En la debacle que vive nuestra coyuntura, paralelamente con muchos sinónimos de lo que sucede en Venezuela, hay un pilar que se convierte en todo el sostén ideológico y moral de aquellos que arremeten en nombre de “la patria” o “el pueblo” para cometer atrocidades sobre la sociedad boliviana Aquel pilar se llama “historia” y según el punto de vista que se tome, algunos valores y defectos resumen lo que fue durante 13 años este gobierno que excedió lo legal y avanza en solitaria embriaguez de poder.
Tenemos a la mano 5 flancos para entrar y desestabilizar las pocas filas vigentes que le quedan al impostor. –Economía: Hoy el ciudadano tiene menos oportunidad de independencia del estado, es decir la alta concentración del gobierno en la administración ha insertado la corrupción como un cáncer que además de generar ineficiencia, genera trabas mayores hacia el emprendimiento personal y además mayores inseguridades al sector laboral privado que será pieza vital si realmente se desea combatir a la pobreza y no así pensar en contenerla para que ésta siga avanzando.
Estamos en una etapa de alta volatilidad laboral en la clase media que puede bajar varios escalones hacia la clase más vulnerable, la baja. – Liderazgo y renovación: El MAS ha tratado de posicionar que tiene mayor militancia en un tono de pedantería sin necesidad de, se evidencia la gran debilidad que tienen por este lado debido a que por más de que tengan 339 alcaldías ganadas, todo el restante equivale a más de la mayoría de la población del país bajo partidos opositores o paralelismos interesantes al oficialismo en distintos grados.
La corrupción entre la militancia ha carcomido por completo el feedback necesario que cada partido debería tener y esto ha generado caudillos que terminan imponiendo conductas y acciones, cortando así cualquier renovación de liderazgo, generando mayor rechazo en la interna (Revisar el grado de aceptación en las propuestas del oficialismo en las últimas tres elecciones, nos encontraremos con nulos, ausencia y rechazo por la mayoría del país e incluso la asistencia oficialista) – Bolivia a nivel internacional: El satélite, el G77, la lucha marítima, Bolivia en el Consejo de Seguridad y la formación de la alianza del ALBA en su momento, todo terminó en nulo beneficio para la sociedad en general, pregúntese si algo influyó en su cotidianidad con estos escenarios a los que la diplomacia boliviana terminó jugando sus cartas.
No ha habido proyecto nacional afuera de nuestras fronteras que haya servido para insertar una mejor imagen de nuestro país que se traduzca en mayor confianza regional, salvo las relaciones comerciales con China, Rusia, Irán y alguno que otro país con poca solvencia democrática que definió invertir con el presidente de turno aquí proveyendo así algunos elementos que en cierto grado traten de dinamizar la economía fuertemente basada en El Estado. – Cultura y medio ambiente: Minuto uno, del camino que durante 13 años iban a recorrer fue el de insistir en que creían en el indigenismo y la madre tierra, ya sea porque ancestralmente algunos provenían de esos círculos y otros porque se sumaron a la ola de atención.
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Todo esto terminaría siendo una gran pero gran falacia. El único gobierno en la era moderna que persiguió no una sino varias veces, no solamente en Pando, sino en Tarija, en Potosí o en el Tipnis o las provincias de Santa Cruz, el único responsable de todo esto terminaría siendo el MAS. Nunca hubo tanto abuso, ni con todo el cuento de Goni, ni con los negociados de Jaime Paz o con la era democrática de Banzer, ninguno se compara con la muerte y atrocidad que presenciaron niños y mujeres indígenas.
Muchos de estos casos fuertemente vinculados con temas de extracción de hidrocarburos o un mayor uso descontrolado de suelo al que el gobierno insistía que debía recurrir ¿se acuerda lo de la Pachamama? Hasta ahí llegó cuando les faltó plata. La moral hasta ahí les llegó. – El primer gobierno de los pobres, de la clase trabajadora, el socialismo que resolvería al mercantilismo elitista blanco: El socialismo terminó en su triste realidad científica: déficit, usurpación de derechos y carencia de ética en la práctica para sostenerse.
Acá es donde el robo, la usurpación, los avasallamientos y tantas otras prácticas se realizaron en un esquema de redes mafiosas que, según el sector, tenían un aval del gobierno y las instituciones públicas para proceder a diestra y siniestra. Aquí sería muy injusto no nombrar al narcotráfico, al narco que terminaría abriendo sus brazos a las redes internacionales que harían sus asentamientos oficiales en diversos parques naturales y áreas protegidas de todo el país, con la ayuda directa de la construcción de aeropuertos financiados por el gobierno en lugares recónditos del país.
Terminarían de esta manera de levantar un narcoestado que a punta de terror en las provincias iban a cerrar el círculo de dominio que les faltaba. Si cada defensor del 21F lograra tener estos puntos que serán las principales armas del poco oficialismo que queda, creo que podremos ganar cualquier debate y convertir, como se dice religiosamente, a aquellos que juegan a eliminar nuestros derechos para el beneficio de ellos (tenga Venezuela bien en cuenta con estas palabras).
No dependa de la oposición, ni de los líderes, es totalmente normal defraudarse de la clase política pero lo que no es correcto es rendirse y cerrarse a seguir en lucha contra lo incorrecto. No es ni de cristiano ni de valientes tirar la toalla, en estos momentos es cuando más debemos mantener la fe en la causa, en la causa que Bolivia va a mejorar y depende de nosotros y nadie más. Juan de Dios Villarroel Fernández Asesor Político