Una revista digital feminista creó un práctico instrumento para combatir la desigualdad de género en las Fiestas. ¡Mirá de qué se trata!
¡Quién levanta los platos?” Pregunta la hija de la dueña de casa cuando fata poco para las 12. Ella puso la mesa, acomodó cubiertos, vajilla y servilletas, entonces, no le corresponde. A su madre tampoco, porque cocinó casi todo, salvo ensaladas que trajeron las tías y un matambre (comprado). El hermano menor jamás escuchará esa pregunta, inmerso en un chat de WhatsApp en el que los amigos se debaten a qué boliche ir después de las 12. El del medio tampoco, jugando un juego virtual en el comedor. El resto de los masculinos de la mesa se hacen los sordos, no se les pasa por la cabeza quedarse durante largos minutos quitando los restos de comida.Mirá: Cómo sobrevivir a la Navidad en familia (después de los treinta, sin novio, marido ni hijos)Además, están llevando adelante -acaloradamente- una charla política en la que la hermana mayor quiere intervenir desde hace rato, pero no encuentra el hueco para meter su bocadillo (si dice algo, lo tiene que fundamentar el triple que ellos). Temas serios parecen ser sentenciados en afirmaciones contundentes por parte del sexo masculino.»¿Y para cuando un novio, Mariela?», indaga una de las tías más incisivas, -que se casó a los 23 y cree que, a los 30, estar soltera e ir «sola» a la mesa navideña es un oprobio-. ¿A ellos les preguntan? No.Mirá: Jennifer Aniston y otras 4 famosas «feministas» que escribieron inspiradoras cartas en 2016″¿Te ayudo?» Ofrece el marido, no hay sentencia más descolocada que un te ayudo (implícito: sabemos todos que te corresponde a vos, peeero… soy gauchito). Lo que se ofrece es destapar la botella, el gesto galante y forzudo. Todo esto desfila mientras los detalles mínimos de la situación son confeccionados, tejidos, cocinados por mujeres -solidarias entre sí en el mejor de los casos-. Decoración, luces, menúes, limpiezas cotidianas. Eso sí, comer, comen todos.El grupo “Locas por el coño”, una revista femenina digital, diseñó un regalo para las anfitrionas de la cena navideña: el “sentador de madres». Un práctico cinto rojo (tono afín a la época) para que madres, abuelas y tías se queden quietas mientras ellos se desplazan hasta la cocina. Viene acompañada de otro simpático instrumento: el palo de brindis.¡Felices Fiestas feministas!Fuente: www.clarin.com