A los 33 años, Javier Mascherano está en una etapa de imaginarse cómo quiere que sean los últimos años de su carrera. Su primera declaración contundente, luego de que Argentina sellara su pase a la próxima Copa del Mundo fue: «Si llego a Rusia tengo claro que ese será el fin». Hablaba de la selección, claro. Veterano de mil batallas en la Albiceleste, el Jefecito debutó a los 19 años el 16 de julio de 2003 con Marcelo Bielsa como entrenador. Ya son 14 años defendiendo los colores de su país y considera que en julio próximo, cuando tenga 34 años y después de su cuarta Copa del Mundo será un buen momento para despedirse.No obstante, física y mentalmente, Mascherano se sabe capaz de emprender un último reto en el fútbol de primer nivel antes de empezar a prepararse para ser entrenador. En el Barça, con más de 30 años empieza a resultar difícil sostenerse entre los jugadores más considerados por el entrenador y en el ciclo de Ernesto Valverde tiene la menor cantidad de minutos en un arranque liguero desde la temporada 2010-11, cuando llegó al club. El argentino suma apenas 450 minutos en las once fechas disputadas, cien minutos menos que la temporada pasada y menos de la mitad de lo que había jugado hasta esa instancia en la 2015/16 (925).Desde hace al menos un año que a Mascherano le han llegado ofertas -la de Juventus, la más seria- y él no ve con malos ojos un final de carrera en Europa en otro grande con aspiraciones a títulos, según refleja el diario Sport. Después de todo, es su hambre de gloria el que lo ha llevado a ser uno de los jugadores más ganadores de todos los tiempos gracias a los títulos cosechados en el exitoso ciclo del Barcelona de Pep Guardiola y los técnicos que lo sucedieron.La otra opción que no habría que descartar, si es que logran seducirlo, es que Masche cierre su experiencia europea en el Barcelona y regrese a River Plate después del Mundial de Rusia para jugar sus últimos años en el club que lo vio nacer como futbolista. Fuente: Pasión Fútbol