Casi cualquier acción que hacemos genera un gran flujo de datos o Big Data: búsquedas en Google, uso de aplicaciones, compras… Con esa información se optimizan los servicios para que cada vez el usuario vea menos spam, acceda con mayor facilidad a lo que busca y pueda concretar sus objetivos más rápido. Siguiendo esta línea, en el mercado de Bienes Raíces la Big Data es hoy una herramienta sumamente valiosa para grandes y pequeños inversores.
Para qué puede usarse la Big Data en Bienes Raíces
Servicio personalizado: En la era pre internet, las ofertas del mercado inmobiliario se orientaban al público basadas en la experiencia y la intuición de quienes administraban las propiedades, los desarrolladores, las inmobiliarias y sus agentes. Hoy ya no hay sombras sobre la demanda, gracias a los datos disponibles es posible hacer una inversión objetiva, enfocarse en zonas, barrios específicos y saber qué tipo de propiedad ofrecer según lo que el público está buscando y necesita. Gana el inversor y gana el usuario.
Rentabilidad asegurada: La principal repercusión de la falta de información en el pasado era que la rentabilidad estaba íntimamete ligada a la especulación. Con la información actual, no solo es posible ajustar los precios para mantenerse dentro de un margen seguro, también es viable realizar un comparativo con el mercado para flexibilizar las posibilidades frente a la demanda.
