Willman Durán Ribera


 

La democracia boliviana le debe un sentido homenaje al abogado cruceño Willman Durán Ribera, quien falleció ayer luego de una prolongada batalla contra el cáncer. Sin embargo, su guerra principal se enfocó por conseguir que la justicia sea el pilar fundamental del sistema democrático, sin el cual, la soberanía del pueblo es apenas una frase vacía y el voto ciudadano, una mera formalidad.

Durán Ribera fue miembro del Tribunal Constitucional entre 1998 y 2005 y accedió a ese cargo mediante concurso de méritos. Su desempeño y el de otros juristas de su talla frente al máximo órgano de justicia, es tal vez el elemento más destacable del periodo democrático boliviano y es una demostración de que nuestro país no marchaba descarriado como lo suelen pintar los actuales gobernantes. Precisamente, el presidente Evo Morales debería ser el principal admirador de Willman Durán, pues fue durante su gestión cuando se revisó el caso de la expulsión del dirigente cocalero de la Cámara de Diputados en el 2002. En un gesto de grandeza e integridad, los magistrados le restituyeron el cargo a Morales y gracias a esa decisión pudo seguir su carrera política.



Fuente: eldia.com.bo

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