Una de las últimas estrellas del Hollywood dorado nos ha dicho adiós solo un día después de que también lo hiciera su hija Carrie. Tenía 84 años.
Al final, ocurrió. «Quiero estar con Carrie». Estas han sido, según ha contado su hijo Teddy Fisher a Variety, las últimas palabras de Debbie Reynolds antes de morir a los 84 años de edad. La legendaria actriz, protagonista entre otros muchos títulos de películas como Cantando bajo la lluvia, se va solo un día después de que también lo hiciera su hija Carrie. Una triste noticia que muchos ya se esperaban desde que ayer se conociera que Reynolds había sido ingresada en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles víctima de una embolia.Se va así una figura legendaria de ese Hollywood dorado de antaño que ella tanto adoraba y añoraba y del que, por cierto, era una gran coleccionista, ya que le encataba adquirir en subastas trajes y objetos que habían aparecido en películas clásicas. Sirvan estas frases como homenaje a otra estrella que se apaga mucho antes de lo que ninguno queríamos.
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“He vivido en un mundo que para la mayoría era un sueño”.
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“Pienso seguir en el show bussines hasta que me aprieten como al gatillo de una pistola y me quede muerta”
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«Ser mi hija fue difícil para Carrie porque en la escuela el profesor la llamaba Debbie. Pero supongo que no estaba tan mal porque ahora yo soy la madre de la princesa Leia en cualquier sitio al que voy»
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«Creo que todos debemos controlar nuestra salud un poquito. Ese importante, por ejemplo, no dejar nunca de andar. Así, cuando te mueras, podrás hacerlo para llegar a tu funeral”.
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“He dado todo lo que tenía, y es muy gratificante ver como el mundo lo ha recibido así de bien».
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“Cantando bajo la lluvia y dar a luz han sido las dos cosas más duras que tenido que hacer en la vida”.
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“Creo que una de mis películas favoritas es Amarga Victoria, de Bette Davis. ¿Por qué? Porque estaba maravillosa en ese filme. Bueno, y también porque de vez en cuando está muy bien poder llorar sin necesidad de estar pasando por un divorcio”.
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“Echo mucho de menos hacer cine. Así y todo, entiendo que el tipo de películas que yo hacía en su momento ya no se llevan. Tengo que asumir que aquello ya pasó”.
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“Me encanta tener esa sensación de paz, e incluso aburrimiento, que viene cuando después de mucho tiempo por fin te familiarizas con algo”.
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«¡Me encanta España! Hassta me compré un apartamento en La Manga que conservé durante 15 años».
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“Nunca le des mucho poder a tu abogado”
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“Dejé de hacer películas porque no quería quitarme la ropa delante de una cámara. Quizás hoy es necesario ese realismo, pero yo lo encuentro súper sórdido”.
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“La única manera de aprender algo es fallar haciéndolo”.
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“Cada vez que abro la puerta de la nevera y se enciende la luz de dentro, me quedo 20 minutos mirando”.
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“¿Debo ir por la vida quejándome por lo mal que está el mundo? No, lo siento, no me hicieron así”.
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“Nunca soñé con trabajar en el cine. Vengo de una familia muy pobre, así que mi única preocupación desde niña fue trabajar duro toda la semana en lo que pudiera. Así que he cortado el césped, he cuidado niños, he lavado coches y también muchos platos antes de llegar hasta donde estoy hoy”.
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“Nunca dejaré de ver películas. La razón por la que digo que me gustan más las antiguas es porque los asuntos que trataban iban más conmigo. Había más variedad de temas”.
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“Si alguna vez paro de trabajar, quizás tenga un problema. Pero bueno, parece que nunca voy a ser capaz de hacerlo”.
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“Si eres un bailarín, da clases de canto. Tienes que ser capaz de hacer todo y de hacerlo bien. Tienes que estudiar interpretación, tienes que apuntarte a talleres, a todo lo que se te ponga por delante… Y luego, cuando ya es estés preparado del todo, es el momento de salir al escenario y equivocarse”.
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“La gente joven de hoy me da mucha pena. Creo que hay muchos paparazzi y poca protección”.
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“Me encantaba hacer películas. Pero no soy la misma chica que iba al cine con 16 años y se quedaba fascinada en su butaca. Cuando entré a formar parte de la industria y vi como funciona desde dentro, cambié. Digamos que ahora soy una clase diferente de cinéfila”.
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“No tengo que retirarme para ser feliz”
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«A Carrie le llevó treinta años ser feliz conmigo. Nunca he sabido cuál fue el verdadero problema. Tuve que trabajar en ello. Siempre he sido una buena madre, pero siempre he estado en el mundo del espectáculo y en el escenario. No cocino galletitas ni me quedo en casa».
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“Con Eddie Fisher me ocurrió como a Jennifer Aniston con Brad Pitt cuando él se enamoró de Angelina Jolie”. (Eddie era su marido cuando éste se enamoró de Liz Taylor, amiga íntima de Debbie).
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“Nuestro punto más bajo en la relación fue cuando Carrie fue diagnosticada con su enfermedad…pero me di cuenta que lo único que podía hacer por ella era amarla, y eso he hecho y haré por siempre”Fuente: revistavanityfair.es