La violencia contra los progenitores y los niños continúa en Bolivia.
Rescatan a 4 víctimas de desnutrición
Cándido, el hombre de 60 años rescatado con desnutrición crónica y abandonado en Quillacollo. | Los Tiempos
Cochabamba / Los Tiempos.- Cándido, un hombre de 60 años de edad, fue hallado en completo estado de abandono, desnutrido y deshidratado en un cuarto de alquiler en el barrio 1 de Mayo de Quillacollo por la Unidad de Bomberos, informó el sargento Ronaldo Romero.“El hombre se encontraba encerrado en una habitación. Según el dueño del inmueble, llegó con su familia, pero poco a poco lo fueron abandonando”, manifestó. Su aspecto físico era “de piel y huesos”.Romero dijo que Cándido estaba solo y presentaba “graves signos de desnutrición”. Posteriormente, fue trasladado al hospital de Villa Moderna de Quillacollo pero, debido a la gravedad de su estado, fue trasferido al Hospital Viedma, en la ciudad.De acuerdo a reportes del nosocomio, Cándido llegó al lugar con un alto grado de deshidratación, desnutrición y que incluso tuvo un paro cardíaco en el hospital público.Sin embargo, a pesar del cuadro clínico, una mujer que se identificó como su esposa lo sacó del hospital para llevarlo a otro.Los Tiempos se contactó con personal de emergencias del Hospital Viedma, donde no se tiene información del ingreso de un paciente de nombre Cándido.El rescate se dio luego de que una denuncia realizada por el dueño de la casa donde Cándido vivía como inquilino. Por el momento se desconoce su paradero.Mujer y niñasA la historia de Cándido se suman tres rescates más de personas con desnutrición crónica en Sipe Sipe y Vinto.El director de Bomberos de Quillacollo, Juan Pablo Argote, afirmó que el jueves por la noche llegaron hasta la comunidad Huancarani en Sipe Sipe para rescatar a una mujer de 43 años postrada en cama hace tres meses con desnutrición severa.“Ella vivía en alquiler y en condiciones precarias, no contaba con varios servicios básicos”, afirmó Gómez. Agregó que su esposo sólo se dedica a consumir bebidas alcohólicas a pesar de tener la responsabilidad de criar a dos hijos mayores y tres niños.La razón para su abandono y falta de atención fue la pobreza de la familia, que no tenía recursos para llevarla a un hospital. Recién cuando comenzó a convulsionar, los vecinos pidieron ayuda de Bomberos, que la llevaron al hospital Viedma.La alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, informó de otro hecho en el que la Defensoría de la Niñez rescató en la comunidad de Coachaca Grande a dos niñas de 7 años y 3 meses de edad que también fueron dejadas a su suerte porque su madre es alcohólica y se desconoce su paradero al momento.La primera niña tiene desnutrición severa, estaba llena de piojos, envuelta en trapos y postrada en cama, por lo que la derivaron a un hospital y, a la más pequeña, a un hogar.Más casos en el paísEl rescate de Cándido, la mujer y las dos niñas se da a pocas horas de la muerte de Úrsula López de 56 años, la mujer que era encerrada por su hijo Ronald Cala, en San Julián Santa Cruz.La mujer fue hallada desnutrida y con signos de la golpiza que le propinaba su hijo. Se constató que era mal alimentada, al punto de consumir comida para cerdos.En Apolo, en La Paz, se denunció que un hombre de 86 años es esclavizado por la familia Miranda Reyes. La víctima, conocido como “Lulincho”, vive en un espacio similar a un baño.
Rescatan a madre enferma, a dos niñas y a padre moribundos
darynka sÁnchez / OPINIÓN / CochabambaEL SEÑOR CÁNDIDO, AL SER HALLADO POR BOMBEROS.La violencia contra los progenitores y los niños continúa en Bolivia. Mientras que en Santa Cruz el hijo que fue acusado de causarle lesiones gravísimas y la muerte a su madre, Úrsula Cala, fue enviado a la cárcel de Palmasola, en Cochabamba hubo conmoción por tres casos distintos, atendidos ayer en Quillacollo, Vinto y Sipe Sipe. A las cuatro de la tarde, un vecino llamó a la Policía para pedirle que ingrese a una habitación alquilada en la calle 1º de Mayo entre Santa Cruz y Ernesto Céspedes, de Quillacollo, porque desde hace tres meses no veía salir a Cándido, un hombre de 60 años que sus hijos tampoco venían a verlo.Bomberos de Quillacollo ingresaron a la habitación y descubrieron moribundo a Cándido, tendido en un catre. “Piel y huesos el señor, tenía la boca abierta y no se movía. Pensamos que había muerto. Orinaba en una botella y no tenía un pedazo de pan en el lugar. En total abandono. Nos destrozó. ¿Cómo pudieron olvidarlo de esa manera?”, se preguntó uno de los bomberos, al borde de las lágrimas. Lo trasladaron al hospital Benigno Sánchez y allí aparecieron unos familiares que se lo llevaron con rumbo desconocido.En Huanchaca Grande, Vinto, la Defensoría de la Niñez rescató a una bebé de tres meses anémica y a su hermanita mayor, de 7 años, con una desnutrición crónica tan grave, que ya no hablaba ni caminaba. Los vecinos denunciaron que su madre, una alcohólica de 32 años, las encerraba en el cuarto sin comida y esperaba que se mueran porque las consideraba “un estorbo”. La niña de 7 está hospitalizada y la madre está detenida, informó la alcaldesa de Vinto, María Patricia Arce. En un tercer caso, Marina Pérez Guzmán, de 43 años, fue rescatada de una casa muy humilde en Sipe Sipe. La mujer tiene un cáncer avanzado, ya no habla y sus tres hijos pequeños sufrían con ella. Los bomberos de Quillacollo la rescataron y la llevaron al Viedma.