Durante demasiado tiempo Jorge Mario Bergoglio mantuvo una actitud contemporizadora con la dictadura de Nicolás Maduro, a la que facilitó una mascarada de “diálogo” que sirvió para enfriar el empuje de la oposición democrática.Pero tras más de dos meses de protestas y nada menos que 90 muertos, la gran mayoría caídos a manos de la represión policial o de los colectivos chavistas, algo parece estar moviéndose en El Vaticano.A raíz de una carta enviada por varios ex mandatarios latinoamericanos, la Santa Sede acaba de responder que la solución a la crisis venezolana pasa por llevar a cabo las “elecciones constitucionalmente previstas”, lo que implicaría desautorizar la irregular Constituyente corporativista sacada de la galera por el autócrata de Caracas.También es importante el cambio de interlocución del Vaticano, que ha pasado de respaldar a “mediadores” fantoches como el ex presidente español Rodríguez Zapatero, a intercambiar opiniones y alternativas con un grupo mucho más serio de ex jefes de Estado, como Laura Chinchilla de Costa Rica, Luis Alberto Lacalle de Uruguay, Mireya Moscoso de Panamá, Andrés Pastrana de Colombia, Jorge Quiroga de Bolivia y Miguel Ángel Rodríguez de Costa Rica.¿Se acabará formando una suerte de “Grupo de Contadora” para Venezuela, similar al que propició las elecciones en Nicaragua que dieron fin a la (anterior) dictadura [email protected]