Argentina.- La víctima tenía una distribuidora de cigarrillos. Iba al banco en una combi, junto a dos policías de custodia, cuando se le cruzó una camioneta. Los ladrones usaron ametralladoras.
Aldo Venturini (69), junto a una sobrina. Lo acribillaron a tiros para robarle $ 6.000.000.A nueve cuadras del negocio, en República de Francia y José Blanco, en el límite de Florencio Varela y Quilmes, una pick up blanca con cinco ocupantes se les cruzó. De ella bajaron dos delincuentes con sus cabezas cubiertas con pasamontañas y armados con ametralladoras calibre 5.56 milímetros que comenzaron a disparar de frente a la Renault Master, donde se encontraba Venturini. Según otra versión, los asaltantes tiraron desde las ventanillas.En medio de la lluvia de balas que entraban por el parabrisas, Venturini atinó a agarrar su pistola Glock 40 que llevaba en la guantera y abrió la puerta del lado del acompañante para enfrentar a los ladrones. Pero un tiro le dio en la cabeza y otro en el pecho, por lo que cayó al asfalto y no llegó a disparar.De la parte trasera de la Renault salieron los custodios y enfrentaron a los asaltantes. Vaciaron dos cargadores. Flores recibió un tiro en una pierna. Herrera resultó ileso. El empleado que estaba con ellos alcanzó a escapar. Una vecina de la cuadra que oyó la situación dijo que el hombre gritaba: “¡No me maten, no me maten!”.Con el botín en mano, los ladrones se subieron a la pick up y escaparon. Primero se dijo que lo hicieron en una VW Amarok. Pero luego, a siete cuadras del lugar donde fue el tiroteo, la Policía halló una Ford Ranger blanca abandonada con varios tiros en su carrocería, en la luneta y manchas de sangre en el asiento trasero, por lo que se presume que uno de los ladrones terminó herido.Según señalaron fuentes de la investigación a Clarín, la camioneta tenía pedido de secuestro por robo desde el 27 de enero pasado.Se cree que en el lugar donde apareció la Ranger, junto al predio de la Universidad Arturo Jauretche, los ladrones se pasaron a un Chevrolet Agile oscuro, con el que continuaron su fuga. Un testigo declaró haber visto a cinco hombres bajar bolsos del vehículo y dejarlo abandonado.Los ladrones eran buscados por policías de la comisaría 3° de Florencio Varela y las DDI de ese distrito y de Quilmes. En tanto, el agente herido en el tiroteo se recuperaba en el hospital El Cruce.La causa por el homicidio de Venturini quedó a cargo de la fiscal Mariana Bongiovanni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Florencio Varela.Una fuente con acceso a la investigación dijo a Clarín que por cómo ocurrió el hecho “hubo un entregador” y se “está trabajando con distintas hipótesis”.“Fue una batida asquerosa”, dijo a Clarín Rosa Venturini (65). “Era mi único hermano. Lo remataron”, agregó la mujer, quien coincidió en que hubo un entregador. “Mi hermano era el cigarrero más importante de la zona sur. Estaba en el rubro desde 1975. Todo el mundo sabe que los viernes llegan los cigarrillos y los lunes se cobra la recaudación. Lo saben los empleados y la Policía”, deslizó.Rosa comentó además que el crimen de su hermano fue “a dos cuadras” de donde mataron, el 2 de noviembre de 1990, a su madre. En aquel hecho, cuatro delincuentes intentaron cometer una entradera en la casa de Venturini y le dispararon a la mujer, delante de su hijo. “Ella sólo alcanzó a decir ‘¡ay, Aldito!’. La tenían apuntada con el arma, él la quiso defender y le dispararon un solo tiro en el corazón”, contó la mujer sobre el crimen, que quedó impune.“Él era muy confiado. Toda la vida tuvo portación de arma. Tendría que haber tenido seguridad. Aunque quizás al ver cómo se había ido la madre se quiso ir también”, se lamentó.Fuente: clarin.com