Con la base de un turril, placas de imprenta y la cáscara de la esponja para montar un módulo de lombricultura se ha innovado la forma de hacer un nuevo abono orgánico (humus) en el Valle Alto, Valle Bajo y la ciudad.El método denominado lombricultura ecológica, que se aplica desde la gestión pasada, resulta ser más económico y amigable con el medioambiente, pues evita que los rastrojos (restos de las plantas), que antes eran quemados, ahora sean reutilizados para el abono.El proyecto que ha beneficiado a 150 familias es impulsado por la Embajada de Dinamarca en Bolivia y la Fundación Ibulb.Ellos fueron los encargados de enseñar el método y facilitar el material que está innovando la forma de hacer lombricultura.Gabriel Miranda, gerente técnico de la Fundación Ibulb, indicó que los módulos no ocupan espacio tal como otros métodos de lombricultura y que además permiten que los agricultores tengan mayores rendimientos económicos.Los ingredientes para hacer el compost son guano de conejo, lombrices y rastrojo.Los gusanos son los encargados de producir el compost al expulsar todo lo que comen. Para ello, cada semana se debe aumentar estos ingredientes al módulo y regarlo con aguaEn el lapso de tres meses, el agricultor puede obtener entre 100 y 120 kilos de abono. Pero, además, el método también permite que los lixiviados (el agua que filtra del módulo) sean utilizados como fertilizantes para evitar enfermedades en las plantas.Según Miranda, este es el único método en el que se consiguen fertilizantes, además del abono, por lo que el ahorro en los agricultores es aún mayor.Ramiro Camacho, beneficiario del proyecto en la zona de Kuchupunata, en el Valle Alto, fue uno de los primeros en cosechar cebolla que había sido sembrada con el compost ecológico y fertilizada con el lixiviado.En su casa tiene dos módulos instalados desde la gestión pasada y uno de sus objetivos era dejar de usar fertilizantes que son dañinos para la salud y el medioambiente.“La cosecha ha sido muy buena y he ahorrado mucho, porque un pesticida cuesta hasta 300 bolivianos y en el abono también gasté menos de la mitad de lo que antes me costaba, ya que en un quintal se puede llegar a invertir hasta 230 bolivianos”.El método, según Miranda, será patentado en el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi) y pretende ser replicado en otros municipios del país por la alta expectativa que ha generado, pues ya hay muchos agricultores que también lo quieren implementar.Debido al pequeño espacio que ocupa el módulo para producir el abono, el método también puede ser realizado en la ciudad e incluso en viviendas con un pequeño tamaño.FLORES Y FRUTOS El método es empleado para ser usado en plantaciones de flores y frutos.Mientras en el Valle Alto su uso es más en frutos de durazno y cebolla, entre otros, en el Valle Bajo ayuda a la producción de flores. Los principales beneficiarios son, de inicio, los pequeños productores familiares.
El método ayuda a mejorar el suelo
El abono orgánico o humus de lombriz tiene, además, la gran ventaja de mejorar la calidad del suelo que con el tiempo se va degradando con otros tipos de compost.El gerente técnico de Ibulb informó que la tierra se tiende a salinizar y pierde su fertilidad con otros tipos de abono. Pero el compost orgánico lo que hace es mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, con lo que aumenta el crecimiento vegetal, la floración y la fructificación; es decir, los agricultores obtienen mejores resultados con su producción.Asimismo, aumenta la resistencia de las plantas a las plagas y enfermedades.Para que el método de la lombricultura ecológica funcione, se debe crear un ambiente de humedad entre el 60 y 80 por ciento .Una lombriz puede tener más de mil crías por año y duplica su población cada tres meses.A mayor cantidad de lombrices, mayor producción de abonoFuente: opinion.com.bo