Página Siete /La PazEl médico de emergencias especializado en desastres y director del Programa de Soporte Vital para Bomberos, Oliver Llanos, recomendó evitar el encendido de estufas en dormitorios, para evitar la emisión de gases como el monóxido de carbono, que puede provocar la muerte de una persona en pocos minutos.Llanos, que también es especialista en materiales peligrosos, advirtió que este gas, conocido por su fórmula química «CO”, impide el transporte de oxígeno a través de la sangre y provoca el adormecimiento del cerebro y de mecanismos de respuesta.En una entrevista con Página Siete, el médico describió los riesgos a los que se exponen las personas que encienden fuentes de calor con el propósito de combatir las bajas temperaturas mientras duermen.Las fuentes que generan monóxido de carbono, según el especialista, son los combustibles como el Gas Licuado de Petróleo (GLP), gasolina, carbón y algunos aceites. La segunda fuente son los combustibles de uso doméstico como los aceites de estufas, las hornillas a gas y algunos calentadores.El monóxido de carbono es un gas tóxico, incoloro (sin color), inodoro (sin olor) e insípido (sin sabor). Cuando está en proceso de combustión la llama suele ser de color azul. Su peligrosidad se fundamenta en la afinidad que tiene por la hemoglobina en nuestra sangre.La recomendación que da Llanos para usar estufas de cualquier tipo es que pueden servir para calentar el ambiente, pero se debe evitar dormir mientras están encendidas. Cuando el monóxido de carbono empieza a emanar, la hipoxia hace que el cerebro se adormezca y los mecanismos de respuesta y vigilia disminuyan o se anulen.