Ordenaron el recuento manual en la elección para el Senado en el estado de Florida


El actual gobernador Rick Scott aventaja por unos pocos miles de votos al senador demócrata Bill Nelson

Bill Nelson y Rick Scott, una de las competencias más reñidas, en Florida

Bill Nelson y Rick Scott, una de las competencias más reñidas, en Florida

La amarga batalla en Florida por un escaño del Senado federal se encamina a un recuento manual que exige la ley después de que una revisión inicial mostrara que al gobernador Rick Scott y al senador Bill Nelson sólo los separan unos cuantos miles de votos.



Sin embargo, la contienda por la gobernación -que generó gran atención entre el público- parece haber llegado a su fin después de que un recuento efectuado con máquinas demostró que la ventaja del republicano Ron DeSantis sobre el demócrata Andrew Gillum es lo suficientemente amplia como para evitar tener que recurrir al recuento manual.

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Gillum, quien reconoció su derrota el día de la elección sólo para retractarse después, dijo en un comunicado que «no ha terminado hasta que cada voto legal sea contado».

Hasta ahora, el recuento ha estado plagado de problemas, y un baluarte demócrata en el sur de Florida fue incapaz de terminar el recuento mecánico al vencer el plazo del jueves debido a fallas en las máquinas. Un juez federal rechazó la petición de extenderlo.

«Hicimos un esfuerzo heroico», dijo la supervisora electoral de Palm Beach, Susan Bucher. Si el condado tuviera tres o cuatro horas más, habría cumplido con el plazo, agregó.

Mientras tanto, autoridades electorales en otro condado urbano en el área de Tampa Bay decidieron no entregar los resultados de su recuento mecánico, que tuvo 846 menos votos que los contados originalmente.

La semana pasada les ordenaron a los condados hacer un recuento mecánico en tres contiendas a nivel estatal debido a que los márgenes de diferencia eran demasiado estrechos. La siguiente fase es una revisión manual de las boletas que no fueron contadas por las máquinas para ver si hay forma de dilucidar la intención del electorado.

La supervisora de las elecciones del condado de Palm Beach Susan Bucher durante el recuento de votos (AP /Wilfredo Lee)

La supervisora de las elecciones del condado de Palm Beach Susan Bucher durante el recuento de votos (AP /Wilfredo Lee)

Se han presentado múltiples demandas relacionadas con el recuento, muchas de ellas interpuestas por Nelson y los demócratas. La batalla legal molestó al juez federal de distrito Mark Walker, quien criticó al estado el jueves por no prever reiteradamente problemas electorales. Agregó que la ley estatal sobre los recuentos parece violar el fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que decidió la presidencia en el 2000.

«Hemos sido el hazmerreír del mundo, elección tras elección, y elegimos no solucionar esto», dijo Walker en la corte.

Walker ventiló su enojo hacia los legisladores estatales y los funcionarios del condado Palm Beach, diciendo que debieron haberse asegurado de tener equipo suficiente listo para lidiar con este tipo de recuento. Sin embargo, dijo que no podía extender el plazo para el recuento porque no sabía cuándo terminaría el condado Palm Beach con su trabajo.

«Esta corte debe de ser capaz de encontrar una solución a sabiendas de que no será en vano», escribió Walker en su dictamen en el que rechazó la petición de los demócratas. «No puede hacerlo con estos antecedentes. Esta corte no tiene y no elaborará una solución a ciegas».

Hemos sido el hazmerreír del mundo, elección tras elección, y elegimos no solucionar esto

El problema principal fue creado por la legislatura de Florida, que Walker dijo aprobó una ley de recuento que parece contraponerse al dictamen de 2000 de Bush contra Gore, al fijar procedimientos que no prevén la posibilidad de que haya problemas.

Según la ley estatal, se requiere una revisión manual en contiendas con un margen de diferencia de 0,25 puntos porcentuales o menos. Un sitio web del estado publicó los resultados no oficiales que muestran que Scott tiene una ventaja de 0,15 puntos porcentuales sobre Nelson. El margen entre DeSantis y Gillum era de 0,41%.

Los eventos generan frustración entre demócratas y republicanos por igual. Los demócratas quieren que los funcionarios estatales hagan lo que sea necesario para asegurar que cualquier voto válido sea contado. Los republicanos, incluido el presidente Donald Trump, han argumentado sin evidencia que el fraude electoral amenaza las contiendas del Partido Republicano.

En el 2000, tras un intenso recuento en Florida y un fallo de la Corte Suprema, George W. Bush ganó la presidencia sobre el demócrata Al Gore por un margen de sólo 537 votos electorales.

(Con información de AP)

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Fuente: infobae.com


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