La organización PETA defiende al animal de un hecho insólito. Cuáles son los argumentos de la ONG
El simpático simio robó la cámara al experimentado fotógrafo. Apuntó a su propio rostro, se vio reflejado en la lente y disparó reiteradas veces. Cuando pudo recuperarla, David Slater, el dueño de la cámara, vio algo increíble. Naruto, el mono, había sacado una selfie perfecta. Varias, en rigor de verdad.
El hecho ocurrió en 2011 en la reserva Sulawesi, en Indonesia, y las fotografías fueron publicadas en un libro llamado Wildlife Personalities, de la empresa Blurb. Como resultaba lógico, el crédito por las fotos se lo llevó Slater. Y allí comenzó el problema. La ONG Personas para el Trato Ético a los Animales (PETA, por sus siglas en inglés) demandaron a la compañía y al fotógrafo porque considera que los derechos de autor le pertenecen a Naruto y no a Slater.
Ayer miércoles, una corte de apelaciones de San Francisco escuchó durante 45 minutos los argumentos de ambos lados, luego de que una primera instancia diera un veredicto favorable al reportero británico. Para Slater, los derechos debían ser explotados por Blurb porque las imágenes fueron obtenidas por ellos. En cambio, el abogado de PETA, David Schwarz, indicó que el mono estaba acostumbrado al uso de cámaras y que cuando vio su reflejo en la lente decidió tomar las fotos.
En primera instancia, en 2016, un juez había fallado en contra del Naruto, quien no debe estar muy al tanto de estas disputas legales. En aquel entonces, el magistrado indicó que el Congreso no parecía haber extendido ese derecho reclamado a los animales. Pero Schwarz insistió ante la corte de apelaciones. Señaló que el «derecho de autor» debe ser tomado en un sentido más amplio del adoptado por el primer juez federal que entendió en el caso.
Pero los jueces le consultaron sobre por qué PETA tiene estatus para representar a Naruto y dijeron que «cuidar genuinamente del animal» no es suficiente para establecer una relación de «próximo amigo«, la cual se requiere para representar al mono en la corte.
La abogada de Blurb, Angela Dunning, fue más allá: «¿Dónde termina esto? Si un mono puede demandar por una supuesta infracción de derecho de autor, ¿qué más puede hacer un mono?«.
Todavía no se estableció una fecha para dictar sentencia.
Fuente: infobae.com