Los vigías ayudan a prevenir delitos en una de las ferias más grandes que hay en el país. Vendedores dicen que bajó la delincuencia.
Policía instala tres torres de vigilancia en la Feria 16 de Julio de El Alto
El domingo 9 de septiembre, un ladrón quiso arrebatar su cartera a una mujer en la feria 16 de Julio de El Alto. Desde lo alto de una torre de vigilancia, situada en la avenida Alfonso Ugarte, un policía lo detectó, dio la alerta y el sujeto fue capturado.
La fuerza pública instaló a fines de julio tres atalayas metálicas, de tres metros de alto, para reducir hurtos, robos y otros delitos en la feria más grande del país.
Seis agentes, dos por cada una de las tres torres, velan por la seguridad ciudadana en ese populoso centro de abasto.
La primera estructura se encuentra al inicio de la avenida Ugarte, la segunda se halla en la plaza Mariscal José Ballivián, y la tercera, al ingreso a la estación 16 de Julio de la Línea Roja de Mi Teleférico. Desde la altura se puede ver gran parte de este inmenso mercado, que abarca unas 50 cuadras.
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“Por la gran afluencia de gente, hemos instalado estas torres con el fin de prevenir robos y otros delitos”, cuenta el comandante regional de la Policía de El Alto, coronel Marco Polo.
El capitán Dorian Ulloa, secretario municipal de Seguridad Ciudadana, agrega que la iniciativa, forma parte de un plan macro.
“Es una de las estrategias del Plan Ciudad Segura, sabemos que muchísima gente acude los jueves y domingos a la feria”.
La policía Claudia Llojlla, asignada la torre de la calle Alfonso Ugarte, informa que cada jueves o domingo se atienden, por lo bajo, un promedio de cuatro casos.
“Cada domingo y jueves hay de tres a cuatro casos. Más que todo son hurtos, robo de mochilas, carteras, billeteras, peleas entre comerciantes y otros; también estamos atentos a otros delitos”.
“Antes, los robos eran más frecuentes; había cinco y seis cada domingo solo en esta zona, ahora han bajado”, corrobora Felicidad Mayta, una comerciante de zapatos deportivos que tiene su puesto de venta en la avenida Alfonso Ugarte.
Juana Laura, otra uniformada que hace de vigía, recuerda que en una ocasión fueron llamadas a aprehender a un antisocial que había intentado hacer circular billetes falsos al pagar por la compra de muebles.
“Desde que han puesto esta torre, los rateros se han perdido, porque los están vigilando. Quisiéramos que otros sectores pongan más”, opina Mercedes Canaza, vendedora de ropa, que se halla a unos 100 metros, en la plaza La Paz, donde se instala la segunda feria de autos.
Los feriantes, según la Alcaldía, están afiliados a unas 30 asociaciones.
A unos 20 minutos de este punto, Filomena Quisbert, quien comercia con fruta en la plaza Ballivián, agradece a la Policía y al Gobierno Municipal de El Alto por esta iniciativa.
“La Ballivián es bien llena, por aquí varias veces han robado los ladrones, pero ahora (los robos) están bajando un poco por esas torres que han puesto”.
Al tratarse de la feria en vía pública más grande del país, y que mueve millones de bolivianos cada jueves y domingo, atrae a los antisociales, dice el funcionario municipal.
“Cuando alguien vende un vehículo, ellos (delincuentes) pueden hacerle un seguimiento a esa persona, por eso se debe tener mucho cuidado. Sin embargo, la mayoría de los delitos que se cometen en la 16 de Julio son menores, como hurtos”, agrega.
Según estimaciones de la Cámara de Industria de El Alto, la feria mueve entre Bs 150 millones y Bs 160 millones por semana.
La Alcaldía, entrega anualmente recursos a la Policía para seguridad ciudadana. En 2017, por ejemplo, la municipalidad destinó Bs 9,9 millones en equipamiento, combustible y otros.
Gigante. La feria 16 de Julio es la más grande del país. Funciona solo los jueves y domingos en El Alto. Foto: Luis Gandarilla