LONDRES — Estar a la deriva en el océano en un velero a merced de los vientos y las corrientes sería una pesadilla para muchos. Sin embargo, un francés de 71 años con gusto por la aventura ha encontrado una nueva manera de conquistar el océano Atlántico: dentro de un barril.
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El aventurero, Jean-Jacques Savin, partió el 26 de diciembre de El Hierro, la más pequeña de las islas Canarias, el archipiélago español al oeste de Marruecos. Savin intentará llegar al Caribe solo con la ayuda de las corrientes oceánicas y los vientos alisios que impulsarán su cápsula, de acuerdo con una página de Facebook creada para documentar su proyecto, en donde planea publicar actualizaciones diarias que incluyen coordinadas GPS que siguen el rastro de su recorrido.
Ocean Adventurer Gives a (Brief) Tour of His Tiny Barrel
Jean-Jacques Savin, de 71 años, intenta cruzar el océano Atlántico en una cápsula con forma de barril. Antes de partir, mostró el interior: una cama, una mesa y alimento para un mes. Savin partió de una isla al oeste de Marruecos y espera llegar al Caribe.
By THE ASSOCIATED PRESS 27 de diciembre de 2018Publish Date on December 27, 2018.Photo by AP.Watch in Times Video »
Muchas personas se han metido a barriles para lanzarse a las cataratas del Niágara y algunas han sobrevivido, pero no se sabe de nadie que haya cruzado el Atlántico en un barril hecho de madera contrachapada.
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Savin, originario del pueblo de Arès (donde se cultivan ostras), en el suroeste de Francia, tiene la esperanza de lograr la hazaña en alrededor de tres meses dentro de una cápsula anaranjada en forma de barril que mide 3 metros de largo por 2,10 de alto. Es más pequeña que una camioneta y se mantiene en posición vertical mediante un lastre de concreto.
En el sitio web de su proyecto, Savin —un paracaidista militar retirado que también fue piloto y guardabosques en África— describió su aventura como “un cruce durante el cual el hombre no es el capitán de su nave, sino un pasajero del océano”.
Savin ya ha cruzado el Atlántico cuatro veces con un bote de velas. Su nuevo proyecto llega décadas después de que otro francés, Alain Bombard, partiera de las islas Canarias a Barbados en un pequeña lancha en 1952, y sobreviviera solo con agua de mar, plancton y pescado crudo.
Savin tiene algunas comodidades caseras a bordo: como amante del vino, él lleva una ánfora de vino de la cercana ciudad de Burdeos. Otra botella permanecerá en Francia, y expertos compararán el sabor de ambas después del regreso de Savin. Sin embargo, la cápsula, que él afirma que él mismo construyó este año en un pequeño astillero en Arès, ofrece un lugar austero para vivir.
Una cama, un asiento para el capitán y una espacio para cocinar toman la mayor parte del interior y apenas hay suficiente espacio para un hombre de pie. Dos médicos estudiarán la salud y el comportamiento de Savin después de pasar varios meses en un espacio tan confinado en el mar.
Pequeños ojos de buey a cada lado de la cápsula y un par que dejan ver hacia el agua son las ventanas de Savin en el mundo. La cápsula también cuenta con tecnología satelital para guiarlo y lleva equipo de recolección de datos para investigación oceánica.
El financiamiento inicial para los 55.000 euros (62.000 dólares) de la aventura de Savin provienen de un grupo que incluye a dos fabricantes de barriles franceses; el resto fue reunido a través de microfinanciación colectiva.
A la deriva al sur y al oeste de las islas Canarias, Savin espera estar en el mar para su cumpleaños 72, en enero. Para Año Nuevo y su cumpleaños, ha empacado fuagrás, una botella de vino blanco Sauternes y un tinto Saint-Émilion, dijo al servicio de noticias Agence France-Presse.
Mencionó que le gustaría llegar a una isla francesa (el papeleo sería mucho más sencillo, dijo) y tiene la intención de tomar un vuelo de regreso a casa.
POR PALKO KARASZ
Fuente: nytimes.com