Después del perro




“Batuque” era un nombre muy común en los perritos de antes, esos que no tenían raza definida, que no usaban collar, comían las sobras de la comida y que nadie sacaba a pasear. Ladraban pero no mordían, batían la cola y pasaban mucho tiempo rascándose las pulgas. Justo ahora que están de moda las mascotas relucientes y rebosantes de pedigrí, vuelve a surgir ese humilde nombre, pero en el cuero de un perro de origen chino (Sharpei), lleno de arrugas y, por lo visto, muy agresivo. Algunos lo llaman “Pantuque” y se trata de animal que atacó a una mujer en La Paz y la dejó con heridas severas. El caso se ha convertido en un caso judicial impresionante, un escándalo viral y en un episodio de terror rodeado de amenazas de muerte y la dueña del cachorro tras las rejas. Lo más llamativo es que nada menos que 18 abogados están defendiendo al cuadrúpedo para salvarlo de la eutanasia. Tal vez un par de esos juristas (cuando se desocupen de tan importante labor) puedan prestar sus servicios a favor de la constitución, así los bolivianos no terminamos después del perro.

Fuente: eldia.com.bo