A casi 18 meses de la tragedia del vuelo 2933 de LaMia, se reportaron 24 accidentes aéreos entre diciembre de 2016 y mayo de 2018, según los registros de sucesos elaborados por la Dirección de General de Aeronáutica Civil (DGAC).Mientras tanto, los especialistas en aeronáutica consultados por Los Tiempos calificaron que los esfuerzos realizados desde la tragedia fueron “insuficientes” para ofrecer seguridad a los pasajeros y sólo buscan proyectar una imagen positiva ante los organismos internacionales.La DGAC define a los accidentes como suceso que ocasione severos daños o que provoque lesiones graves o mortales a las personas.A mayo de 2018, Bolivia registró 7 accidentes aéreos que se suman a los 16 reportados en 2017 y uno que ocurrió el primero de diciembre de 2016, después de la tragedia de LaMia.Sin embargo, en 2016, cuando ocurrió la tragedia, se cerró con 13 accidentes, seis de los cuales fueron protagonizados por operadores privados, cinco por empresas de vuelos regulares y dos por explotadores de taxis aéreos. Mientras que 15 de los 16 accidentes de 2017 fueron causados por operadores privados. El restante fue protagonizado por una empresa con una razón social de un particular, según datos de la DGAC.A mayo de 2018, la misma instancia reportó siete accidentes, casi la mitad de los identificados en 2017. Tres de estos sucesos fueron provocados por aeronaves dedicadas a la agricultura y el control de plagas, dos al servicio de taxis, perteneciente a una empresa comercial, y el restante con una razón social de un particular.Ante estas cifras, el especialista en aeronáutica Omar Durán y el experto en aviación Samuel Montaño cuestionaron la reacción de la DGAC tras el fatal accidente provocado por LaMia en noviembre de 2016.En este sentido, Montaño señaló que, desde la tragedia, Bolivia no implementó ni cambió la estructura de seguridad aeronáutica.“Nuestras autoridades recién reaccionan y dicen, entre comillas, que en base a ese informe van a hacer cambios a la estructura, en la seguridad y la operabilidad de la aeronáutica”, dijo en alusión al informe final del accidente de LaMia presentado por Aeronáutica Civil de Colombia el pasado 27 de abril.El jefe de Investigación del ente colombiano, Miguel Camacho, señaló que el accidente fue “inaudito” por una falta de supervisión y control operacional.También resaltó que Bolivia tiene que revisar el alcance y la potestad de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) para autorizar planes de vuelo.“Cada vez que suceden cosas terribles en nuestro país siempre se hacen planes: que se va a comprar radar, que se va a comprar otra cosa, pero vaya usted a cualquier aeropuerto que tenga servicio aéreo internacional comercial y va a ver que incluso las normas de seguridad son absolutamente cero”, agregó.Durán calificó los anuncios y medidas de seguridad impulsadas por la DGAC como un “maquillaje” para aparentar controles e investigaciones. “Esto del sistema es una pantomima para hacer ver a la comunidad internacional, para que la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) vea que en Bolivia ya se ha puesto mano dura y se está trabajando”, manifestó.
16 accidentes tuvo Bolivia en 2017, frente a los 13 de 2016. A mayo de 2018, la cifra alcanza los siete accidentes en todo el territorio nacional.
BOA ES EL MAYOR OPERADOR DEL PAÍS
El gerente general de la estatal Boliviana de Aviación (BoA), Ronald Casso, informó que esa empresa realiza 100 vuelos diarios y transporta al menos 11 mil pasajeros dentro y fuera del país.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Recordó que la empresa estatal cubre 13 destinos nacionales e internacionales, y tiene una flotilla de 22 aeronaves.
Según el registro de incidentes aéreos de la Dirección de Aeronáutica Civil (DGAC), en el primer semestre de 2017, BoA reportó cinco incidentes. Asimismo, otros cinco tuvieron lugar durante el segundo semestre.
LA DGAC ANUNCIÓ REESTRUCTURACIÓN TRAS LAS RECOMENDACIONES DE COLOMBIA
Luego de cinco días de haberse dado a conocer el informe final de la investigación por el accidente de LaMia, elaborado por Aerocivil Colombia, la DGAC informó que iniciaría un proceso de reestructuración del organismo.
El director ejecutivo de la DGAC, Celier Aparicio Arispe, afirmó que se requerirán informes sobre la estructura organizacional de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (Aasana) “para revisar y emitir enmiendas referidas a la RAB 92 con la finalidad de redefinir los requisitos técnico-operacionales que deben ser cumplidos por el proveedor de servicios de tránsito aéreo en Bolivia”.
Sobre la falta de supervisión y control operacional, Arispe indicó: “Tenemos gente, inspectores que van verificando, pero hay momentos, tenemos todo escrito, planes para hacer inspecciones rutinarias y las no rutinarias. La autoridad de la DGAC tiene una serie de procesos que realizar, las hemos realizado; sin embargo, ellos tomaron la decisión”.
Reiteró que, tras la investigación, se determinó que la compañía aérea si bien tenía un Sistema de Gestión Operacional (SMS) aprobado por la Autoridad Aeronáutica, pero no se aplicó de manera efectiva.
La DGAC responderá en un plazo de 60 días las recomendaciones que emergieron del informe colombiano que fue tajante.