Vas a mudarte, buscas una casa o departamento, y además de estar tú y el propietario interesado en alquilar o vender, dentro del proceso también interviene una inmobiliaria y agentes inmobiliarios. ¿Por qué? La respuesta es sencilla: son intermediarios.
¿Son necesarios? Absolutamente. Brindan transparencia y seguridad –entre otras cosas-, algo fundamental en tanto la mayoría de las transacciones de una propiedad se da entre desconocidos. En esta oportunidad analizamos el rol de la inmobiliaria como el tercero entre dos partes involucradas en un contrato, que garantiza, asesora y agiliza los tiempos para lograr que se concrete algo que de otra forma sería mucho mas lento, improvisado y con pocas garantías.
El rol de la inmobiliaria en una compra o alquiler
Al momento de firmar un contrato de venta, alquiler o anticrético, los trámites son responsabilidad de los abogados de las partes involucradas. Pero una inmobiliaria cumple roles clave en varias instancias, como por ejemplo:Acorta distancias: El comprador puede encontrarse a cientos de kilómetros de lo que va a comprar, no siempre es fácil que pueda trasladarse una o varias veces para comprobar las condiciones del inmueble y que la transacción sea fluida. Esto es algo en lo que una inmobiliaria es indispensable y puede ayudar mucho, confirmando que todo esté en orden para que se pueda firmar el contrato sin sorpresas.


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