‘Innato’ acaba de abrir sus puertas en la Isla de Tenerife. Para disfrutar de su comida orgánica y afrodisiaca sólo hay que dejar la ropa -¡y el teléfono móvil!- en la entrada.
Sin móviles ni luz
La ropa no es lo único que está «prohibido» en ‘Innato’. Tampoco se puede entrar con teléfonos móviles. En realidad, ni siquiera hay luz eléctrica y todo está iluminado con velas; en ese sentido las cenas en ‘Innato’ tienen un toque de viaje al pasado, a un tiempo pretérito con menos estrés y más amor por las sensaciones inmediatas. El menú también parece de otro tiempo: servido en una rústica vajilla de barro está compuesto por cinco platos y pensado para un disfrute largo, sin prisas, hasta bien entrada la noche.Un diario local de la isla de Tenerife estuvo en la inauguración y en su crónica cuenta que «dos figurantes vestidos de romanos, entre antorchas, daban la bienvenida a un local iluminado a base de muchas velas y varias chimeneas. Los clientes con reservas dejaban sus vestimentas, carteras y móviles en una taquilla de madera y recogían allí un albornoz y una pantuflas, antes de penetrar en el salón comedor, con reservados separados por cañizos de bambú en unos casos y visillos en otro». Los clientes más pudorosos no están obligados a quitarse el albornoz, por supuesto.Este curioso restaurante solo abre durante el turno de la cena. Bien pensado, una velada nudista a la luz de las velas merece una intimidad que sólo se consigue en la oscuridad nocturna. ‘Innato’ Tenerife tiene capacidad para albergar a unas 40 personas. Los nudistas que reserven mesa podrán cenar en cualquiera de los dos jardines que forman parte de sus instalaciones.El precio de las reservas será de 150 euros por pareja, con el gran menú incluido. Si están pensando en ir, van a necesitar algo de paciencia: desde hace semanas, la lista de espera para adquirir una entrada cuenta con más de 37.000 personas.Fuente: actualidad.rt.com
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