El FC Barcelona confirmó ayer que la lesión de Ausmane Dembélé lo tendrá fuera de los terrenos entre tres y cuatro meses. Es posible que el francés no retorne a los terrenos de juego hasta mediados de enero. Ante esa perspectiva, surgía en el panorama la posibilidad de incorporar algún futbolista, esto es, fichar aprovechando la larga duración de la dolencia y usando hasta entonces, hasta enero, la ficha de Dembélé. Esta opción, sin embargo, no es factible. El Barça no podría fichar a un sustituto de Dembelé. Tendrá que estar la primera mitad del campeonato con un jugador menos.
Varios son los puntos de los distintos reglamentos que rigen el fútbol español que impiden desarrollar la estratagema culé.
El primero es que, para que un futbolista pueda ser dado de baja para fichar un recambio debe sufrir una dolencia de mayor duración que la de Dembélé. Esto es, el plazo mínimo (previo análisis de un comité médico independiente) debe ser de cinco meses y medio. Por debajo de esta línea temporal, el movimiento es imposible.
Además, sucede que cuando un jugador es dado de baja por su club, ya no puede tener ficha con ese equipo. Es decir, que si aun si el Barça pudiera dar de baja a Dembélé para fichar un recambio (recambio que sólo podría ser fichado de competiciones españolas, eso dice el reglamento), el francés no podría volver a enfundarse la camiseta culé en Liga en lo que resta de curso.
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Así pues, al Barça no le queda otra que resistir con lo que tiene hasta que su fichaje estrella, el hombre de los 150 millones de euros, pueda estar recuperado. Eso, o fichar algún jugador del mercado libre de futbolistas. La normativa en España permite incorporar jugadores en paro en cualquier periodo de la temporada, esté o no abierto el mercado de fichajes.
Fuente: Ecodiario.es