Arturo Yañez CortesLa “Cumbre Nacional de Justicia Plural para Vivir Bien” concluyó aquí en la Capital y en espera de las conclusiones oficiales (los medios pudieron publicar algo) estimo útil adelantarles algunos juicios, obvios, de lo acontecido.Diré entonces, parafraseando al jefazo de algun@s: “no puedo entender” algunas de estas cuestiones. Empiezo con una que sostengo es fundamental: no puedo entender cómo es que sí se trataba de un asunto que hace a la existencia misma del órgano judicial, que hasta -se dice pomposamente- fuera independiente, haya sido otro órgano, el ejecutivo, que le haya gentilmente organizado, “su” cumbre. El servicio prestado por el ejecutivo ha sido tan pero tan eficiente, que además solventó los gastos; fijó las fechas, decidió la sede y luego hasta estableció la agenda –excluyendo, casualmente su principal problema: la independencia-.Y eso no fue todo, el servicio fue tan espectacular que además el ejecutivo a través de su Ministerio “de Justicia” eligió a quienes permitió participar (poco menos de 8% de académicos, frente al 73% de MMSS; casi 15% de empleados de sus organismos sometidos y así sucesivamente), excluyendo por supuesto a los “indeseables” que no iban a levantar la manito al entonar el himno, menos vestirse de azul y vitorear entusiastamente las consignas del Vice e incluso, por razones obvias, mantuvo en reserva a los finalmente seleccionados, teniendo eso sí, el cuidado para disimular, de dejarles asistir a algun@s abogad@s no azulad@s, para la fotito… Toda una muestra de la independencia del judicial y del absoluto respeto del ejecutivo a la coordinación de órganos… (la Ministra dixit).Tampoco puedo entender, cómo pusieron de manifiesto las fotos del auditorio de la cumbre, que la mayoría de sus asistentes hayan casualmente asistido… vestidos de azul, cuando…vaya coincidencia, pues ese es el color de la camiseta del oficialismo. Es más, entonaron el himno, con el puño en alto…otra coincidencia no más… Menos puedo entender, como es que quienes condujeron los “debates”, casualmente fueron los ministros del gabinete del ejecutivo. A la prensa, se le permitió informar que presidieron las mesas de trabajo, seguramente en una pausa de la defensa de su jefazo que está en boxes, los ministros de Educación, Defensa, Transparencia, Trabajo, Medio Ambiente y Agua. ¿Se imaginan? Qué tal si los presidentes de las distintas salas del Tribunal Supremo de Justicia, dirigieran una sesión de gabinete del ejecutivo… o una sesión del legislativo. ¿Qué independientes no?No puedo entender cómo es que en pleno siglo XXI que dejó siglos atrás el oscurantismo en el manejo de los asuntos de estado (que son, por naturaleza públicos) tratándose de esta cumbre azulada, se haya realizado a puertas cerradas, especialmente para los medios de comunicación, dice: “para que los medios no entorpezcan o tergiversen el debate”. ¡Estos periodistas che!Lo más raro de todo y, tampoco puedo entender, es que precisamente, los que le dieron el tiro de gracia al Órgano Judicial, Fiscalía y Policía, ahora, en día y medio, proclamen que lo arreglarán ipso facto…En fin, la cumbre azulada resultó otra estrategia envolvente más, sirviendo para levantar la mano aprobando las consignadas ordenadas por el Vice en su inauguración, con propósitos que ya son de amplio conocimiento público y surgirán a continuación… Por eso, D’Alembert había ya sentenciado: «La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos»…El Día – Santa Cruz