La central inyectará 120 MW adicionales y permite cubrir el 8% de la demanda nacional y 50% de la necesidad de Cochabamba.
Página Siete/ La Paz
Con la puesta en marcha de la central hidroeléctrica Misicuni, la oferta eléctrica del Sistema Interconectado Nacional (SIN) se incrementó de 1.979 megavatios (MW) a 2.099 MW, informó el ministro de Energía, Rafael Alarcón.
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El jueves fue inaugurada esta planta ejecutada por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE Corporación) con una inversión de 142 millones de dólares, financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Tesoro General de la Nación y recursos propios de la estatal.
A partir de su puesta en funcionamiento la filial ENDE Corani será la empresa que se encargue de su administración, operación y mantenimiento.
La inyección de energía al SIN con este proyecto es de 120 MW de potencia al SIN.
Esa cantidad, según Alarcón, es suficiente como para atender el 8% de la demanda de energía a nivel nacional y el 50% del requerimiento de Cochabamba, con lo cual recupera su sitial de centro energético de Bolivia.
«La potencia de esta planta representa el 8% en la demanda máxima del SIN, 120 MW es el 8% , ¿cuánto tenemos en demanda?, hoy Bolivia tiene 2.099 MW de oferta de energía, destacó.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el objetivo del Proyecto Múltiple Misicuni es abastecer de agua potable y agua de riego a Cochabamba, y al mismo tiempo generar energía para SIN mediante el aprovechamiento de las aguas de la cuenca del río Misicuni.
La central hidroeléctrica contribuirá a incrementar la capacidad instalada de generación al SIN para hacer frente a la creciente necesidad de electricidad, especialmente en las horas de mayor demanda.
Mejorar la matriz energética incrementando la participación de energía renovable y reducir los subsidios al sector y liberar gas natural para exportación.
El proyecto comprende dos componentes, el primero incluye las obras de infraestructura y el segundo, la ingeniería, supervisión, mitigación ambiental y social, y otros costos indirectos.
Alarcón explicó que durante la ejecución del proyecto trabajaron más de 5.000 personas en forma directa e indirecta.
«Las obras lo dicen, hablan por sí solas, este tipo de instalaciones requiere bastante mano de obra , estamos trabajando para mejorar nuestra oferta de energía eléctrica y utilizar todo el potencial energético del país con el propósito de producir excedentes de generación, dijo.
La empresa boliviana Carlos Caballero estuvo a cargo de la fabricación y montaje de aproximadamente cinco kilómetros de tubería forzada para la alimentación de la central.
Los diámetros de la tubería oscilan entre los 1,2 metros y los 2,4 metros. Además, se realizó la provisión del blindaje para la chimenea de equilibrio, consistente en una tubería vertical de 150 metros de altura y 1,6 metros de diámetro.
Fuente: paginasiete.bo