El escote de Susan Sarandon es ya un invitado más en las alfombras rojas. Uno que reivindica, además, que con 70 años una mujer sexy lo muestre al mundo como una de 20.
De nuevo, el escote de Susan Sarandon se quedó con los flashes y los comentarios en la alfombra roja del primer día del festival de Cannes 2017. Reducir a una mujer a un escote puede funcionar en varias direcciones: casi todas son negativas excepto esa en la que se celebra y reivindica que una mujer de 70 años, actriz premiada y sex symbol para varias generaciones, decida seguir mostrándolo.Y Susan Sarandon, como la mucho más mediática (y joven) Madonna, ha hecho de esta lucha silenciosa uno de sus mayores valores en los últimos años.Ya el año pasado, durante los premios SAG, se convirtió en trending tiopic. Durante un discurso recordó a su amigo David Bowie (fallecido en enero de 2016) con la frase: «Todos los clichés son verdad. El tiempo pasa muy rápido, realmente. La vida es tan corta como nos han contado«. Y acto seguido, detrás de ella, comenzó un recorrido por las figuras del cine que nos habían dejado en 2015.Sarandon, una mujer de 69 años entonces, de las mejores intérpretes de su generación, volcada desde el principio de su carrera en cientos de causas nobles y madre de tres hijos, dijo esto mientras llevaba un escote que dejaba a la vista una anatomía envidiable. Y las redes sociales ardieron. Todos los clichés son verdad, dijo Bowie, y tenía razón.En Twitter pronto se mutiplicaron los comentarios al respecto. Algunos hacían chistes («¡Qué bien que los pechos de Susan Sarandon estuvieran disponibles para presentar la sección In Memoriam!»). Otros venían de parte de los guardianes de la moral («Susan, si sabías que ibas a presentar la sección In Memoriam, ¿por qué llevabas un sujetador a la vista?»). Otros tuvieron que reconocer que el físico de Sarandon es espectacular cuando está rozando los setenta.
Lo que subyace realmente aquí es que una mujer ha venido a recalcar que los pechos también existen a los setenta años. Y que tienen derecho a ser mostrados. Probablemente de forma inconsciente, Sarandon llevó a cabo el año pasado en los Premios SAG y ha vuelto a hacer este año en Cannes algo llamativo y valiente: mostró sus pechos con orgullo, lo hizo con un outfit que Hollywood solo hubiese perdonado a una actriz veinteañera y se expuso a las críticas negativas que seguramente sabía que llegarían.
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Y no es la primera vez que Susan Sarandon presume de escote. De hecho, lleva haciéndolo toda su carrera, pero en los últimos años lo hace con mucho más ahínco, tal vez queriendo enviar un mensaje sobre la visibilidad pasada la edad de jubilación y sobre el derecho de las mujeres de cualquier edad a poder plantarse en una alfombra roja vestidas como deseen.
La misma mujer que recorre alfombras rojas enseñando con orgullo parte de sus pechos es la misma que ha ganado un OScar, un BAFTA, cinco Emmys, que es embajadora de buena voluntad de UNICEF desde 1999, que recibió un premio de Acción contra el hambre en 2006 y que se la jugó en 1993 en los Oscars al exigir que el gobierno norteamericano dejase entrar en EE.UU. a 250 haitianos afectados de VIH, un gesto que le valió una bronca por parte de su representante y algunos académicos. Da la sensación de que ninguna de estas cosas las puede hacer una actriz con un pecho espectacular, sino que es algo más digno de una activista discreta, con poco maquillaje y jersey de cuello vuelto. Susan Sarandon volvió a demostrar este fin de semana que sí, que los clichés son verdad, pero gente como ella puede ayudar a desmontarlos en muy poco tiempo.
Fuente: revistavanityfair.es