Herbert Müller, el hombre que sembró la bonanza del gas en Bolivia



El ingeniero industrial fue Ministro de Energía en 1993, cuando se firmó el contrato de venta gas a Brasil y negoció que el valor estuviera indexado al precio internacional del petróleo. Murió ayer.

Herbert Müller, el hombre que sembró la bonanza del gas en Bolivia



“Cuando fui designado Ministro de Energía e Hidrocarburos por el presidente (Jaime)  Paz Zamora, de inmediato me puse en contacto con mi homólogo en Brasil  con el fin de estudiar alternativas que nos permitiesen vender un volumen importante de gas.  (…) Nos concentrarnos  en un proyecto bilateral más ambicioso que le permitiera a Bolivia exportar su gas, y a Brasil cambiar su matriz energética”, escribió Herbert Müller Costas en septiembre de 2011, en un texto dedicado a Andrés Soliz, quien había muerto semanas antes. Ambos, en momentos diferentes, habían  sido ministros de Hidrocarburos.

Herbert Müller fue ministro de Hidrocarburos durante el gobierno que firmó el contrato; Andrés Soliz durante la gestión de Evo Morales.

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En el artículo, Müller recordaba las circunstancias en las que negoció ese contrato, firmado en 1993, y que 20 años después le generó a Bolivia la gran bonanza económica que vivió estos últimos años, durante los 13 años del gobierno de Evo Morales.

 El momento era adverso -recordaba el exministro-  porque gran parte del país se oponía al negocio, desde las regiones hasta los partidos políticos, entre éstos uno de los que gozaba del mayor caudal electoral: Condepa, liderado por Carlos Palenque.

 Müller cuenta en ese artículo cómo logró sumar a Palenque a su causa y a uno de sus asesores más influyentes: Andrés Soliz Rada.  “No estaba solo (Soliz) en esa posición, la prueba más clara de ello fue que ni el general Hugo Banzer, en la década de los  70, ni el MNR con Víctor Paz Estenssoro, en   la década de los 80 (…), lograron materializar la firma de un contrato de venta de gas”, escribió.

Pero este ingeniero industrial de profesión no sólo logró negociar y concretar  el contrato de venta y compra de gas natural boliviano,  sino que fijó su mira en un detalle crucial: el precio del energético, el cual logró que se fijara en función del  precio del petróleo en el mercado internacional, considerando sus constantes oscilaciones.  

¿Quién era este hombre visionario que tuvo la capacidad de sembrar la bonanza que el país cosechó en los últimos años? Una persona que  nació en 1948 y al que todos recuerdan por sus  diferentes virtudes: “honesto”, “inteligente”, “dinámico”, “ocurrente” y “alegre”.

Herber Müller  dedicado a la academia.

El “mago” de la escuela

 Müller pasó toda su vida escolar en el colegio Alemán, donde, en 1966, salió bachiller. Su amigo de siempre Javier Salazar  lo recuerda desde kínder como ese niño que hacía “actos de magia”. “Se atravesaba   alfileres por las mejillas y masticaba  hojas de afeitar, cosas que nosotros no podíamos hacer. Lo mirábamos con la boca abierta”, cuenta con la voz entrecortada.

Pero su amigo era también un destacado alumno que eligió la carrera de ingeniería industrial, que siguió en la Universidad Mayor de San Andrés.

“Se graduó como ingeniero industrial pero siempre le gustó la economía”, dice Salazar.

En esos tiempos, Herbert abrazaba el trostkismo como ideología política, cuenta el economista José Antonio Peres. El politólogo  Jorge Lazarte, a través de su cuenta de Twitter, recordó que se conocieron en los años 60, cuando “nos entregamos a la causa de la revolución universitaria”.  “Él y su compañera de entonces protegieron mi vida  el día del golpe militar hasta ponerla a salvo”, escribió Lazarte.

A inicios de los 70,  Müller fue detenido por unos seis meses por la dictadura  de Hugo Banzer.

En ese tiempo ya  conocía a  Juan Antonio Morales, expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB).   Se conocieron en el Centro Nacional de Informática.

 “Era una persona muy interesada y  curiosa de todo lo que pasaba en términos de ciencia, era un excelente ingeniero industrial; pero también siempre estaba interesado en la política y política económica  en particular”, cuenta Morales.

 Müller  cuando fue ministro de Estado.

En momentos difíciles 

 Müller no sólo ocupó la cartera de Hidrocarburos durante la época que Bolivia firmó el contrato más importante de exportación de gas natural.  Entre 1983 y 1984    fue presidente del BCB, una época de crisis marcada por la hiperinflación, dice Juan Antonio Morales, que entre 1997 y 2001 volvió a encontrarse con su amigo de la época dictatorial.

Corría el gobierno  del Acuerdo Patriótico (ADN, partido de Hugo Banzer, y MIR, de Jaime Paz Zamora). Juan Antonio Morales era   presidente del BCB y Müller ministro de Hacienda.

 “Eran momentos de crisis. Se había desatado la crisis regional después de la devaluación brasileña de 1999, la situación de las finanzas públicas era delicada en Bolivia, pero él, con el rigor que le caracterizaba, las manejó muy bien. Esta situación exigía un coordinación estrecha con el Banco Central porque, además, había que manejar las crisis de los bancos”, dice.

La politóloga Erika Brockmann, militante  del MIR,  recuerda a  Müller como un referente, “no sólo como persona de bien, sino como una mente brillante y una mirada estratégica que benefició a Bolivia”.

Asegura que no sólo veló por la economía boliviana, sino también por la democracia. “Se convirtió en demócrata porque inicialmente perseguía con ideas de izquierda radical”, dice. 

Según cuentan algunos de sus amigos, cuando Müller llegó a ocupar cargos en el aparato públicos, en una oportunidad se encontró con el trostkista Guillermo Lora, dirigente histórico del POR, quien al verlo cruzó a otra acera, mostrando su desacuerdo por el “giro” ideológico que había dado.

Los presidentes  de Bolivia,  Hugo Banzer, y Brasil, Henrique Cardozo, durante la apertura de válvulas de gas, en 1999.

El analista y maestro 

Müller aportó siempre a la economía del país, dice  José Antonio Peres, recordando el boletín Estadísticas Socioeconómicas que publicaba el profesional y que circuló en la década de los 90. “Estuvo unos 10 años con este boletín, publicando información para especialistas, funcionarios públicos y otros”, cuenta.

“Conoce mucho de economía boliviana, escribió muchos libros, artículos y ensayos”, afirma su amigo desde la infancia Javier Salazar, pensando en su amigo de siempre en presente.

Destaca  que también fue miembro de la Academia de Ciencias Económicas, donde también generó conocimiento, del Círculo de la Unión y otros espacios. 

El también economista Carlos Toranzo lo recuerda fundando hace 30 años La Tertulia. 

“En las primeras  reuniones abriste tu casa para que los debates fueran ahí. Como buen descendiente de alemán, exigías una ponencia, comentarios escritos. Aunque tenías más conocimiento que muchos de nosotros, querías aprender, tenías sed de nuevas ideas”, escribió Toranzo. 

Y Mülller, quien falleció ayer, también fue docente universitarios. Los que lo conocen recuerdan su constante  preocupación por el capital humano boliviano. “Lamentaba que los profesionales se fueran del país”, dice Salazar. Fue seguro por eso que en la Universidad Católica Boliviana, donde fue docente durante muchos años, “incidió mucho en el mejoramiento de la calidad académica”, afirma Juan Antonio Morales.

Herbert Müller vivió un sinfín de facetas, porque además de haber ocupado cargos tan importantes, en los que definió el destino de Bolivia, también fue  dirigente vecinal en Huajchilla, donde vivió un tiempo, y era un excelente anfitrión, junto a su esposa Gisela Mendoza Calderón, con quien -según cuenta Carlos Toranzo- ofrecían unas paellas “memorables”.

Paz en la tumba de este gran boliviano.

El economista que se volvió fotógrafo

La fotografía era el gran hobby de Herbert Müller, al que  se entregó  a los  63 años. Recorrió el país fotografiando sus paisajes, su flora,  fauna,  las tradiciones de su gente y su folklore. También llegó a la China y a la Isla Galápagos de Ecuador, entre otros sitios.

 En su cuenta de Facebook se puede admirar las cientos de imágenes artísticas que logró con su lente.

“A través de una investigación que hice sobre el templo de Carabuco (en La Paz) me encontré con unas fotografías de Herbert  tan bien logradas que lo llamé para felicitarlo. Me respondió que era su hobby y me invitó a ver otras fotos más que tenía de otras iglesias”, cuenta   su amigo de infancia Javier Salazar.

Las fotografías de Müller fueron expuestas en varias exposiciones y se encuentran compiladas en varios textos.

Siento una profunda tristeza por la partida de un amigo espectacular y un ciudadano ejemplar. Paz en el corazón de su familia. Fue presidente del Banco Central y Ministro Hidrocarburos,  un gran economista. 
Tuto Quiroga,  expresidente de Bolivia.

Conmovido por la noticia de la muerte de Herbert Müller, destacada personalidad, exministro de Estado y hombre comprometido con el país. Mis sentidas condolencias a su familia.
Carlos Mesa, expresidente de Bolivia.

“Siempre tuviste la mano abierta, tu bondad fue reconocida por todos nosotros. A los tertulios, grupo de debate, le incluiste un aditamento especial, la amistad, la necesidad de la lealtad.
 Carlos Toranzo, economista.

Herbert  fue un hombre comprometido con su país, compromiso que ejerció desde su profesión, la docencia y  la  política. Lo hizo con honestidad, talento y desprendimiento. Bolivia le debe mucho.   
Juan Carlos Salazar, periodista.
 

 “Usted  siempre fue un adelantado a su tiempo, desde lo académico y desde lo humanista. Y ahora se adelantó. Ya debe usted estar tomando apuntes de las respuestas trascendentales al lado de Dios”.
Rafaél Loyaza, docente de la UCB.

 “Siento  una profunda tristeza por la partida de un amigo espectacular y un ciudadano ejemplar. Paz en el corazón de su familia. Fue presidente del BCB, Ministro de  Hidrocarburos y un gran economista.
 Gonzalo Chávez, economista.

Página Siete / Ivone Juárez /  La Paz


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