En la secuencia se observa perfectamente la tranquilidad con la que los jóvenes terroristas buscaron entre los estantes los utensilios que necesitaban para cometer la matanza que habían improvisado. De allí se llevaron un hacha, cuatro cuchillos y material de acampada.Los trabajadores del gran bazar chino siguen asustados y, las imágenes lo demuestran, nada en su actitud hizo sospechar las verdaderas intenciones de los jóvenes.