Mar Centenera»A (Jorge Luis) Borges es imposible desterrarlo. Partió pero se quedó», valora la directora del Festival Internacional de poesía de Buenos Aires, Graciela Aráoz. En su undécima edición, la cita poética homenajea esta semana al maestro argentino a días del 30 aniversario de su muerte, ocurrida en Ginebra el 14 de junio de 1986. Una entrevista realizada al autor de El Aleph en 1976 inaugura el festival y sus versos volverán a cobrar vida en boca de otros poetas.Al igual que Borges, Aráoz está convencida de que la poesía tampoco será desterrada, ni siquiera en este mundo globalizado en el que el género no tiene cabida en las grandes editoriales: «Lo que importa es escribir cómo soy feliz y cómo llegar al éxito, esas cosas venden y son best-sellers». Frente al espacio minoritario en las librerías, el festival opta por salir a las calles. «Tratamos de que la poesía llegue a los lugares menos acostumbrados y adecuados para escucharla», afirma la directora. En años anteriores, los poetas pasearon por plazas públicas y entraron en cafés. Esta vez, megáfono en mano, bajarán escaleras para sorprender a los pasajeros del subterráneo e interactuarán con los clientes habituales del Mercado del Progreso, uno de los más antiguos de la ciudad.»La poesía está en todas partes. Está en la música, en el cine, en otros géneros como la narrativa, en el paisaje…», subraya Aráoz. Por eso, además de los casi 30 poetas invitados al festival hay también músicos, como El Soldado Rodolfo González, rockero exintegrante de Los Redonditos de Ricota y la dupla de músicos de tango Patricia Barone y Javier González.También tiene una mirada muy optimista sobre el presente de la poesía la española Berta García Faet (Valencia, 1988), una de las poetas participantes. «Se están escribiendo y difundiendo cosas muy muy buenas a través de internet y de editoriales independientes. Hay mucha comunicación entre España y América Latina y se está abriendo la mirada», señala desde Buenos Aires, donde llegó hace dos días.La poeta española opina que la poesía de Borges «es clásica y hermosa», aunque prefiere su prosa. Su lista de poetas argentinos favoritos crece a medida que avanza la conversación, pero incluye desde consagrados como Juan Gelman y Alfonsina Storni hasta contemporáneas como Marina Mariasch y Gabriela Bejerman.García Faet reside desde hace un par de años en la estadounidense Rhode Island. «Desde aquí escribo, reescribo, desescribo y cribo», se presenta en su página web, en la que pueden ojearse poemas como «me gustaría meter a todos los chicos que he besado desde el año 1999 en una misma habitación» y «Enumeración (cuestionario pre-matrimonial)».El festival, organizado en colaboración con la Sociedad de Escritores y Escritoras de Argentina, contará con poetas de una veintena de países, entre ellos Bolivia -Benjamín Chávez-, Brasil -Elisa Lucinda-, Chile -Malú Urriola-, España -García Faet y Mireia Calafell-, México -Minerva Margarita Villarreal-, Japón – Kentaro Tanaka, India -Yuyutsu Sharma-, Rusia -Dmitry Legeza- e Italia -Giorgio Luzzi.»Leer poesía te abre la cabeza», asegura Aráoz, quien recomienda leer en voz alta a los más pequeños desde que están en la cuna. Destaca que los niños cuentan con una gran intuición, lo que les lleva a jugar permanentemente con las palabras y «sacar de dentro pura poesía». Algunos adultos mantienen viva esa afición a lo largo de su vida. Otros, como Borges, convierten el juego en una obra maestra.El País – Madrid