Constelaciones familiares: una terapia sanadora


Conozca esta técnica que brinda equilibrio al sistema familiar

Las constelaciones familiares son una filosofía existencial sistematizada por Bert Hellinger, filósofo, teólogo y psicoterapeuta alemán, para ayudar a revelar las dinámicas ocultas en una familia con el fin de abordar los factores que impactan estas relaciones y sanarlas.

María del Carmen Romero Auad, Consteladora especializada en el Centro Hellinger en Argentina, explica que esta filosofía está basada en las Órdenes del Amor, las cuales se fundamentan en tres leyes que gobiernan los sistemas familiares: la ley de la pertenencia, que afirma que todos tenemos derecho a pertenecer; la ley de la jerarquía la cual sostiene que quién llegó primero en la línea de tiempo, tiene mayor importancia que el que llegó después; y la tercera, la ley que habla sobre el equilibrio entre el Dar y el Tomar”.



Estas tres leyes, aplicadas a la familia, son una herramienta eficaz para devolver la paz, encontrar equilibrio y orden.

“Al no conocer la propia historia, no se respetan estas leyes y el sistema se desordena, situación que trae dolor y enfermedad. Con las Constelaciones Familiares se reconocen los mandatos y hechos, sean felices o trágicos, para darles su lugar y así encontrar armonía”, afirma Romero.

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Existen tres formas de vivir las Constelaciones Familiares:

SESIONES GRUPALES

Cada persona lleva una temática para trabajar. Se eligen representantes que, sin guión previo y movidos por la energía, expresan fidedignamente a las personas involucradas en la situación.

CONSULTA INDIVIDUAL

Es la misma dinámica, excepto que la familia es representada por vincores (palillos de madera), plantillas dónde el consultante puede vivenciar las distintas energías del sistema familiar o visualización guiada.

CONSTELACIONES DE ESPÍRITU

En estas no hay intervención, se muestra lo esencial y en silencio para que los movimientos muestren el conflicto. Si fluye naturalmente, la tendencia es a la unión de aquello que estaba separado.

INTEGRANDO EL ALMA

Después de más de diez años de experiencia, esta técnica es un aporte propio de Carmen Romero a la terapia de Constelaciones. Combina la Constelación del Espíritu y la Grupal, pero sin definir una temática previa y con pocas intervenciones. El fin es la expresión natural del alma guiada por el espíritu. “Es una terapia que beneficia a todos los presentes, ya sea que observen o participen, puesto que las personas compartimos conflictos similares: a todos nos sana ser reconocidos y a todos nos daña la exclusión”, afirma Romero.

Luego de realizar la constelación, la consteladora recomienda no hablar al respecto y practicar terapias no invasivas como la meditación, yoga, flores de Bach, para dejar que las emociones removidas se asienten. De igual manera, si desea repetir la sesión debe aguardar entre tres y seis meses.

Fuente: Buen Vivir