Su memoria es perfecta. Y no sabe si posee un don o una maldición

Foto: Joey Degrandis. (Instagram)Joey Degrandis. (Instagram)

 Joey DeGrandis tenía unos diez años cuando sus padres se dieron cuenta de que había algo especial en su memoria. «Alguien mencionó un evento que había organizado su familia años atrás y él casualmente contestó: ‘Oh, eso fue el lunes 20 de junio». Su precisión era asombrosa, tanto que sus padres le enseñaban viejos calendarios que guardaban mientras se quedaban boquiabiertos con sus recuerdos. Ahora tiene 33 años y muestra sus habilidades en algunos espectáculos de magia en escuelas. Cautiva a su audiencia identificando correctamente el día de la semana de cualquier hecho histórico, da igual el año o la década. Durante más de quince años, Degrandis pensó que su talento simplemente era algo divertido que mostrar en sus fiestas y eventos familiares, no algo que todos pudieran hacer pero tampoco le daba gran relevancia. Más tarde descubriría que era especial, y esta ‘memoria de elefante’ tiene sus pros y sus contras.

Don o maldición

Así es la vida de quienes tienen Memoria Autobiográfica Altamente Superior (HSAM, según siglas en inglés), una extraña condición que genera registros muy precisos de eventos del pasado relacionados con la propia experiencia: desde un acontecimiento familiar a lo que alguien les contó, leyeron o escucharon en un día particular. El síndrome recibió su nombre en 2006 por el experto en memoria James McGaugh, neurobiólogo de la Universidad de California en Irvine. El académico publicó un artículo sobre un estudio de seis años de una paciente con los síntomas, primera persona a la que se le diagnosticó hipertimesia.



Su memoria es perfecta. Y no sabe si posee un don o una maldición

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En 2010, cuando DeGrandis tenía 26 años, vio un segmento del programa de la CBS ’60 minutos’ que presentaba a un puñado de personas con una capacidad similar. «Estaba en un viaje con un amigo y terminé en California. Decidí ir a visitar a este médico que estaba estudiando a estas personas que parecían ser como yo», comenta a ‘Time’.Puede ser frustrante, pero también es maravilloso tener un acceso fácil a recuerdos felices cuando estás tristeEn la actualidad se conocen poco menos de 100 sujetos afectados. Jill Price, fue la primera, y su caso sirvió para que la investigación continuara desarrollándose. Para ello fueron fundamentales los diarios en los que la mujer recogía numerosos detalles sobre su vida. Escribir sus recuerdos suponía hacerlos reales, crear un registro histórico independiente de ella misma, así como una manera de organizar la ingente información que pululaba por su mente.En realidad el afectado no mostraba ninguna capacidad especial para recordar cosas que estuvieran fuera de su propia autobiografía. Si Price había recordado con tanta precisión la fecha de un hecho histórico concreto era porque en aquella época la escuela le resultaba una tortura y el evento aparecía como contexto de fondo de su drama personal.

El fenómeno era sorprendente. Si Price cerraba los ojos no era capaz de recordar la ropa que llevaba puesta su entrevistador. Sus habilidades no se mostraban tampoco si la tarea era recordar una serie de números o palabras. Existían estudios sobre grandes virtudes mnemotécnicas, pero no acerca de la capacidad de recordar sucesos autobiográficos como lo hacía Jill.La publicación del estudio ‘A Case of Unusual remembering’ sirvió para que otros casos fueran apareciendo. Por desgracia, hasta el año 2012, tras múltiples entrevistas, solo cinco individuos, además de Price, fueron diagnosticados. Fue tras el mismo programa que vio DeGrandis cuando se pudo comenzar a reunir a más sujetos y profundizar así sobre la verdadera naturaleza de esta patología.

Su memoria es perfecta. Y no sabe si posee un don o una maldición

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Muchas desventajas

DeGrandis participa en varios estudios impartidos por McGaugh y otros investigadores de la memoria. (En su vida cotidiana, trabaja en marketing, en algo que no tiene nada que ver con su capacidad especial). Disfruta conociendo a otros sujetos con HSAM y está sorprendido por las cosas que tienen en común. Ha luchado contra la depresión y la ansiedad y cree que está relacionado con la incapacidad de no poder olvidar. Todos los individuos padecían comportamientos obsesivos. Tener conductas repetitivas está relacionado con recordar de manera insistente«Me considero afortunado porque he tenido una vida bastante buena, así que tengo muchos recuerdos felices en los que puedo pensar. Pero tiendo a darle vueltas a las cosas más tiempo que otras personas, y cuando algo doloroso sucede, como una ruptura o la pérdida de un familiar, no me olvido de esos sentimientos«.La investigación también sugiere que las personas con esta condición tienden a tener rasgos obsesivos. «Algunos como Price se centran en el orden«, escribió McGaugh en ‘Learning and Memory: A Comprehensive Reference‘, que se ha actualizado este año para incluir un nuevo capítulo . «Algunos evitan los gérmenes y otros teienen pasatiempos que involucra esfuerzos intensos», agrega. Todavía no se sabe si estos rasgos son el resultado de su memoria superior, o si ambos son causados ​​por otro factor subyacente. 

 Las personas con recuerdos superiores tienen un talento extraordinario para vincular fechas y eventos pero también cometen errores. «Sus recuerdos son mucho más detallados que los nuestros, y duran más tiempo, pero todavía no son como grabaciones de vídeo. La memoria es un proceso que distrae, y lo que sacamos de nuestro cerebro no siempre es del todo exacto», explica McGaugh. Por lo pronto, recomiendan que aquellos pacientes que están disgustados con la condición no se expongan a circunstancias traumáticas, si pueden evitarlo: no son buenos candidatos, por ejemplo, para inscribirse en el ejército e ir a una guerra.

No todo es malo

McGaugh dice que entender la neurobiología qque hay detrás de la hipertimesia puede proporcionar nuevos conocimientos sobre cómo el cerebro almacena y recupera recuerdos. Incluso puede ser útil en la lucha contra la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia y pérdida de memoria, aunque es demasiado pronto para anunciar conclusiones firmes.En cuanto a DeGrandis, está feliz de prestar su atención a la ciencia con la esperanza de que finalmente ayude a las personas que tienen problemas a recordar cosas. Y mientras muchos se sienten a veces agobiados por este talento especial, él está contento de tener esta capacidad. «Puede ser frustrante, pero también es maravilloso tener un acceso fácil a recuerdos felices».

Fuente: elconfidencial.com

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