[vid url=http://cd1.eju.tv/wp-content/uploads/2017/12/PB1712070754.mp4]Video: El DeberEn abril pasado, las internas del penal de Miraflores también denunciaron que Zapata gozaba de algunos privilegios.La exministra Nemesia Achacollo, quien hace una semana cumple detención domiciliaria en Santa Cruz, después de permanecer en el penal de mujeres de Miraflores desde hace más de un año por el caso del Fondo Indígena, reveló que la exgerente de CAMC, Gabriela Zapata, a diferencia de las demás reclusas, se encuentra en una celda especial.Tras ser consultada sobre si todas las detenidas de ese penal eran tratadas de la misma forma, incluyendo a Gabriela Zapata, Achacollo respondió: “Ella tiene otra celda especial. No sé, no la entiendo, nunca le hablé”, según una entrevista del periódico El Deber.La exministra contó que según las reglas de la cárcel, las nuevas reas no pueden tener radio ni televisión los primeros seis meses, además que no se puede salir al patio después de las 18:30.“Éramos cuatro personas. Entre una cama y otra sólo había medio metro de distancia”, recordó Achacollo.El caso Zapata salió a luz el 3 de febrero de 2016 cuando el periodista Carlos Valverde denunció un presunto tráfico de influencias a favor de la empresa china CAMC, en la cual estaba involucrada Gabriela Zapata, expareja del presidente Evo Morales.El 28 de febrero, Zapata fue enviada a la cárcel de Mujeres de Obrajes y desde el 24 de marzo permanece en el penal de Miraflores, a donde fue trasladada por razones de seguridad y para garantizar la convivencia pacífica de las internas del recinto carcelario de Obrajes.11 días después de su traslado, el 4 de abril, las internas que protagonizaron un motín y rechazaron que Zapata esté en esa cárcel, denunciaron que ella las discriminaba, gozaba de algunos privilegios como el acceso a celular y no comer de la olla común.
Sentenciada por legitimación de ganancias ilícitas, asociación delictuosa, falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, entre otros delitos, Gabriela Zapata debe cumplir una condena de 10 años en la cárcel de Miraflores.