Mientras el canciller Roberto Ampuero y su antecesor, Heraldo Muñoz, sacaron aplausos por su rol en los alegatos, la participación de los parlamentarios provocó un ruido innecesario a juicio de los expertos.
Los analistas políticos hicieron un positivo balance sobre la actuación de la delegación chilena en Holanda. Aton.
Por Felipe Vargas Morales / emol.com / Chile
SANTIAGO.- La Corte Internacional de Justicia de La Haya dio por cerrada ayer la última etapa del juicio entre Chile y Bolivia por la demanda del país vecino, en la que pide a ese tribunal que obligue a nuestro país a negociar una salida soberana al Océano Pacífico, poniendo fin a diez días de intenso debate jurídico-político,
Por ello, llegó la hora de los análisis para nuestro país, los cuales según los expertos están marcados por un positivo balance, dado el buen manejo político-comunicacional que vieron en parte de la delegación que viajó a Holanda a apoyar la posición nacional, y pese a algunos puntos negativos aislados por parte de los parlamentarios del grupo.
Así lo señaló a Emol el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, Guillermo Holzmann, quien destacó que «con cambio de gobierno de por medio, hay una fortaleza en la forma en que Chile logra salir adelante con los alegatos, con una posición jurídica sólida y un espacio de convergencia común del punto de vista político».
La misma visión tuvo el docente de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Kenneth Bunker, quien afirmó que «en general estuvo bastante bien, creo que la posición chilena fue bastante uniforme. No hubo grandes divisiones sobre la materia y todos se cuadraron con lo que probablemente era la instrucción de La Moneda, lo que es positivo».
Entre los destacados, los analistas no dudan en incluir el debut de Roberto Ampuero. «Tuvo un buen performance, no demostró debilidad. Había incertidumbre de cómo se iba a manejar, en el contexto de alguien que no venia del mundo diplomático y lo hizo bien», dijo el profesor de la Escuela de Ciencias Políticas de la U. Diego Portales, Claudio Fuentes.
Holzmann, en tanto, sostuvo que «su debut lo evaluó positivamente, en términos de poder sumarse a la estrategia ya definida desde el punto de vista jurídico y luego ser bastante concreto en términos de la voluntad presidencial y expresarla de esa manera respecto a dejar muy en claro que aquí no estaba en juego la soberanía».
No obstante, Bunker abrió el debate sobre la presencia del ex canciller Heraldo Muñoz. «Fue la primera gran prueba de Ampuero, entonces había dudas sobre cómo lo iba a hacer. Yo creo que lo hizo bastante bien dentro de todo, pero me parece que tuvo una sombra importante que fue Heraldo Muñoz«.
A su juicio, «Muñoz estuvo presente en todas partes y el tono que logró era mejor que el de Ampuero, lo que tiene que ver no solo con la experiencia política, sino con el haber estado involucrado desde el comienzo en el caso, tenía las riendas del asunto en las manos y era mucho más fácil para él manejarlo».
Una visión distinta tuvo Fuentes, quien indicó que «yo creo que no, cada uno juega un rol y de hecho fue positivo el que se haya incorporado el ex canciller porque eso le da continuidad a la política exterior y es más complementario que competitivo».
Mientras que Holzmann comentó que «no siento que Muñoz le haya echo sombra, creo que hubo un respeto mutuo y se privilegió mucho más la posición de Chile que la posición personal. Ampuero tuvo el espacio, tuvo el discurso y probablemente el apoyo de Muñoz para poder mantenerse dentro de la lógica del manejo político».
Otros destacados
Otro personaje que se llevó aplausos fue el agente de Chile ante La Haya, Claudio Grossman. «Logró claridad en términos de lo que es su rol como agente y en manejar la presión político-mediática que realiza Bolivia de una forma que es razonable, dado el contexto en el cual se da», opinó Holzmann.
La misma visión indicó la académica de la Universidad de Valparaíso, Javiera Arce, quien destacó que «Grossman ha hecho un gran trabajo, es el que se ha llevado todo esto en los hombros y estuvo muy claro«. Mientras que de Ampuero indicó que «comunicacionalmente es bastante hábil, pero fue un poco excesivo en los discursos».
Otro de los «ganadores» visualizados por los expertos fue el diputado del PL, Vlado Mirosevic. A juicio de Arce, su presencia en La Haya «le sirvió para decir que el Frente Amplio es diverso. Tenía más para ganar que para perder y de todos los que estaban ahí, fue el más ganador».
Según Holzmann, la performance de Mirosevic «fue positiva, porque no se esperaba que el FA tuviese una participación. Creo que el FA y él han aprovechado la oportunidad de aparecer más propositivos». En tanto, Bunker dijo que «es importante que haya marcado presencia y haya clavado ciertas banderas para el avance de su propia causa».
Los parlamentarios entre los perdedores
En la otra vereda, los analistas coinciden en criticar la actuación de algunos parlamentarios que acompañaron a la delegación, en particular los dichos de los senadores Alejandro Guillier y Jorge Pizarro sobre abrirse a un canje territorial con Bolivia, y la situación incómoda de José Miguel Insulza al ser emplazado por los bolivianos por su rol en la OEA.
Aunque ello sin tanto dramatismo. Según Bunker, «fuera de un par de eventos desafortunados como los dichos de Guillier en un comienzo y después Pizarro, más los de Florcita Motuda, que fueron usados por Evo Morales, fueron rápidamente corregidos. Una declaración equivocada usada por Evo Morales no va a significar mucho».
«A corto plazo significa harto y habla de la torpeza que pueden tener ciertos senadores, pero no creo que sean cosas que sean relevantes para la Corte. Hubo luces y sombras y claramente ellos fueron sombra. Si es que hay algún perdedor en esto son ellos, pero la gente no se va a acordar mucho», añadió.
Fuentes añade que «en el caso de Guillier, fue vista como muy refractaria respecto de lo que estaba planteando Chile y en ese sentido no ayudó mucho. Lo de Pizarro fue un poco menos relevante y mediáticamente tuvo menos impacto. En lo de Insulza, no veo que él quede como un eslabón débil en la estrategia de Chile».
Más radical fue Arce, quien comentó que «no entiendo para que fueron los parlamentarios, algunos están en la comisión de RR.EE., pero algunos estaban de adorno. Ellos para mí son los grandes perdedores, no se justificaba su presencia».
Finalmente, en términos más generales, Holzmann advirtió que «hay una mayor pérdida en la forma en que la estrategia boliviana logra instalarse en los medios de comunicación chilenos, respecto a transformar una demanda de obligatoriedad de negociación en una suerte de demanda marítima concreta».
«Para los medios chilenos se termina discutiendo el tema de acceso soberano al mar y no el fondo del juicio. Eso tiene que ver a un triunfo de la estrategia boliviana y ahí sale el punto de debilidad de Chile de no haber previsto eso para haberlo neutralizado adecuadamente a pesar de los esfuerzos que se hicieron», dijo.
En tanto, Bunker apuntó que «se puede hacer algo mejor en términos de coordinación política, el Gobierno podría trabajar más en conectar con todos los sectores para evitar torpezas de personas individuales en causas que son comunes».