuentra a medio camino entre dos mundos que son opuestos, por eso es posible verla en Girls –en la última temporada apareció en dos capítulos interpretando a la dueña de una cafetería hipster– o recitando poesía tanto en galerías de arte como en antros. Sobre esa dicotomía se explaya la poeta en su último libro, The Fool, que acaba de publicar en la red de manera gratuita.

Grace ya parecía tener las ideas claras cuando tomó la decisión de estudiar Urban Studies en la Universidad de Brown, donde también recibió un galardón por su obra poética. Esta carrera, que no tiene equivalente en nuestro país, fue creada en la década de los 60 a raíz de los disturbios raciales acontecidos en el país. Desde entonces, pone el foco en aquellos barrios empobrecidos en donde vive la clase trabajadora afroamericana.

Durante su etapa como estudiante, la activista también formó parte del proyecto SPACE, con el que la universidad intenta acercar el arte a las cárceles para mujeres, un espacio de reclusión social en el que Grace se encargó de organizar talleres de escritura.

Cuando se publicó No soy ese tipo de chica, la más pequeña de las Dunham se las arregló para introducir el debate de los derechos reproductivos de las mujeres en los eventos publicitarios del libro. La mano de Grace se notaba, sobre todo aquellas veces en las que los actos contaban con la presencia de escritoras como Zadie Smith o Mary Karr. En ocasiones, incluso asistían algunas representantes de Planned Parenthood, una organización que se encarga de asesorar y prestar apoyo médico a todas aquellas que lo necesiten.

En el desfile de Eckhaus Latta.

Grace comparte estas preocupaciones políticas con Reina Gossett, una activista y transexual afroamericana que le ayudó a sentar las bases de su pensamiento crítico. Además de ello, Gossett es una de las guionistas y directoras de Happy Birthday, Marsha!, un corto en el que también actúa Grace y que narra las vidas de unas mujeres que no se sienten conformes con el sexo que les ha sido asignado. Algo de lo que Grace también ha teorizado en un artículo publicado en The New Yorker donde teoriza sobre esta problemática y ataca al sistema penitenciario por ignorar los derechos de estas personas.

Esta claro que Grace Dunham es producto de su tiempo. Parte de una generación, la de los nacidos durante los 90, que han crecido en un mundo donde internet no solo tiene una presencia fundamental su día a día, sino que también ha permitido democratizar debates que antes eran impensables como este de la fluidez del género. Basta ver su cuenta de Twitter, donde Grace se refiere a sí misma como «Grace / Simon / Jimmy / Simon-John», para entenderlo. La artista se siente cómoda en una existencia no binaria y se decanta por la estética masculina sin ningún miedo. “Espero que algún día solo tenga trajes; así podré disfrutar de la comodidad de esta prenda que me relaja y me hace sentir sexy”, ha confesado en una entrevista.

Precisamente el año pasado Grace hizo su debut en las pasarelas con Eckhaus Latta para su colección primavera/verano 2016 durante la Semana de la Moda de Nueva York. Un desfile en el que se mostró andrógina de acuerdo con sus ideas políticas. De eso se trata.Fuente: www.revistavanityfair.es


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