Hace 16 años nació la enciclopedia más larga y viva de la historia. Recuperamos la entrevista a Jimmy Wales, creador de la página que leen 500 millones de personas cada mes.
En el tejado de un hotel de lujo de México DF un hombre vestido con sombrero de cowboy estrecha fuertemente la mano de otro que viste un caftán. “¿Habéis venido alguna vez a uno de nuestros conciertos? Cuando estás allá arriba es como el jodido juicio de Núremberg”, dice el que lleva el sombrero de cowboy. Todo el mundo le ríe la gracia. Al fin y al cabo no es cualquiera. Es Paul Hewson, alias Bono. El líder de U2 en persona. El de la túnica le explica su proyecto. “Lo que tenemos entre manos ayudará a todos los países en vías de desarrollo”. Estamos en 2006 y este es el mensaje mesiánico de Jimmy Wales (Huntsville, Estados Unidos, 1966). Su proyecto, Wikipedia. Bono lo mira embelesado: ha pronunciado todas las contraseñas que abren las puertas de su reino.Casi una década después de aquella escena, pocos saben que en el camino del éxito se ha creado algunos grandes enemigos: el hombre que también dice ser autor intelectual de la idea, Larry Sanger y su exempleado y exmejor amigo, Terry Foote, quien aún se sorprende: “La gente se cree que es el Gandhi de Internet, pero eso no exacto”.Jimmy Wales está sentado frente a mí en un loft en Londres. Este hijo de un gerente de supermercado y de una maestra de escuela viste una chaqueta de lana fría de la exclusiva firma italiana Loro Piana, un pulcro jersey negro y pantalones chinos. Ha cambiado, pero el discurso grandilocuente que cautivó a Bono sigue intacto: “En 500 años nadie recordará Facebook, pero todo el mundo recordará Wikipedia”. Podría parecer un alto ejecutivo ataviado de sport, pero su mirada huidiza, el racimo gigantesco de llaves y pequeños gadgets que sobresale de su bolsillo trasero (y que hace que el tiro del pantalón le caiga más de lo que sería razonable), la mochila de loneta negra Tumi a su espalda y el sobado MacBook que trae bajo el brazo, delatan a un geek (empollón) de manual. Solo uno de su especie podría haber convertido algo que comenzó casi como un juego en la enciclopedia virtual más grande del mundo. Visitada por 400 millones de usuarios al mes, escrita por ciudadanos de todo el mundo, con proyectos en 270 idiomas y sucursales en 30 países, es el quinto site más popular de Internet, después de Google, Facebook, YouTube y Yahoo. Pero, a diferencia de estos cuatro grandes, Wikipedia pertenece a una fundación sin ánimo de lucro, Wikimedia, y es obra de un ejército de voluntarios de todo el mundo que están empezando a desertar. En 2006 el crecimiento de la Wikipedia en artículos por mes era del 5 por ciento.Desde hace dos años se ha estancado en un 1 por ciento. Y se espera que en un año el número de autores, que a finales de 2011 se situaba en 90.000 personas, descienda a 10.000. ¿Wikipedia se muere? Depende de cómo se mire. Es la principal sospechosa del asesinato de la sacrosanta Encyclopaedia Britanica, que este año ha tenido que cerrar su edición en papel. Y en 2012, gracias a una exitosa campaña de recaudación pública, ha contado con el presupuesto más alto de su historia. Así que estos son sus poderes: 29 millones de euros para afrontar el futuro y un líder viajero para convencernos de que, efectivamente, lo hay.Jimmy Wales se pasa la vida recorriendo el planeta. Es el Santo Padre de la Iglesia del Conocimiento Libre. Y tiene maneras clericales: observa todo lo que ocurre a su alrededor en silencio y es muy austero en sus gestos. De niño se formó con el método Montessori, el mismo que siguieron los fundadores de Google o el creador de Amazon. Su gran referente vital ha sido la polémica filósofa rusa Ayn Rand, la ideóloga más frecuentemente citada por los emprendedores de Silicon Valley. Su ideario, el objetivismo, defiende que la búsqueda de la felicidad individual es una obligación moral y que el único sistema que permite conseguirlo es el capitalismo.Con sus manos cruzadas sobre la mesa y un rostro hierático, tiene más tics de tímido enfermizo que de líder carismático.—Como fundador de Wikipedia, ¿qué decisiones toma?—Yo solo aconsejo. Mi papel es tener mucha influencia pero ejercer poco poder. Creo que hemos demostrado que la sociedad puede lograr objetivos sin necesidad de roles autoritarios.—Pero, si quisiera, ¿podría usted pulsar el botón de apagado de la Wikipedia?—¡No!—. Wales ríe a carcajadas haciendo ver que la idea le parece descabellada.El 18 de enero de 2012, sin embargo, se hizo evidente que algo así era posible. Quien intentó acceder a la Wikipedia no pudo y se encontró un apocalíptico mensaje escrito sobre negro: “Imagina un mundo sin libre acceso al conocimiento”. La web protagonizó una versión futurista de la Guerra de los Mundos. El pánico cundió entre los usuarios, que no entendían qué estaba pasando. Durante 24 horas el planeta pudo comprobar cómo sería vivir sin wiki-datos. El “apagón”, como fue bautizado, era una medida de protesta contra la SOPA, la nueva ley de regulación de Internet que el Congreso de los Estados Unidos pretendía aprobar.—Lobbies como el de la industria discográfica pusieron el grito en el cielo, hablando de abuso de poder. ¿Qué tiene que decir a eso?—Algunos grupos de presión están acostumbrados a hacer política extendiendo cheques entre los congresistas. Nosotros creemos en otra forma de hacer las cosas. La decisión de cerrar Wikipedia fue votada por todos los miembros de la comunidad.Esa comunidad de la que habla le conoce como “el dictador benevolente”. Él mismo se jacta de ello. Pero, ¿es de verdad Jimmy Wales tan benévolo?Jimmy Donal Jimbo Wales nació en una pequeña ciudad de Alabama conocida como “Rocket City” por ser uno de los mayores centros de producción de cohetes de Estados Unidos durante la Guerra Fría. El guión de la adolescencia de Wales estuvo, sin embargo, bastante lejos de ser una trepidante aventura de espías y oficiales. “Éramos como Beavis y Butthead. No nos comíamos un rosco, a pesar de que lo intentábamos. Bebíamos litros de refresco Mountain Dew y escuchábamos a Mötley Crue”, cuenta Terry Foote, uno de sus mejores amigos de juventud y padrino en sus dos primeras bodas. Con Foote, Vanity Fair mantuvo a lo largo de dos meses un intenso intercambio de emails, en el que él empezó firmando con un misterioso “Soldado Desconocido de Jimmy Wales”. La experiencia al lado del creador de la Wikipedia ha sido tan transformadora para él que ha escrito unas memorias. Y aunque aún busca editor, nos ha cedido algunas fotos y pasajes de su libro. “El éxito estaba escrito en su ADN. Todos sabíamos que podría hacer lo que quisiera”, cuenta su antiguo amigo. Y lo que Jimmy quiso hacer fue estudiar finanzas. En la universidad no era el ser más social de su clase: participante compulsivo de juegos de rol, durante esos años reconoció el potencial que podía esconderse detrás de los proyectos en red. Se mudó a Chicago.Su primer trabajo fue en banca de inversión. Gracias a algunas operaciones consiguió ahorrar dinero. Él no había nacido para recibir órdenes, así que, inspirado por el éxito del explorador Netscape, decidió probar suerte con su propia empresa: creó Bomis, un portal que tuvo cierto éxito gracias a sus contenidos eróticos. Pero la burbuja de las puntocom, la que voló por los aires a Terra o a Lycos, también se llevó por delante a su Bomis. Wales dio con una salida.—¿Cómo sobrevivió a aquello?—Tuvimos que crear una fundación para seguir adelante con nuestros proyectos. En aquel tiempo no había ya quien invirtiera capital en iniciativas digitales.Así que si Wikipedia ha llegado a 2012 sin ánimo de lucro no es solo por altruismo. En 2002, desde Florida y sobre un solo servidor para todo el mundo, Wales y Foote empezaron a trabajar en un experimento: una enciclopedia virtual escrita por todos los ciudadanos del mundo. “Cuando empezamos no dirigíamos la Wikipedia: la domábamos. Cuando los periodistas del The New York Times venían a entrevistarnos, alucinaban. A diferencia de otros sites de similar popularidad, no teníamos unas oficinas modernas y sofisticadas con cientos de empleados. Éramos Jimmy y yo gestionando todo. Había días que nos pasábamos la mañana corriendo de aquí para allá, apagando fuegos”, rememora Foote.En 2006 el experimento ya era un fenómeno global. Y Wales, una estrella mediática. Foote dice que justo entonces su relación comenzó a tambalearse: “Yo pasaba por terribles problemas personales y mi rendimiento dejaba mucho que desear, pero él empezó a tratarme como a un sirviente. Me hacía recoger la basura que él dejaba por todas partes”.Aún así, Wales se lo llevó a México, a aquella reunión con Bono. Sabía lo importante que era para él conocer a uno de sus ídolos de juventud. “Jimmy y Bono se trataban con muchísima familiaridad. Yo no entendía muy bien cuál era el sentido de aquella reunión, y por más que se lo pregunté nunca llegué a saberlo”. En la Fundación Wikimedia sí lo saben: Bono es director y cofundador de una firma de inversión llamada Elevation Partners que invierte dinero en proyectos tecnológicos. Participan en Google y son, después de Mark Zuckerberg, los principales beneficiarios de la salida a bolsa de Facebook. Además, asesoran a Wikipedia. “Un hombre fuerte de Elevation, Roger MacNamee, nos ha ayudado mucho a introducirnos en Silicon Valley”, confirma el director de comunicación de la fundación, Jay Walsh, desde sus cuarteles generales de San Francisco, quien también se encarga de explicar hasta qué punto Wales es un líder enrollado y tolerante. La plantilla, que ha pasado de dos a cien personas, sigue siendo modesta —si pensamos que en Google trabajan 15.000 empleados—, y sus austeras instalaciones no tienen nada que ver con el delirio al estilo Disney que son las oficinas del buscador más popular. “La gente adora Wikipedia”, dice Foote, quien finalmente fue despedido por su propio amigo.La realidad es que en un tiempo en el que los directivos de las grandes corporaciones se duplican los salarios mientras la economía mundial se hunde, Jimmy Wales no cobra absolutamente nada.—¿Ni un salario, ni dietas?—El proyecto es lo que es gracias a sus voluntarios. No cobrar es la forma simbólica que tengo de decirle al mundo que soy un miembro más de la comunidad.Wales se ha pasado los últimos cinco años de cumbre en cumbre, de conferencia en conferencia, codeándose con las altas esferas del poder. “Ayer estuve en Downing Street, para hablar sobre el posible uso de las nuevas tecnologías para el voto en los referéndum”, dice. Se tiene a sí mismo por una persona dialogante: ni problemático ni iracundo. El anti-Jobs.—¿Conoció el creador de Apple?—Un amigo me ofreció presentarme a Steve Jobs. Yo le dije que encantado, por supuesto. Al día siguiente tenía un mail muy cortante de Jobs en mi buzón que decía: ‘¿Qué quieres?”.Pone gesto de incredulidad. Esa grosería del fundador de Apple sería inaudita para un hombre como él, que destina la mitad del día a arbitrar con templanza en los conflictos entre wikipedistasWales habla con orgullo y un cierto tono desafiante. Es consciente de que su perfil es atípico. Sus enormes ojos azules parecen bondadosos. Y en eso consiste su poder de convicción. Esos ojos son los mismos que desde 2008 cada año nos han pedido desde los banners de Wikipedia que donemos dinero para la enciclopedia online. Los reclamos en los que aparece su rostro recaudan veinte veces más dinero que el siguiente reclamo más efectivo (en el que no sale su cara).¿De qué vive entonces Jimmy Wales? Dice él que de las numerosísimas charlas que ofrece, de su participación con acciones en diferentes start ups (empresas de nuevas tecnologías). Y, sobre todo, de los ingresos que le proporciona su empresa con ánimo de lucro. Se llama Wikia y es un portal de ocio con contenidos creados por sus usuarios. Muy parecido a Wikipedia, solo que con publicidad. A pesar de que la revista Forbes lo suele incluir en su listado de las 25 celebrities web, no hay información sobre su fortuna personal. Es el perfecto no-millonario. A Wales no le gusta que sus asuntos privados sean el foco de atención. “Mi vida es absolutamente fascinante, pero en el fondo aburridísima”, dice él. Sin embargo, alguna que otra polémica ha animado la plácida existencia de Wales.Por ejemplo Larry Sanger, un filósofo que participó en los orígenes de la enciclopedia virtual, está convencido de merecer que se le acredite junto a Wales como autor intelectual de la Wikipedia. Sanger es a Wales lo que los hermanos Winklevoss fueron a Mark Zuckerberg. Como los célebres gemelos que David Fincher inmortalizó en La red social, quiere su porción de gloria. Él fue quien propuso que el proyecto fuese un wiki, es decir, un sitio web en el que cualquiera pudiera trabajar sobre un mismo texto compartido y él fue, además, el autor del sistema de normas que rigen todavía hoy el universo de los wikipedistas. “Jimmy Wales se niega a reconocerme el título de cofundador porque como conferenciante y frente a los inversores de su otro proyecto, su empresa Wikia, no le compensa aparecer acompañado”, dice por teléfono desde Florida a Vanity Fair. Foote, testigo de aquellos inicios y conocedor de la relación Wales/Sanger, inclina aún más la balanza: “En un mundo perfecto, sus nombres deberían ir unidos con la misma naturalidad que Page y Brin (Google) o Jobs y Wozniak (Apple)”. Pero si de verdad eso es cierto, cabe preguntarse por qué Sanger no llevó a Wales a los tribunales como los Winklevoss hicieron con Mark Zuckerberg. “Tengo cosas mejores que hacer”, defiende.A pesar de tener cosas mejores que hacer, fue él quien en 2010 escribió una carta al FBI para alertar sobre la presencia de fotos de niños sufriendo abusos en las páginas sobre pedofilia de la enciclopedia online. “Supongo que lo hizo porque en el fondo le sigue importando el proyecto”, dice Wales sin alterarse un ápice.—¿Cree que el papel de Sanger en la creación del proyecto fue importante?—Sin duda. Sus aportaciones no han sido reconocidas en la medida en que debían. Sin embargo, llamarle cofundador sería una imprecisión histórica.Pero la noción de precisión histórica es muy relativa cuando hablamos de la Wikipedia. Esta enciclopedia orgánica, en permanente cambio y que se ha convertido en una herramienta de trabajo esencial, aunque inconfesable, de miles de estudiantes, no se somete a la revisión de ninguna autoridad. Por eso no está reconocida como fuente válida en el ámbito académico. Usted mismo podría cambiar datos en la entrada sobre, pongamos, la Guerra Civil Española. De hecho, Jimmy Wales, haciendo uso de sus privilegios como fundador, editó su biografía hasta 18 veces. Eso enfureció a su parroquia.—¿Qué partes retocó?—Bueno, está todo publicado en Internet, si lo quieres saber.Se resiste a contestar. Pero la búsqueda en Internet que él mismo ha sugerido nos cuenta lo que él no quiere: intentó figurar como único padre intelectual de Wikipedia y trató de ocultar que su primera empresa tuvo éxito gracias al porno. Los wikipedistas, tras ese desliz vanidoso, le exigieron que renunciase a sus privilegios como editor. Lo hizo. Y hoy en día es muy fácil acceder a una gran cantidad de información sobre su otro gran escándalo: el affaire con la periodista y tertuliana republicana (radical) Rachel Marsden. La conoció en un congreso. Una historia fugaz. Él, dice, no quería nada serio. Ella, despechada, publicó, á la Lewinsky, fotos de sus prendas manchadas de fluidos corporales de Wales.—¿Se ha vuelto más desconfiado con los medios desde aquello?—No. Aunque sí mucho más reservado. Para mí fue un momento muy duro. Tienes un rollo de una noche, sin más transcendencia, y te ves expuesto así.En este punto Wales no ofrece ninguna resistencia ante las preguntas delicadas. Para él es agua pasada. Se ha casado este verano, en terceras nupcias, con Kate Garvey, la que fuera la secretaria personal del primer ministro británico Tony Blair. La conoció en Davos y tiene una hija con ella.—¿Qué opinión tiene de Wikileaks?.—No creo en esa manera de actuar. Si a mí me filtrasen información delicada la llevaría al The New York Times, a la BBC o a las muchas organizaciones de defensa de los derechos humanos que existen.—¿Y Julian Assange?—Es una persona conflictiva. Eso le hace interesante, claro. Pero me parece injusto que la gente le ame solo por ello.Desaprueba también el estilo de vida de Mr. Dotcom, el director de la plataforma de intercambio de archivos Megaupload, Kim Schmitz: “No ha sido muy hábil dejándose fotografiar rodeado de modelos y ferraris”. Y termina con una ironía, cosa que no es muy frecuente en él. “Pero yo no soy su asesor, así que es un poco tarde para darle consejos”.
Nacido para Correr
Los gustos personales de Wales no son, desde luego, los de un millonario al uso. Su héroe es el creador del lenguaje de programación Lotus, su posesión más preciada, una linterna, y su idea del día perfecto, pasar diez horas online. Su lugar de trabajo favorito es la cama y también muchas horas sentado en aviones. “Es cierto lo que dicen: antes del boom de Wikipedia jamás había viajado fuera de los Estados Unidos”. Se ríe tímidamente. La única estridencia que se ha permitido ha sido ser modelo de una firma de alta relojería. “Pedí permiso a la junta directiva de Wikimedia. No hubo problema. Les pareció una tontería”. Y cambia rápidamente de tema.Prefiere hablar de por qué se pasa la vida de país en país: su informe estratégico hasta 2015 habla de llegar a 50 millones de artículos y 200.000 editores. Necesita captarlos. La gran incógnita es en qué y cómo se va a gastar el presupuesto más alto de su historia una entidad que no paga a sus autores. Él dice que en proyectos de colaboración con universidades, en becas y en tecnologías que hagan más fácil para el público participar en la enciclopedia. “Somos conscientes de que debemos ser muy transparentes” y me invita a chequear los balances. “Está todo en la web”. Pero aunque no le guste hablar de dinero, no se le dan mal los números.“Una vez dije que si tasásemos Wikipedia valdría tres mil millones. Bromeaba. No se puede tasar Wikipedia, como no se puede tasar la Cruz Roja”. Pero Wikipedia no es la Cruz Roja: su potencial comercial es innegable y el apagón de febrero demostró que el mundo ya no sabe vivir sin wiki-datos. Ahora que los wikipedistas empiezan a desertar, ahora que Facebook ha salido a bolsa y el fondo de inversión de Bono ha sacado tajada, es lógico preguntarse si algún día la enciclopedia virtual más grande del mundo se convertirá en una rentable empresa privada. Él asegura que no echa de menos las reglas del mundo de las finanzas. “No necesitamos cambiar nuestro modelo para sobrevivir”. Aunque a regañadientes añade un “nunca digas nunca”. Palabra de dictador benévolo.Fuente: revistavanityfair.es
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