Alerta por la peligrosa oruga «peluche» que dejó a adolescente al borde la muerte en Estados Unidos

Ryan Parrish estuvo tres días internado en un hospital. Sufrió un ataque de unos pocos segundos y el efecto de un veneno que actúa varios minutos después de la picadura

Ryan Parrishfue atacado por una oruga que casi lo mata

Ryan Parrishfue atacado por una oruga que casi lo mata

Un adolescente por poco muere cuando una larva lo picó y lo dejó sin poder respirar. El hecho ocurrió el pasado 25 de agosto en el estado de Georgia, Estados Unidos.



A Ryan Parrish, de 16 años, una oruga peluche —también conocida como «gato lanudo»— se le pegó en el antebrazo. Esta larva, que mide una pulgada de largo y está cubierta de exuberantes setas parecidas al pelo, tiene un  veneno que puede causar dolores extremos y serias complicaciones en la salud de la víctima.

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A pesar de que la larva se le pegó al brazo por unos cuantos se segundos, el joven más tarde cayó inconsciente y permaneció en ese estado por más de 30 minutos.

Ryan, mientras se recuperaba en el hospital.

Ryan, mientras se recuperaba en el hospital.

Sus familiares lo llevaron a un hospital mientras en el camino sufrió convulsiones y tuvo dificultades para respirar. Cuando llegó, el cuerpo médico le dio el alta ese mismo día.

Sin embargo, Ryan volvió a tener los síntomas, cayó inconsciente, y fue llevado otra vez de urgencia al hospital donde permaneció tres días internado. Además, padeció de vómitos constantes y dolores en el pecho.

Ahora su madre, Megan Tuten, compartió la historia de su hijo para que la gente sepa cómo debe reaccionar si algún ser querido es picado por la peligrosa larva.

«La oruga solo estuvo en su brazo por solo unos segundos, pero una hora media después su veneno surtió efecto y él cayó inconsciente«, dijo Tuten.

La picadura de que sufrió Ryan en el brazo.

La picadura de que sufrió Ryan en el brazo.

Cuando lo llevaron al hospital los médicos le dijeron que nunca habían visto una picadura tan grande. Le tomaron la presión y la tenía baja. En ese momento los doctores creyeron que no era necesario internarlo.

«Cuando volvimos a casa, él seguía con dolor en el pecho y ambos brazos le dolían; las manos las tenía adormecidas. Pasaron dos horas y no soportaba más el dolor», dijo la madre.

Según Tuten, su hijo estuvo por momentos fuera de sí y tuvo la mirada perdida por unos 30 minutos.

La madre aseguró que si no hubieran reaccionado de manera rápida y no hubiera recibido una atención optima en el hospital pediátrico al que lo llevó, quizá su hijo no hubiese sobrevivido.

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Fuente: infobae.com