JonBenét Ramsey, el crimen que fascina 20 años después


Hasta cinco documentales, series y películas llegan este otoño para marcar el 20 aniversario del crimen infantil más recordado de los noventa… y que sigue sin resolver.

Jon Bennet Ramsey, en la imagen promocional de

En EE UU las Navidades de 1996 estuvieron marcadas por un suceso que copó las portadas de diarios y noticieros durante meses y meses: la desaparición y muerte de la pequeña reina de la belleza JonBenét Ramsey. Un caso nunca resuelto del que se cumplen 20 años y tan clavado en la cultura popular que le han dedicado una retahíla de programas, series y docudramas que este otoño aseguran desentrañar el misterio.Era 26 de diciembre. Patsy, una antigua miss Colorado que quería que su hija siguiera sus pasos, encontró una carta de tres páginas en la cocina. En ella los secuestradores anunciaban que tenían a su niña, que exigían un rescate de 118.000 dólares y que no se les ocurriese avisar a la policía. Si no, matarían a la pequeña de seis años que había ganado America’s Royal Miss, Colorado State All-Star Kids Cover Girl, Little Miss Charlevoix Michigan, Little Miss Colorado y Little Miss Merry Christmas… todos ellos concursos infantiles de esos que provocan cierta desazón al observador no iniciado al ver a chiquillas vestidas y maquilladas como mujeres adultas.Patsy gritó y llegaron su marido, John, director de una empresa informática, y Burke, el primer hijo del matrimonio. Desobedeciendo las órdenes, marcaron el número de los chicos de azul. Los agentes llegaron a la casa de tres pisos y tejado a dos aguas, en Boulder, Colorado. Con ayuda del progenitor registraron la vivienda unifamiliar de arriba a abajo. En el sótano, siete horas después, encontraron un diminuto bulto. Era el cadáver de JonBenét Ramsey. Hoy, dos décadas después, con miles y miles de dólares gastados en investigaciones y decenas de libros y películas al respecto, el caso sigue abierto. Este aniversario ha marcado un nuevo punto de interés por parte de las cadenas de televisión, dispuestas a capitalizar el crimen. La CBS ha producido The Case Of: JonBenét Ramsey, un docu-thriller de cuatro horas para el que han construido una réplica de la casa donde vivía a escala real para reproducir la escena del crimen y las teorías de los investigadores. El canal Investigation Discovery tiene JonBenét: An American Murder Mystery, una serie de tres capítulos en la que prometen una nueva teoría del crimen.



Panorámica de la casa de los Ramsey en Boulder, Colorado, tomada en 2001.

Por su parte, el programa Who Killed JonBenét?, de Dateline, tiene como elemento diferenciador que es la primera entrevista en televisión del operador del teléfono de emergencias que contestó la llamada angustiada de la madre. A&E, con su The Killing of JonBenét: The Truth Uncovered, usa como carnaza las grabaciones de las entrevistas que el hermano mantuvo con la oficina del fiscal. Y, por último, otro Who Killed JonBenét?, pero este de Lifetime, es una nueva película reproduciendo el crimen.

Según publicó Vanity Fair en 1997, la madre lloraba desconsoladamente tras encontrar el cuerpo mientras el progenitor estaba impasible. Uno de los policías contaba como, pese a estar pasando por semejante tragedia, casi ni hablaban entre ellos ni se daban consuelo.

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Pero, ¿qué fue exactamente lo que pasó? De acuerdo a la autopsia, el cuerpo estaba tumbado, con la espalda en el suelo, cubierto por una sábana y una camiseta de Colorado Avalanche. Vestía una camisa sin cuello, blanca, larga Sus brazos estaban extendidos sobre su cabeza, girada hacia la derecha. Tenia una cuerda alrededor del cuello y otra en la muñeca derecha. También un golpe en la cabeza bajo la oreja derecha, cerca de la mejilla. Motivo de la muerte: Asfixia. Además, habían abusado sexualmente de ella. Las fotografías del cadáver, que pueden encontrarse sin mucha dificultad por Internet, no son para estómagos sensibles.La historia conmocionó los Estados Unidos. Como el de Madeleine McCain en Europa o Paulette Gebara Farah en México, el caso se volvió viral, copando periódicos y telediarios. De acuerdo al estudio de 2002 Press Coverage of The JonBenét Ramsey Murder and Its Legal Implications, fue “el asesinato de un infante más seguido por los medios desde el secuestro y asesinato en 1932 del hijo del aviador Charles Lindbergh”, con “el público viendo durante meses con perpleja fascinación como se revelaban habladurías sobre notas de rescate, fallos policiales y alegaciones de la involucración de la familia”.Como con las otras dos niñas, las sospechas recayeron sobre los padres. También sobre su hermano, pese a tener solo nueve años. Según un texto publicado por Vanity Fair en octubre de 1997, la madre lloraba desconsoladamente tras encontrar el cuerpo, mientras el progenitor estaba impasible. Uno de los policías en la escena contaba como, pese a estar pasando por semejante tragedia, casi ni hablaban entre ellos, sin darse consuelo, casi sin mirarse el uno al otro.

La tumba de JonBenét fotografiada en 2006, diez años después del crimen.

La sombra creció sobre ellos cuando contrataron a unos carísimos abogados criminalistas y un agente de relaciones públicas para que manejará a la prensa. También cuando se descubrió que la nota de rescate, de tres hojas, estaba escrita en un tipo de papel que se encontró en la casa y cuando una fibra que había pegada en la cinta aislante que amordazaba a la niña era de un vestido de la madre. Enferma de cáncer, Patsy murió en 2006, sin poder ver cómo la fiscalía que llevó el caso pedía perdón a la familia dos años después, cuando nuevas pruebas basadas en el ADN de un pelo púbico encontrado exoneró a toda la familia.Otros sospechosos fueron Gary Oliva, un pederasta convicto que vivía cerca de los Ramsey cuando desapareció la niña; John Mark Karr, un profesor de primaria en Tailandia que aseguró haberla matado en una conversación por correspondencia con el periodista Michael Tracey; un amigo de la familia llamado Bill McReynolds, al que gustaba vestirse de Papá Noel; el chatarrero Michael Helgoth, que vivía en la zona y tenía antecedentes por agresión sexual… y, finalmente, la que parece más probable ya que ninguno de los anteriores resultó ser el culpable: un intruso desconocido, que puede ir desde un pedófilo que la vio en un concurso de belleza o un ladrón que pasó por la casa y creyó encontrar una oportunidad criminal.Algunos de los programas han soltado el cebo de que tienen nuevos datos. El de la CBS, por ejemplo, apunta como principal sospechoso a Burke, el hermano de la víctima, alegando como móvil los celos por la dedicación familiar a la carrera de la belleza infantil, y comentan que los hermanos se peleaban con frecuencia. Burke, que recientemente ha dado algunas entrevistas, ha denunciado a la cadena por difamación y califica el documental como tendencioso y poco profesional, basado en distorsiones y omisiones.Los peligros de esta redescubierta moda en EE UU de revisar crímenes antiguos y darles una nueva perspectiva en televisión pueden verse en la miniserie de Netflix Making a Murderer, un éxito televisivo que levantó grandes críticas a su método investigativo. Según sus detractores, los realizadores omitían testigos, documentos y pruebas para que la realidad encajase lo mejor posible en su teoría de la inocencia del protagonista. Al contrario, la serie documental The Jinx, de HBO, marcó un nuevo estándar de influencia al llevar al arresto y condena de su protagonista, Robert Durst, un millonario sospechoso de acabar con la vida de tres personas. El motivo fue que, durante una pausa para ir al baño y con el micrófono aún funcionando, se decía a sí mismo: “Ya está. Te han pillado. ¿Qué hiciste? Pues matarlos a todos, por supuesto”.Fuente: revistavanityfair.es


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