Sin miedos, sin libertad, sin pan


CAJIASLupe CajíasDesde el poder, el comandante Hugo Chávez aseguró que sus principales enemigos no estaban en la batalla militar sino en los contenidos de los periódicos, de las radios, de la televisión y del Internet. Aseguró que los males que azotaban a la sociedad venezolana eran responsabilidad de los medios de comunicación de masas y de sus perversos dueños que respondían a cantidad de oscuros intereses.La historia de la propiedad de los mcm en Venezuela tiene “tiburones” de grandes corporaciones pero también otras experiencias, además de académicos que alentaron la teoría de la comunicación latinoamericana. Hasta los años 90 todos se desarrollaban en un marco democrático y tolerante, aunque obviamente los grupos de poder económico alentaban el imperio de sus grupos mediáticos.Chávez dirigió sus principales misiles a ese sector de la sociedad. Acechó a los propietarios, a los jefes de redacción, a los periodistas, a los intelectuales. Hubo de todo, amenazas, represión, cierres, compras, exilios y chantajes a través del monopolio estatal del papel periódico. Creó un medio a su medida llamado Telesur.En algún momento se conocerá el detalle de la responsabilidad de asesores extranjeros en esas decisiones (un famoso español, algún catalán, otro vasco, argentinos, otro alemán). Gozaron las vacas gordas, después regresaron a sus tierras, en silencio.La clausura de periódicos y de empresas televisivas cambió los titulares de los noticieros pero no la realidad nacional. Aunque el Estado prohíbe difundir temas de violencia social o de protestas juveniles, el parroquiano sabe que anoche mataron a tal y que hoy no hay leche, que ayer faltó la arepa y mañana seguirá la escasez del café.Los presos ya acabaron con los últimos gatos y esta semana nadie sabe qué comerá. Las madres tiemblan ante una eventual complicación en su embarazo porque los comentarios son categóricos: en los hospitales no hay gazas ni aspirinas. Si hay venda no hay cirujano, si hay enfermera no hay luz.¿Cómo pudo llegar esa situación? ¿Qué pasó con la estrategia bolivariana si había arrinconado a los periodistas, a la libertad de prensa, a la libertad de expresión? ¿Quién dice que hay hambre si Telesur informa cada día del bienestar general? ¿A quién se puede culpar ahora?Chávez regaló dinero del Estado a sus partidarios dentro y fuera de su país, financió obras sociales, prestó sin condiciones, organizó el buen vivir para él, su familia, sus amigos, su heredero pero al parecer no alcanzó para los demás.¿Cuándo, cuánto y cómo dio dinero a los bolivianos? No falta mucho para saber la respuesta y quiénes ayudaron desde acá al desangre de ese país agonizante.Los Tiempos – Cochabamba 


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