El enigma Christian Bale: ¿cómo es la persona tras el furioso actor?


Con Bale, nadie sabe dónde acaba la broma y empieza la confesión. Dónde acaba el hombre y empieza el personaje.

Christian Bale

Nunca aparece en las galerías de niños prodigio. Y eso recuerda que su debut a los doce años, en El imperio del sol de Steven Spielberg, le hizo sentir en una cárcel. «Me di cuenta de que podía mantener a mi familia, así que lo convertí en mi obligación», confiesa Christian Bale. Sin embargo, su relato no es el de la mayoría de niños actores. Sus padres no le explotaron ni se fundieron sus ahorros, apenas trabajó entre los 13 y los 23 años y, sobre todo, no encaja en los reportajes de «¿qué fue de…?», porque todo el mundo sabe qué fue de Christian Bale. Se hizo mayor, se puso cachas para American Psycho, bajó hasta 55 kilos para El maquinista, subió hasta 105 de puro músculo para Batman Begins, perdió 14 para The Fighter y ganó 20 para La gran estafa americana, un personaje cuya postura encorvada le produjo una hernia discal. El año pasado, Christian Bale se vio obligado a abandonar el biopic de Enzo Ferrari, porque, a los 43 años, su cuerpo no podría soportar otro cambio de peso dramático. Tanta dieta, inevitablemente, no ha ayudado a endulzar su carácter.Christian Bale protege tanto su intimidad que los nombres de sus hijos (Emmaline, de 10 años y Joseph, de 1 año) son rumorología, porque él nunca los ha mencionado. Lleva 16 años casado con Sandra Blazic, a quien conoció cuando ella era la asistente personal de Winona Ryder, y no se habla con casi ningún miembro de su familia. El 22 de julio de 2008 Bale fue arrestado en Londres, justo antes de asistir al estreno de El caballero oscuro, acusado por su madre y su hermana de asalto y amenazas. La policía desestimó el caso por falta de pruebas. Recientemente su hermana Sharon fue desahuciada de su casa de Bournebouth (Reino Unido), declarando que Christian nunca le ha ofrecido dinero y tampoco podría si quisiera, porque no tiene su número de teléfono. Según Sharon, el actor ni siquiera respondió a la tarjeta de Navidad que le envió su abuela de 86 años.Este culebrón familar resultaría difícil de creer si no existiera una ya legendaria grabación de Christian Bale cagándose en los muertos de un trabajador en 2009. Durante el rodaje de una escena clave para el conflicto del personaje de John Connor en Terminator Salvation, el director de fotografía Shane Hurlbut cometió el error de entrar en el set para comprobar la luz. Todo el mundo sabe que nadie entra ni sale de un set en medio de una escena, pero Christian Bale consideró que eran necesarios cuatro minutos de ira homicida para explicárselo.«Si yo no arranco tus putas luces ¿qué cojones haces tú interrumpiéndome a mí?», «no quiero tomarme un puto descanso», «te voy a patear el puto culo si no te callas de una puta vez», «no necesito darme un puto paseo, es él quien necesita dejar de pasearse», son algunos de los consejos que Bale le dio a Hurlbult, en un aterrador manual de cómo introducir la palabra «fuck» en todas sus variantes. Mientras Bale se liaba a patadas con el atrezzo, amenazó con abandonar la película si no despedían a Hurlbut. Precisamente la filtración de este exabrupto se debió a que la productora la envió a la compañía de seguros para poder demandar al actor si finalmente incumplía su contrato.La viralidad de la grabación fue inmediata, y hasta remezclada por Djs como Lucian Piane (Bale Out) o The Mae Shi (R U Profesional). Incluso David, aquel adorable niño recién salido del dentista sufrió su propio encontronazo viral con Christian Bale en Christian Bale takes David to the Dentist. El actor se disulpó admitiendo que «se comportó como un matón» y prometiendo que se había reconciliado con el director de fotografía, que aún debe de tener pesadillas. Incluso varios compañeros de profesión como Whoopi Goldberg salieron en defensa de Bale ya que «nadie debe interrumpir el rodaje de una escena». Ya nos ha quedado claro, Whoopi.Este es Christian Bale durante un mal día, pero su reacción energúmena contrasta con su compromiso social e integridad moral. Durante el rodaje en China de Las flores de la guerra, el actor quiso llamar la atención sobre la figura de Chen Guangcheng, un «abogado descalzo» que aprendió leyes por su cuenta para defender a los afectados por la política del hijo único y que vive en un arresto domiciliario. En la puerta de su casa, la policía china (que no reconoció al actor pues en aquel momento el cine de Hollywood aún no había irrumpido como el fenómeno social que es ahora en China) le recibió tirándole piedras y dándoles puñetazos, tras lo cual persiguieron el coche del actor y del cámara de CNN durante 40 minutos. Bale reconoció que «no sé qué más hacer para apoyar a Chen que intentar visitarle para estrechar su mano, yo no soy valiente, la gente local que se levanta contra las autoridades lo son». Si Christian Bale es valiente o no, nunca lo sabremos. Su verdadero carácter, lo que le gusta, lo que no le gusta (aparte de que le interrumpan) lleva 30 años siendo un misterio, y así seguirá. La personalidad del hombre detrás de la bestia interpretativa es a estas alturas tan misteriosa como su verdadera complexión física: ha llegado a extremos tan radicales, que resulta imposible conocerla. El único consejo que le dio a su heredero en el papel de Batman, Ben Affleck, es «que no se mee encima cuando lleva el traje puesto». Canceló una entrevista con Jay Leno porque durante el cuestionario previo le preguntaron por qué se considera inglés (donde vive) y no galés (donde nació). Confiesa que su dieta para El maquinista fue café, manzanas, coca-cola light y cigarrillos, mientras que para perder peso en The Fighter recurrió al running y a la cocaína. Con Bale, nadie sabe dónde acaba la broma y empieza la confesión. Dónde acaba el hombre y empieza el personaje.Quizá por ello la industria y el público toleran sus errores, incluyendo definir a su personaje, Moisés, como «un terrorista» en plena promoción de Exodus. Dioses y reyes. Porque Christian Bale se ha ganado ese estatus de «actorazo» a ojos del gran público, y de ahí nadie se baja. Este título nobiliario de Hollywood es tan difícil de lograr que, los «grandes actores de carácter» que lo consiguen se pasan el resto de su carrera disfrutando de él, y esa condición queda por encima del ser humano y de la estrella. Marlon Brando dijo que lo único que un actor le debe al público es no aburrirle, y desde luego Christian Bale sabe mantenernos entretenidos, dentro y fuera de la sala de cine.Fuente: revistavanityfair.es